¡Ya está de vuelta! El baloncesto profesional se pone en marcha para el curso 2015/2016 y Unicaja repite un guión conocido por estas lides: visita a Murcia y agonía, parece que no hay partido fácil para el CB Málaga junto a la huerta.
Si se hace una crónica de agencia, se suelta eso de partido disputado, triunfo agónico y jugada polémica para decidirlo (no estaría de más ver la jugada desde el principio con la penetración de Markovic cuando Lima golpea el aro, la disputa entre Antelo y Vázquez, con falta del local y el agarre final del aro del pívot de Chantada). Con ese telegrama bastaría, pero por zanjar lo del final se me viene a la cabeza decir que con la victoria o la derrota, seguro que la idea que traen todos en el viaje de vuelta es que queda mucho trabajo.
Sobre todo porque se han repetido actuaciones buenas en un inicio (Edwin Jackson o Mindaugas Kuzminskas) que se han ido diluyendo a medida que el partido avanzaba, jugadores importantes que tardaron en aparecer (Will Thomas, Stefan Markovic o Fran Vázquez), o una gran duda sobre dos jugadores que han de ser capitales y que de momento no están (Nemanja Nedovic y Richard Hendrix).
Creo que con esto basta para tener claro que eso de las pretemporadas por fascículos o a distancia (que si con canteranos, que luego vuelven los de la selección, algún temporero de por medio –aunque aquí no se lleve últimamente-) se traduce en fragilidad en el juego y una falta de estabilidad en el rendimiento que demuestran que el trabajo está lejos y necesita ir adelantándose.
Pero aquí las quejas no pueden eternizarse, que en escasos cuatro días, la Euroliga vuelve a Málaga, con un partido de los que tienen trampa: enfrente el campeón de Alemania, el Brose Baskets Bamberg, equipo sin mucho nombre, pero con piezas importantes en el baloncesto europeo. Andrea Trinchieri, que fuera seleccionador griego dirige un equipo que arrebató el título al Bayern Múnich el pasado año, en la cancha gente muy destacable, Nikos Zisis, Janis Strelnieks Nicolo Melli o Brad Wanamaker entre los miembros de su plantilla, que mis compañeros de La Opinión analizarán con todo lujo de detalles en las páginas de esta semana.
Por el nombre del club, el partido es de los que hay que ganar, mucho más al jugarse en casa, recordando el resto de los contrincantes del grupo (CSKA Moscú, Maccabi Tel Aviv, Darussafaka Estambul y Dinamo Sassari), el equipo de Joan Plaza ha de empezar a producir triunfos y ahorrar problemas desde el inicio, todo esto sin querer recordar que este año hay que producir en todos los sitios y que si el pasado año se llega a semifinales en Liga y Copa, el margen de mejora parece que tiene su vía con mayores posibilidades por el lugar de la Euroliga. Pero a la vista está que ni mucho menos va a estar fácil, aunque si hay algo que ha crecido en los últimos años en Málaga es la creencia en las posibilidades de los hombres que saltan con el abanico en el pecho a la cancha.
Para no dejar a nadie fuera de todo esto, también comenzó la LEB Plata para el Clínicas Rincón con su nueva ubicación en Torremolinos. Aunque el equipo de Manolo Rincón perdió frente a uno de los históricos, el Fundación Lucéntum Alicante, y pese a que los chicos de Paco Aurioles tienen mucho trabajo por delante, se produjo algo que por habitual no hay que dejar pasar: cuando se relaciona baloncesto y Clínicas Rincón: enganchan. La respuesta del público fue muy buena, y todo el mundo que estuvo en el debut sólo puede decir cosas buenas de Torremolinos y su gente. Pensar que hubiera sido para el desarrollo deportivo de los jóvenes del Unicaja sin la aportación empresarial de Manolo Rincón en los últimos años es realizar un ejercicio de suposiciones complicado, que además no sé si el resultado sería positivo o no, pero de momento, los Kenan Karahodzic, Romaric Belemene y compañía tienen la oportunidad de crecer y la obligación de aprovechar el tiempo, pero teniendo en cuenta que esto sólo ha hecho volver a empezar, estamos todos expectantes e ilusionados para ver hacia dónde van.