Tiempo para reflexionar.

21 Nov

Tantos días sin competición –aunque sean por casualidad- te procuran la capacidad de pensar en otra cosa diferente de la liga, de esto no tiene la culpa nadie, pero sólo y exclusivamente porque la derrota es huérfana, al igual que la victoria tiene una paternidad múltiple, y de verdad, viendo las competiciones que disputa nuestro Unicaja, me parece que ambas han vivido momentos mejores en cada casos.

Que el equipo de Joan Plaza tenga diez días de distancia entre el encuentro del RETAbet.es Bilbao y el del Buducnost montenegrino es un fallo de todos aquellos que organizan tanto la Liga Endesa como la Eurocup, por lo tanto, de todos los clubs, porque desde hace tiempo, se supone que los participantes son los que mandan en los organizadores (o si no, recuerden la disputa FIBA-Euroliga que aún continúa). Por el contrario a la parquedad de encuentros oficiales de los malagueños, los envidiados equipos de la Euroliga han tenido hasta cuatro partidos.

No me voy a meter a ver si el parón favorece o no, el último ejemplo que tenemos en Málaga es negativo en toda sus extensión, pero si el Unicaja vuelve ganando mañana a los de Podgorica y el domingo al FC Barcelona, todos, sin ninguna discusión diremos que el aprovechamiento del descanso ha sido el adecuado.

Tener dos competiciones con participantes impares conlleva estas cosas, que el “CB Descansa” es un rival que te va a tocar más tarde o más temprano, pero creo que coincidiremos en que no es una señal de salud en la competición no poder completar un número par de equipos. En la Liga Endesa, no sólo se ha conseguido que haya equipos que han ascendido hasta cuatro veces consecutivas desde LEB y no han conseguido pasar por las condiciones draconianas que se le han impuesto, el resultado es que ese equipo ya no existe en competición profesional, porque el club que juega en Burgos en LEB Oro no es el mismo, la patronal de nuestro deporte en España ha conseguido que un club que ha descendido tenga la oferta en firme para quedarse en la división más alta y haya renunciado (RETAbet.es San Sebastián), algo que desde luego no debe ser digno de orgullo tanto para la cúpula dirigente como a los integrantes de la asociación que tiene la normativa que ellos mismos votan.

Incluso dejando sin comentar los casos de Palencia o Melilla, si saltamos al resto del continente es casi peor, más allá de la primera competición, esa Euroliga que vista ahora desde la distancia, no hace sino provocarme la idea que dice que el baloncesto de élite ahonda en la fractura entre equipos que ocupan un estatus de poder y el resto que no están en ese grupo (y por desgracia ahora mismo al Unicaja no lo veo entre los de cabeza), así que más allá de glamour y el oropel que transmite la primera competición continental, lo de la Eurocup no engancha, el viejo y entrañable Ciudad Jardín sería más que se suficiente para albergar a la afición cajista, y no me voy a enredar en el eterno debate, porque si en los últimos años ni CSKA, Panathinaikos o Maccabi arrastraban más de 7.000 espectadores, no voy a pretender que los no acérrimos acudan a presenciar un torneo que ha sufrido tantos vaivenes altas y bajas de equipos que estaban un día y a la semana siguiente juraban amor eterno a la FIBA… demasiados inconvenientes a la hora de “vender” la competición que se añaden a los que cada uno pueda tener en su casa, y no conozco ningún club perfecto ni ajeno a los problemas.

Todo esto en medio de dos Barça-Madrid que en un principio fue un repaso de los catalanes y al final ha sido una hecatombe de dimensiones siderales. Nada que no se arregle con el paso de las jornadas y la disputa de los títulos, todo esto presenciando al nombramiento del nuevo Secretario de Estado para el Deporte, José Ramón Lete, ex jugador de baloncesto y vinculado a la gestión pública deportiva desde la década de los noventa, tras haber jugado con Breogán, Helios, Náutico, Estudiantes y Obradoiro, en las tres primeras competiciones, el deporte español espera mucho de él, pero el suyo, o sea, el nuestro, si hiciera que lo vivido en la FEB con Pepe Sáez pasara a ser un mal recuerdo del pasado y se firmara la paz entre la FEB y la ACB con la implementación de la sensatez en el baloncesto español haría del nuevo jefe del deporte español todo un héroe.

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