Hay una constante que se va repitiendo últimamente, las plantillas que los equipos presentan en las pretemporadas tienen muy poco que ver cuándo se da comienzo a los partidos oficiales. Los motivos que los equipos esgrimen para encontrarse de facto desmantelados en el momento de empezar los entrenamientos son varios, pero entre selecciones, probaturas de los jugadores que “colocan” los agentes, lesiones, temporeros y otros factores, condicionan cualquier planificación, desmitificando esa idea de sentar las bases de la temporada.
Puestos a reconocer errores, este año el Unicaja que nos suele ocupar, me había dado señales que me han confundido, pensaba –iluso de mí- que lo menos malo era el Preeuropeo de Adam Waczynski, que empezar los entrenamientos con todo el mundo sano era un lujo asiático y encima para rematarlo, el concierto habitual del verano (tocó el de Ricky Martin) no fue ni en el Palacio de los Deportes, sino en el Auditorio Municipal, así que a priori, se podía empezar con casi todos en el lugar habitual.
Parecía que todo iba bien, pero de entrada, la nueva configuración del club a nivel cantera, esa que se ha tomado tras un golpe de timón no esperado, liquidó el entrañable Clínicas Rincón en Liga LEB (me da igual el color) pese a seguir contando con la colaboración de Manolo Rincón, la cual se ciñe ahora a los otros equipos de la cantera. Por lo tanto, los jugadores del filial que pueden ayudar al ACB son ahora chicos en edad júnior, que en el mejor de los casos jugarán en la cuarta categoría, de los tres elegidos, sólo uno (Ignacio Rosa) formó parte de la selección de su edad, y para colmo, uno de ellos, Ablaye Sow va a estar varios meses fuera de las canchas por una lamentable lesión.
La poca importancia de la categoría en la que milite el equipo filial será válida si salen jugadores para el primer equipo, o de entrada los que estén sean válidos para las pretemporadas del mismo, algo hasta ahora tan habitual que no se ha puesto en valor en ningún momento (vamos como eso de jugar en Euroliga o en cualquier otra competición), la primera consecuencia es que este año, Juan José García, jugador caribeño de castizo nombre refuerza a la primera plantilla para preparar el curso 2016/2017, algo muy poco habitual en los últimos tiempos, pero que ahora, ante la ausencia de los Kenan Karahodzic o Romaric Belemene cobra mayor importancia, algo tremendamente normal en sitios como Vitoria, donde el Baskonia juega partidos amistosos con tres jugadores de la plantilla definitiva, porque como era de esperar ausencias inesperadas hay, sólo hay que pensar en Nemanja Nedovic, Oliver Lafayette o Dani Díez, fuera de la circulación por las lesiones, tan inherentes a la preparación como el balón o los aros.
Añadido es el obligado cambio de TrevorMbakwe por causa médica. Que haya que buscar sustituto al principal baluarte del juego interior es un gran contratiempo, ya que no sólo hay que encontrar un jugador que no ocupe plaza de extracomunitario, hay que hacerlo con toda la prisa del mundo, sino que además ahora el estatus actual del club, fuera de Euroliga y en un escalón presupuestario lejano de FC Barcelona, Real Madrid, Baskonia o Valencia lo aboca a ir a por dos tipos de jugadores: o jóvenes que quieran progresar en club serio y ambicioso o a veteranos que entiendan Málaga como el sitio ideal para desarrollar los últimos días de su carrera, así pues, decir que se va a disputar jugadores a la NBA a los equipos de Euroliga o a los de campeonatos emergentes (los que tienen el dinero, vaya) es para pensar que ojalá no lo paren a uno en un control de la Guardia Civil.
Para repuesto del averiado Mbakwe, se citan a nombres como Loukas Mavrokefalidis, Viacheslav Kravtsov o Hamady N’Diaye. Sobre el griego –que tiene muy poco que ver deportivamente hablando con el titular- se decía que lo quería Galatasaray, pero éstos han firmado a Tibor Pleiss, el jugador ucraniano está bajo el famoso derecho de tanteo de CAI Zaragoza (¿nos creemos que el equipo aragonés con una severa reducción de presupuesto es capaz de igualar la oferta si existe?) y el africano parece una versión más modesta que el ex jugador de Brose Baskets y Maccabi Tel Aviv.
Del senegalés, bien conocido por Boniface Ndong, convence que atrás es muy sólido, pero en ataque suena a inofensivo, con poco repertorio y mínimas amenazas más allá de las cercanías del aro. Pese a que tiene en su currículum un paso por la NBA, no hay que olvidar que se incluyó en el draft de 2010, año que lideró el base de Washington Wizards, John Wall y tuvo a nombres conocidos como Paul George, Hassan Whiteside, Nemanja Bjeliça o el mismo Paulao Prestes, todos ellos por encima del número 56 de la segunda ronda, lugar de la elección del que puede ser pieza esencial para el juego interior cajista.
En eso estamos ahora, en la preparación de una temporada que va a ser dura, y que de momento tiene una ristra de problemas aún sin que lleguen los rivales, pero esto es así, al final, si la bola entra, a todos nos parecerá bien lo hecho, lo no completado y de lo que falta, lo mismo ni nos acordamos.