Aunque los rivales de los últimos partidos del Unicaja (Gran Canaria, Real Madrid, Valencia Básket…) suenan a playoff, está claro que aún no estamos en los partidos de las eliminatorias por el título que espero que dispute el equipo malagueño.
Pese a lo que vimos el pasado domingo frente al Real Madrid, pienso que el equipo no está tan mal. Obviar la racha de siete victorias en los últimos nueve encuentros a la hora de evaluar que está haciendo en las últimas jornadas no es justo, y hace falta para ver qué se espera del conjunto cajista para el fin de la temporada.
Ante los chicos de Pablo Laso, creo que se pudieron ver las diversas situaciones que ya eran de dominio público. Los problemas en el puesto de base, la irregularidad entre los escoltas, la clase permanente de los aleros pero con muchos momentos de desconexión y la necesidad que tiene el juego interior de un Will Thomas en versión de permanente estado de gracia, porque de lo contrario, los interiores corren el riesgo de ser como una pared: duros, pero inofensiva a menos que te estrelles contra ella.
El desarrollo del equipo durante esta temporada exige una gran dosis de paciencia, sobre todo si no quiere uno desesperarse o deprimirse, pese a los errores y problemas manifestados, las últimas jornadas han dejado de manifiesto que puede hacer algo más que dar guerra. Por colocar un momento puntual de la temporada, tal vez el partido del UCAM Murcia pueda ser el momento en el que el grupo toca fondo. También con el final de la participación de la Euroliga, se centran los objetivos y termina ayudando al desarrollo del equipo. Si lo que lleva mostrando en los dos últimos meses puede bastar o no cara al arreglo de la temporada, lo dirá el final de la misma.
Cara a unos playoffs en los que los rivales en la primera eliminatoria van a ser FC Barcelona, Valencia Básket o Real Madrid -siempre y cuando Unicaja se clasifique-, los mejores de toda la temporada ACB, la circunstancia añadida de tener el factor cancha en contra tampoco va a ayudar, pero no deja de ser una consecuencia lógica de la competición. Habrá que ver también cómo se toman cada uno de estos equipos tener que hacer algo destacable en este año, de ellos tres, solamente el Real Madrid ha conquistado un título y eso no les garantiza el aprobado siquiera, pese a la gran temporada de los de Pedro Martínez, en Valencia hacen buena esa frase de Sergio Scariolo en la que decía que ningún título se ganaba en noviembre, habiendo sellado sus participaciones en la Copa del Rey y la Eurocup con sendos reveses, ya que esperaban mucho más, y si hablo del FC Barcelona no sé a qué atenerme, en blanco en cuanto a la consecución de objetivos y con eliminaciones más o menos traumáticas tanto en el torneo del KO, como en la Euroliga, pero ambas con poso de decepción. ¿Será ésta la tan repetida última temporada de Xavi Pascual en el banquillo azulgrana?
Tras un par de temporadas en las que el Unicaja daba una sensación de dureza y fiabilidad que ya no está cercana, ahora ver a cualquiera de los rivales hace temer, o por lo menos tenerles el respeto que naturalmente como equipos y que la competición les hace merecer, además no hay que perder de vista que pese a que sólo faltan tres jornadas, todos los indicios señalan que la plantilla sufrirá otra remodelación más de cara a reforzarse y que esa cuadratura del círculo que supone este año dar con la docena ideal para presentarla, lo mismo llega con el final de la liga regular, no deja de ser un hándicap, pero es lo que ha tocado este año, y con ello hay que lidiar.