Este fin de semana pasado vivíamos el triunfo del Unicaja en Manresa asentándose en la sexta posición y dejando a Dominion Bilbao Básket y Montakit Fuenlabrada a una victoria de distancia. Junto al partido de los chicos de Joan Plaza, el Clínicas Rincón disputaba las semifinales del play off de ascenso a LEB Oro frente al Carrefour El Bulevar Ávila. Tras tener en la mano el primer partido de la eliminatoria, el segundo finalizó con otro magnífico triunfo y el viernes tendremos el tercer partido de la serie.
Aún sin saber el final de la temporada del equipo de Manolo Rincón, y que aquí la actuación de la primera plantilla condiciona de forma absoluta todo lo que rodea al club, creo que no está de más ver la influencia de los que pelean en Torremolinos.
Aquí siempre se nos ha llenado la boca con eso tan bonito y tan poco real de «equipo de cantera». Puestos a hacer listas, una de las más largas que podríamos realizar sería la de excusas para no contar con jugadores de cantera en el plantel ACB. Las circunstancias han cambiado de un tiempo a esta parte. No son comparables las plantillas y aspiraciones del Caja de Ronda al llegar a la Primera División, con el Unicaja de la época dorada, bajo la dirección de Ángel Fernández Noriega en los despachos y Boza Maljkovic y Sergio Scariolo en el banquillo; ahora las miras del club tienen un rango diferente, y aunque se quiera pensar en lo de siempre, los objetivos actuales, estando fuera de la Euroliga hasta un futuro indeterminado, por fuerza pasan a ser otros.
Ya que en ningún momento de la existencia del Club Baloncesto Málaga se ha podido aspirar a eso que usan los equipos punteros –tener 14 ó 15 jugadores a disposición del entrenador–, usar de forma real a los jugadores del filial parece algo natural. Ya no sólo por el buen fin de temporada de los muchachos de Paco Aurioles, sino porque organizar la plantilla con diez jugadores del nivel que se requiere para recuperar el estatus perdido y que dos plazas al menos puedan ser ocupadas por gente de las divisiones inferiores lo veo totalmente factible.
En este caso, entiendo además que hay que tener claro el papel a desempeñar por los jugadores en el conjunto. No creo que haya que regalarle nada a nadie por el mero hecho de formar parte de la cantera, pero tampoco entiendo la función de Vinny Okouo en la primera plantilla, sobre todo porque esa función cuasi decorativa del africano hasta la fecha me parece contraproducente para su formación. Porque lo que ha colocado en la situación de jugador aprovechable al congoleño ha sido esta aceleración continua en su evolución. Entre el pívot de la pasada temporada en LEB Oro y el de este año hay un abismo; para ello, aparte del trabajo oscuro y constante en los entrenamientos, el disputar minutos cada semana y sentirse importante ha sido capital. Entrenar con los interiores del equipo ACB es una gran enseñanza, pero que no pueda jugar con su grupo real en LEB Plata entiendo que es un paso atrás en su evolución, el cercano final de la competición creo que es algo que no le va a venir de más.
Las épocas buenas de este club han coincidido con la presencia de jugadores de la casa. La cosa ha cambiado. Es cierto que ahora la zona de influencia de la cantera va algo más allá de Huelin y El Palo, pero es la oportunidad de aprovechar a los jugadores que se trabajan en Los Guindos, además es una necesidad y una gran oportunidad para revalorizar, acercar y potenciar al club. Hay que tener las ideas claras, saber qué se va a exigir y qué se va a dar, qué casos como el de Álex Abrines (el cual no sé si se jubilará en el FC Barcelona, pero no está comiendo banquillo en Alicante o Manresa como vaticinaban algunos «futurólogos») jamás vuelvan a repetirse. Para que, partiendo de la base que se adivina más o menos cierta de tener menos aportación económica (al menos desde el aspecto competición europea y de los patrocinadores secundarios), contar con un entrenador que encaje un par de piezas del segundo equipo en la primera plantilla se me figura crucial. El año próximo tiene tantos puntos capitales para el futuro inmediato que espero que haya ideas claras y la firmeza en la dirección para tomar las decisiones acertadas. Entiendo que hay mucho en juego.