En la semana que ha comenzado la Euroliga más peligrosa para Unicaja, en la que disfrutamos de dos partidos en casa con pleno de victorias para los hombres de Joan Plaza, se ha producido el suceso que de vez en cuando ocurre y que pone a nuestro deporte como cabecera de arranque en la parte deportiva de los informativos.
Una nueva caída en el espiral de autodestrucción que vive Lamar Odom, lo vuelve a poner nuevamente bajo los focos, algo a lo que el que fuera brevemente jugador baskonista está demasiado acostumbrado.
El neoyorquino no va a ser el primer ni el último juguete roto, el caso de la estrella caída se repite en demasía y en gran número de ocasiones, no es nada nuevo esa competición paralela para ver quién hace la animalada más grande, hace poco Shaquille O’Neal revelaba que cuando firmó su primer contrato, por el que le abonaron un millón de dólares, y tras pagar los impuestos pertinentes, lo gastó íntegro el mismo día que lo cobró. No compró ninguna propiedad, lo triste es que si no ocurre nada de esto, nuestro deporte no existe para ciertos medios.
En el momento que escribo del triste suceso sufrido por Odom en un burdel de Nevada, parece que poco a poco va recuperando las capacidades básicas para volver a valerse por sí mismo, lo que no sabemos es si volverá a ser el mismo de antes, ojalá tenga suerte y aprenda de esta penosa situación con excesos múltiples, consumo de drogas y alcohol y una permanente exposición a la crítica pública gracias a sus relaciones sentimentales, no sé si la pena puede venir por las posibilidades que tenía o la forma de malgastar oportunidades, pero sólo él puede ser capaz de tener un final diferente del que se le presume.
En lo que se refiere exclusivamente a la agenda del Unicaja, las dos victorias que hemos presenciado en Málaga tendrán el valor que queramos darle a medida que el equipo vaya avanzando, lo real en el rendimiento del plantel de Joan Plaza es que los partidos se han resuelto a base de buenos momentos, aunque tengamos claro que aún hay mucho trabajo por delante, no veo tampoco conveniente que el rendimiento tenga que estar ahora más arriba, los rivales es cierto que pueden asustar (sobre todo en Euroliga), pero es necesario que el progreso sea paulatino y más eficaz, y sobre todo, no pensar que todos los obstáculos van a ser coser y cantar.
Porque los rivales que se van a poner por delante tendrán poco o mucho nombre, pero seguro que tendrán unos picos en su rendimiento más o menos similares, algo parecido a que se vio del Brose Baskets alemán, el cual, seguro que será un rival más que complicado a medida que vaya avanzando la competición, y que en el encuentro de vuelta intentará no repetir los errores que lo dejaron fuera del partido el jueves pasado.
Sobre el Montakit Fuenlabrada, ver al equipo de Zan Tabak, me hace plantearme cuándo la ACB dejará el número de participantes en dieciséis, la plantilla del equipo madrileño, como ocurre en otras formaciones españolas, da cobijo a algunos jugadores que no dejarán huella alguna, y que no pasaría nada malo si no hubieran jugado la liga española. No quiero decir que haya equipos que sobren de la ACB, pero sería necesario reflexionar si no sería más conveniente ver cuántos jugadores dan realmente el nivel para estar arriba, y por tanto, cuántos equipos tienen que conformar la cima de la pirámide de nuestro deporte en España.
Aquí en Málaga, considero que somos lo suficientemente sensatos para entender que no valdrá sólo con un cuarto triunfal para derrotar a los rivales, que si el nivel del Unicaja va creciendo a medida que avanza la temporada, ocurrirá algo similar con los rivales, por lo tanto, a esa afición sensata y que vuelve a aparecer por el pabellón para arropar a su equipo (aunque en menor número que el esperado), que hay que tener paciencia, porque el desarrollo de la temporada siempre nos va a poner las finales en su momento, nunca antes.