Tras los dos primeros partidos de la eliminatoria de semifinales entre FC Barcelona y Unicaja, la duda que quizá deba planteársenos es si las vacaciones están cerca para los chicos de Joan Plaza.
A tenor de lo visto entre el viernes y el domingo, lo más normal es que la labor que se vaya a desarrollar en breve sea más de despachos en la cancha, porque la cara demostrada por los contendientes arrojan un favorito indiscutible, el actual campeón de la Liga ACB.
Conforme pase algo más de tiempo del mes de junio será importante evaluar toda la temporada 2014/2015. Mientras tanto, lo que nos ocupa es si es posible hincarle el diente al equipo de Xavi Pascual y compañía, el cual, no sólo ha llegado a esta parte de la temporada en la mejor forma, sino que además, ha sido con la necesidad de hacer algo bien. Toda vez que este año baloncestístico que está para cerrarse en breve es un año de decepciones para los de la Ciudad Condal,aunque llegaron a la final de la Copa del Rey (a costa precisamente del Unicaja) y se quedaron fuera de la Final Four de Madrid tras perder el factor cancha ante el Olympiacos de Vassilis Spanoulis con toda justicia.
Lo peor no es esta necesidad que tienen los catalanes de adecentar su temporada, sino que el Unicaja no está ni mucho menos al nivel que ha mostrado durante gran parte de este año, la peor noticia posible.
Tras un partido del viernes digno de la historia particular de los horrores vividos como cajista, donde lo único bueno fue que no trajo de postre ninguna lesión, el domingo esperábamos otra cosa. El equipo tuvo un par de cuartos positivos, los impares, donde se empató el primero y se ganó el tercero, pero también un funesto segundo cuarto y un último periodo que solventaron los locales sin mucho esfuerzo. Pero con claridad terminan transmitiendo que las vacaciones para la plantilla verde se van acercando.
Aún así, creo que hay tiempo de sobra para que el entrenador Joan Plaza pueda arrancar un último esfuerzo a los jugadores cajistas, centrándose sólo y exclusivamente en ganar mañana y forzar el cuarto encuentro para el viernes 12. El planteamiento será diametralmente opuesto: recurrir al conocido «factor Carpena» ha de ser una ayuda, pero no es el definitivo. Incluso antes de comenzar la serie era conocido que se necesitaba una puesta en escena minimizando errores y provocando que el contrario no tuviera su mejor día y lo peor viene porque el FC Barcelona no ha sufrido desgaste alguno, salvo el esguince de Tibor Pleiss, que desconozco si lo va a dejar fuera del choque inmediato, tras dos encuentros realmente cómodos frente al Unicaja. Pese a todas las malas noticias, lo realmente cierto es que no es merecido para ninguno de los integrantes del entorno cajista tener ya vacaciones.
Aunque el pasado año también se cayó en semifinales, y además fue en casa, la imagen que se dio frente al Real Madrid en los dos partidos de fuera resultó muy diferente a la aportada ahora. Tal vez sea necesario rebuscar algo entre la memoria interna para que vuelva a salir el equipo que, de momento y en esta eliminatoria, se echa de menos.
La recopilación de recuerdos de esta temporada nos hará ver qué nota se merecen los que este año han defendido al club de Los Guindos. Entonces veremos si el esfuerzo desarrollado se ha plasmado oportunamente en la consecución de objetivos para el año próximo, porque el tema de la Euroliga no puede dejarse de lado, pero hasta que llegue el periodo de resumir, sólo hay un objetivo: ganar mañana miércoles. Y más allá de recurrir a la épica o al esfuerzo titánico, el mejor comienzo sería proponerse hacer lo que era algo natural: el esfuerzo durante los cuarenta minutos y no volverle la cara ni al partido ni al rival.