El encabezamiento de hoy es una canción de José Luis Rodríguez “El Puma”, no es que haya cambiado de gustos, sigo como antes, con el rock sinfónico o el heavy metal, salvo noches inolvidables pasadas en el “Machín”, perpetrando atentados contra clásicos de la copla, no me ha cambiado el gusto.
Aunque el momento actual del equipo, con dos derrotas consecutivas en Liga ACB ante Laboral Kutxa Baskonia y Dominion Bilbao, hace buena la idea que dice que falta aún mucho camino por recorrer y transmite sensaciones intranquilizadoras, como parte buena, queda decir que hay tiempo suficiente para reconducir los errores y maximizar las virtudes ya mostradas y que se han de seguir.
Más allá de la situación actual del equipo, en el entorno del club y los movimientos que se detectan en la actualidad del baloncesto continental, la evolución de la Euroliga y el camino que puede tomar la competición no invita a la tranquilidad, ni mucho menos.
Está claro desde hace tiempo que la Euroliga tal como la conocemos actualmente tiene un recorrido que se adivina corto, este año ha sido la pérdida de la Licencia A para Unicaja el año que menos lo merecía, porque hay que reconocer que se han dado motivos más que sobrados en materia deportiva para quedar fuera de la primera competición, y sólo la reglamentación –ojo, establecida por TODOS LOS PARTICIPANTES– procuró la posibilidad de seguir. Ahora se habla que, en lugar de la “guerra civil” FIBA-Euroliga que se avecinaba, una unión de proyectos puede dar lugar a una competición con sólo dieciséis equipos y unas restricciones por países que harían la participación del Unicaja tan complicada como aparcar en el centro de Málaga para ir a trabajar.
Se supone que durante esta temporada, se sentarán las bases de una nueva competición continental que concederá plaza fija a Anadolu Efes, CSKA Moscú, FC Barcelona, Fenerbahçe, Maccabi, Olympiacos, Panathinaikos y Real Madrid, además de los campeones nacionales de Alemania, Francia, Italia y Lituania. Salen doce de los dieciséis participantes, hablan de ascensos y descensos desde la Eurocup y de vez en cuando se va filtrando algo que tendrá o no plasmación en la normativa de la competición, pero la hoja de ruta parece que deja fuera en todo momento al equipo malagueño. Si es así, toca bramar contra Jordi Bertomeu, Patrick Baumann y otros dirigentes, pero creo que sería cuestión de analizar seriamente si desde aquí hacemos las cosas bien.
El Unicaja debutó en la temporada 1995/1996, pasando por una ronda previa, pero tras una decorosa primera fase, no pudo conseguir pasar de grupo. De aquella efímera ocasión que luego se retomó en la 2001/2002, es muy difícil entablar paralelismos y las comparaciones son odiosas, pero inevitables.
El balance de estos años tuvo su culmen como todos sabemos con la participación en la Final a Cuatro de Atenas en 2007, por otro lado, sólo en aquella ocasión se pasó del Top 16, lo cierto es que jugar entre semana con los mejores es una constante desde el año 2001, pero ser habituales en Euroliga parece que nos sabe a poco, casi a nada.
Tras la lenta recuperación de buenas sensaciones que se experimenta por parte del equipo tras los años oscuros que se han atravesado, quedando fuera del playoff, esperaba, que la masa social fuera recuperando el gusto por los partidos de Euroliga, pero me da la impresión que no es así.
Que la respuesta del público de Málaga sea tan parca me descorazona, soy muy consciente que hay problemas económicos en todas las casas, que los horarios con esos cambios de jueves o viernes, a tal o cual hora no ayudan, y me consta que en ciertos momentos la relación con el entorno no ha sido la más adecuada, pero creo que ahora no estamos en esa situación.
El Unicaja ha tenido cincuenta rivales diferentes en Euroliga, de quince países diferentes incluyendo España, los más grandes, sin discusión, han pasado por aquí, escuadras como Cibona, Limoges, Aris, Olympiacos, Panathinaikos, Maccabi, Olimpia Milán, Zalgiris, Partizán, CSKA, Efes o Fenerbahçe han tenido Málaga como lugar para intentar conquistar el continente, si hago memoria, creo que de los ilustres, sólo Cantú, Varese o la Virtus de Bolonia no han jugado partido oficial en Málaga.
Tengo en la conciencia que el equipo cuando juega, compite de forma adecuada, que es un rival respetado y que año tras año no desentona, es más, de un tiempo esta parte, esperamos que el salto llegue y alargue la participación más allá del Top 16.
Pero la realidad me dice todo lo contrario, desde el club se intenta favorecer el aumento de público, Joan Plaza, el miembro del club que tiene mayor predicamento para el gran público, reclama que acuda más gente, se firman convenios con instituciones para que la grada tenga mejor aspecto, y el resultado es que aún no se ha llegado a los 6.000 espectadores en Euroliga, deprimente.
Todo esto me hace pensar si realmente nos merecemos estar entre los mejores, alguien dirá que no pasa nada, que si acaso se juega la Eurocup y se gana, como si fuera tan fácil ganar cualquier cosa o si las visitas de Steaua Bucarest, Krasny Oktyabr Volgogrado o Szolnoki Olaj (todos participantes en la Eurocup de este año) fueran a reclamar mayor atención del público, todo esto además contando con que la inversión presupuestaria siga igual o se puedan firmar a entrenadores o jugadores de similar categoría.
Si fuera por mí, la presencia de Unicaja en la Euroliga se alargaría hasta el fin de los tiempos, como siempre quiero conservar lo bueno de mi vida, yo no quiero perder a la guapa del baile, pero creo que la respuesta que se está dando no es la que requiere estar entre los mejores, tal vez entonces nos acordemos de la canción de José Luis Rodríguez, y créanme, eso –en todos los sentidos- es imperdonable.
De nuevo dando en el clavo, ya llegara el tiempo que muchos diran que nos quitaron la euroliga y entonces les podramos decir pero si tu no ibas al carpena, asi somos los malagueños cuando nos quitan algo entonces protestamos pero antes no hemos hecho nada para que no los quiten, en fin, se ve que lo llevamos en los genes desde los tiempos de los fenicios.
Málaga es asi para lo bueno y para lo malo.
Muchas gracias siempre, por los comentarios y por seguirme fielmente. Lamentablemente es así, como dijo Fernando Puche, los malagueños dejamos morir y no tuvimos cojones de salvar al CD Málaga, y con esto no será una excepción, te sorprendería la cantidad de gente que dice «yo iba…» y ahora no va, y cuando pregunto me dicen cosas a cual más absurda (el párking, el tiempo, el párking en casa…). Una pena.