Hace un par de semanas hablaba de semanas tranquilas ésas que echábamos de menos en nuestro Unicaja, pero ésta, la que hemos dejado atrás, además de la victoria ante el MoraBanc Andorra ha traído esa gran noticia que es ver a Fran Vázquez en la primera posición de los taponadores de la Liga ACB. No deja de ser un registro estadístico individual, pero para mí es una gran noticia porque de todo eso, Fran está muy necesitado, además es un tipo muy tan importante para el equipo, especialmente este año tan complicado.
Aparte de lo mencionado, esta semana hemos vivido la constatación de la retirada de Kobe Bryant, aún rodeado de todos los demonios conocidos –deportivos y extradeportivos-, se marcha uno de los grandes, que siempre quiso ser el mejor y que creo que está en el paquete de jugadores necesarios para recordar a los mejores de nuestro deporte. Entre los mejores ya está también Stephen Curry y sus Golden State Warriors que ya han entrado por la puerta grande entre los históricos del baloncesto, superando a los míticos Chicago Bulls de ese dios baloncestístico que es Michael Jordan.
Junto a todo esto que son noticia gratas, agradables y dentro de lo que es el devenir del juego, también nos hemos encontrado con la noticia de expulsión del próximo Eurobásket de la selección española, junto con otras trece más por parte de la FIBA, como reacción ante el apoyo de las ligas de esos países por el alinearse con la Euroliga en lugar de la FIBA Champions League, la cosa es más compleja de lo que parece, porque hay más de un caso en que la federación de turno apoya al organismo mundial en su versión continental y la liga profesional del país está de lado de la patronal rebelde, todo esto sin tomar en cuenta que hay un gran número de jugadores NBA en las selecciones a los cuales el cisma les puede sonar a chiste.
Por parte de la Euroliga, se han dato tan por aludidos que la noticia que ha salido esta semana es que en la temporada próxima habrá jornadas de la competición europea antaño disputada por el Unicaja con dos partidos por semana, con lo cual, las ligas nacionales irán perdiendo mayor valor aún. Hay que añadir que se rumorea que también está hay dudas sobre la participación en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro…
Oyendo estas cosas, recordando el comportamiento de la Euroliga de este último otoño y ocasiones anteriores, viendo como trata la ACB a los equipos LEB, o recordando cómo funcionan algunos federativos, aunque sean locales, para con algunos participantes, sólo puedo decir que me parece un comportamiento mafioso.
En un alarde de querer proporcionar personajes a Martin Scorsese o a Quentin Tarantino, los dirigentes de nuestro deporte tienen esa forma de funcionar con los que no son de la “famiglia” o el grupo allegado. Es esa manera de repartir justicia según convenga al poderoso de turno, el cómo adecuar reglamentaciones o normativas al gusto de intereses particulares, o cómo pervertir competiciones una y otra vez de forma que los méritos deportivos tengan cada vez un peso diferente a gusto del que maneja los hilos.
Y lo peor de todo es que al final, todo esto que menciono está a distancia sideral del espíritu real del juego, los Bertomeu, Baumann o cualquier dirigente del estamento que sea no tiene nada que ver con diez chicos peleando por un balón en una cancha, tampoco tienen que ver con eso que impulsó a un veterano como Fran Vázquez a colocar los 672 tapones que lo han encaramado a lo más alto de las tablas estadísticas de la ACB, en absoluto, porque nuestro deporte es más parecido a lo que pudimos disfrutar el sábado en el Palacio San Miguel en Torremolinos, donde el Clínicas Rincón dio otra alegría en forma de forzar el tercer partido del playoff de ascenso ante el SAMMIC Azpeitia.
Los chicos que entrena Paco Aurioles, con los errores y con los fallos que puedan verse, se dieron un homenaje en forma de merecido triunfo frente a un equipo que dice la tabla que tiene otras aspiraciones, pero viendo la ilusión que han ido poniendo en práctica y las alegrías que han proporcionado a la gran familia que forma el Clínicas, empezando por el presidente Manolo Rincón y terminando por el último de los aficionados que se ha acudido a ese magnífico escenario que es Torremolinos, a mí me vale la pena seguir acercándome a casi todo lo que representa el baloncesto, que supone mucho más que lo que puedan estropear aquellos que al final de todo lo único que buscan es alimentar su ego personal, porque sin eso, no son nadie.