Con el curso a punto de terminar, esperando ver si Real Madrid o Valencia Básket terminan campeón de la ACB, es momento de opinar sobre lo ofrecido por la plantilla del Unicaja en la temporada en la que los de Plaza han conseguido un título y han dejado la imagen de equipo que todos queríamos en un principio.
El planteamiento inicial hubo que alterarse a causa de la lesión de Mbakwe, que trastocó y mucho los planes para la idea inicial de equipo. Sin el «atleticismo» (palabro que gracias a Scariolo tendríamos que adoptar en el habla malagueña como ocurre con «pitufo», «perita» o «merdellón») del jugador que terminó cobrando vía judicial. El inicio no fue bueno, fruto también del error cometido en la contratación, previo peaje de una espera totalmente no justificada del sustituto, un N’Diaye que no demostró nunca nivel para estar en una plantilla ACB.
En los bases, Lafayette, ha sido de largo la mayor decepción dentro de la plantilla. Se podía pensar que ya había jugado los veinticinco mejores partidos de su carrera y éstos no habían sido con la camiseta del abanico. Ni justificó su fichaje y de paso hizo que nos acordáramos mucho de Markovic.
Antes de hablar de Fogg, confieso que para mí, los mejores bases del Unicaja en su historia han sido Pepe Sánchez y Fede Ramiro; y en Europa, me quedo con Djordjevic y Corbalán, con lo que se deduce que para mí lo principal en un base es que mejore a sus compañeros. Por eso no me he quitado en toda la temporada la duda sobre si Fogg es mejor de escolta que dirigiendo. Lo veo como un jugador interesante, que a base de esfuerzo se ha adaptado a una nueva realidad, y además, ha dejado constancia que el «hambre» ayuda a rentabilizar el trabajo.
Alberto Díaz ha sido, de largo, lo mejor que le ha pasado a este club en mucho tiempo, no sólo por lo que ha mostrado en cancha, sino por todo lo que su figura ha generado de positivismo alrededor de la plantilla y lo que esto ha significado para que el entorno vea alguien que merezca la pena ser identificado con los valores que se repetía desde dentro del club y que estaban guardados en una historia cada vez más lejana. El malagueño es ahora mismo imprescindible.
Entre los exteriores, Nedovic es de largo el jugador con más clase de este equipo, convertido en una de las armas ofensivas más importantes de la liga. El reto, una vez conseguida su continuidad, es que siga creciendo aquí, con un año complicado por lesiones, siempre se ha recuperado y ha sido importante para el equipo y lo más parecido al jugador franquicia que hay. Jamar Smith ha terminado disipando dudas y dejando claro que tiene muchos puntos y eso vale dinero, por desgracia. De eso no sobra y parece que está más fuera que dentro. Waczynski, lesión de última hora aparte, ha tenido momentos en los que parecían venirle grande, pero tiene contrato en vigor y darle salida no parece fácil, aunque ha tenido pasajes brillantes, genera dudas. Dani Díez ha sido casi un calco de la plantilla, su evolución ha coincidido con la mejora del juego y se ha ganado continuar, aparte de ser cupo. Mayor dedicación reboteadora, en un grupo con interiores no especialmente hábiles en esa faceta, lo ha hecho crecer en importancia, su mejoría hace que dé más esperanzas. Eyenga ha estado poco tiempo, creo que sólo su precio lo deja fuera de los planes, y pienso que con él habría mejora en el plantel para el año próximo.
De los interiores, Brooks ha sido una grata sorpresa, además sigue teniendo posibilidades de mejora y la renovación ha de ayudarle a que crezca como jugador importante. Carlos Suárez ha sido la mejor versión de sí mismo, haciendo poco ruido, sufriendo frente a tipos más fuertes en su puesto, pero fiable como un reloj suizo, salvo que haya pedido un unicornio verde en su contrato, se ha ganado la renovación y no se entendería su salida. Musli ha completado un año con números muy buenos, encuadrándose en el quinteto ideal de la Eurocup, pero venía con vitola de blando y tras las la lesión ha vuelto a mostrarse blanco fácil para los rivales. Es joven, pero sigue generando dudas. Omic ha sido una de las mejores operaciones de rectificación que recuerdo en el club. Gracias al esloveno hubo confianza en los interiores y el equipo fue hacia arriba y es muy complicado que siga aquí. Viny ha evolucionado mucho, lo único que me pregunto es la conveniencia de estar aquí con pocos minutos o salir a otro equipo y que tenga mayor responsabilidad, pero es cupo y de eso no se anda sobrado.
Joan Plaza ha conseguido un título, algo que sonaba a historia pasada, pero a base de imponer sus ideas, lo que en un principio era un hastío lo convirtió en la fortaleza del grupo. Si no siguiera, sería un problema, y grave.
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13
Jun