A veces se viven tantas situaciones excepcionales en la vida que el día a día se convierte en algo cansado. Hay tantas oportunidades históricas que parece que no hay cuerpo que lo resista, y no hace falta que uno esté entre los estamentos decisorios de ningún sitio, simplemente, con observar la actualidad, se reconoce sobrepasado.
No hace falta llegar al bochornoso espectáculo que supone el caso catalán, que agota de tanto vivir casi a diario una “jornada histórica”, basta con quedarse por aquí cerquita, que ya tenemos dosis extra de momentos, jornadas y oportunidades que no te puedes perder si quieres conseguir eso de estar en el sitio adecuado en el momento oportuno.
Aparte de todo, no me gusta que haya que dedicar un día a la lucha contra el cáncer de mama, sobre todo porque la pelea es de 24 horas diarias, como no entiendo que sea necesario una situación kafkiana como la vivida por equipos como Puerta Oscura o Adesa Salesianos para que aparezca la unión del baloncesto malagueño, porque eso tendría que ser tan natural como que el balón sea redondo.
Los responsables de la sanidad pública –esa que sufre recortes porque el dinero se pierde por ahí priorizando lo que importa (repartirlo entre los amigos)- habrán tenido su oportuna foto con el pañuelo rosa, y los políticos locales que dejan sin jugar a cientos de niños (y subiendo) a su deporte favorito, siguen ensayando su pose para cuándo haya que inaugurar otra instalación que se usará cuándo les convenga a ellos, no cuándo sea realmente útil para evitar que estén lejos de todo lo malo que su dejadez les ponga por delante.
Todo esto en medio de la primera de muchas semanas complicadas que tendrá el Unicaja durante la temporada, con partidos difíciles, con viajes que cansan, aburren y hurtan el trabajo necesario para que el equipo siga progresando, aunque así es como anda montado este negocio y para quejarse, mejor no haberse apuntado, aunque así, en un análisis primario y limitándome sólo a lo que he ido pudiendo ver por el momento, el grupo necesita una dureza mental mayor de la que exhibe, de lo contrario, basta con un leve momento de falta de concentración para que cualquier rival te borre del “medio” partido que vale, no el parcial que se gana, y hay una necesidad cierta en que los jugadores importantes tienen que aparecer, porque, aunque podamos hablar del baloncesto ausente de estrellas, refiriéndonos al Unicaja de Joan Plaza, o tiene una defensa digna del sitio de Numancia, o con la que ha puesto en marcha en los partidos importantes no bastará para llegar lejos, así que, hay algo que hacer: defender mucho mejor (y de manera mucho más continuada, no a rachas) y hacer que los que han de tener galones en el plantel, se los ganen en la cancha.
Sobre esto último, alguno puede decirme que el tema rotaciones tampoco ayuda. Aparte del condicionamiento que puede verse en la Liga ACB, con esa “discriminación positiva” de la cual se aprovechan principalmente Vini Okouo y Morayo Soluade, las dudas que me aparecen es si la gestión de las entradas y salidas están siendo convenientemente comprendidas. Que Dejan Musli y Dragan Milosavljevic (uno casi de forma permanente y el otro, de forma habitual) sean los elegidos para el descanso no terminan de cuadrar, el primero, pese a todo lo que se diga y pese a esa inapetencia que parece que destila, no creo que deba estar tan lejos en la rotación interior, al menos, mientras Giorgi Shermadini no se acerque al nivel estelar que mostraba antes de llegar a Málaga, cosa que de momento no hace, y con el alero, si se tiene en cuenta que es un jugador polivalente, al cual se le veía capaz de actuar en varias posiciones y que él mismo se ha autodefinido así, pienso que puede ser ocupar algo más que la posición de tres permanentemente, sobre todo si se tiene en cuenta que Nemanja Nedovic no tiene la regularidad que la temporada le está demandando y Sasu Salin aún está encontrando su sitio, el cual, yo pensaba que iba a ser más una versión modernizada de Jon Stefansson, no el escolta suplente por decreto, cosa que de momento no ha justificado.
Si las lesiones lo permiten, el grupo de jugadores de formación puede dar una de las dos rotaciones también en la Liga ACB, no sólo en la Euroliga, está claro que el entrenador es el responsable y el único que tiene todos los datos suficientes, así como el plan de partido para el rival próximo a la hora de elegir a los doce que jugarán, pero sí que coincidirán conmigo en que casi todo es opinable y discutible.
Aunque todo está empezando, a las puertas de una semana (otra) aún más difícil que la anterior, con Brose Baskets y Estudiantes en casa y Valencia Básket en Euroliga fuera, lo ideal sería conseguir tres victorias, pero lo mínimo –al menos para confirmar las aspiraciones que todos queremos que tenga este equipo- es conseguir dos de ellas. Esa es mi opinión, den ustedes la suya.
¿No se dan cuenta?
24
Oct