No ha sido necesario siquiera que acabase la temporada regular para que ya comenzaran los rumores sobre entradas y salidas de jugadores para el año próximo.
El motivo para tener ya sobre la mesa el tema fichajes viene dado de entrada por la situación que se vislumbra en el horizonte ante las posibles salidas de Jayson Granger y Ryan Toolson, uno, el base italo-uruguayo es pieza más que apetecible en el mercado del próximo verano y parece que no ha tomado en especial estima la oferta del Unicaja, el otro, que si puede interesar a otros equipos, que si pasaporte de esos que se regalan en los parques de atracciones…
Junto con estos rumores, añadir las declaraciones de hace días en las que Kostas Vasileiadis declaraba su confianza en el presidente y el gerente, por tener su palabra sobre el contrato que firmó el pasado verano. Mientras tanto, las apariciones en forma de rumores del interés sobre Edwin Jackson, Dani Díez, Aaron Jackson o Pietro Aradori. Todos ellos hipotéticos refuerzos para la línea exterior. Ya veremos en que queda todo, quien continúa, quien se va, quien viene.
Ha habido momentos en los que no se ha pecado de exceso de velocidad a la hora de negociar refuerzos, aunque me llama mucho la atención que habiendo completado una gran fase regular de la Liga ACB, aparezca el nombre del Unicaja en una gran cantidad de rumores referente a la entrada y salida de jugadores de su plantel, sobre todo con un playoff tan complicado a la vuelta de la esquina y que además con esa rumorología referente a la pérdida de la Licencia A de la Euroliga, cobra mayor valor aún.
No voy a pensar sobre si los rumores pueden o no ser ciertos, esas cosas termina refrendándolas el paso del tiempo, pero aparte de lo inconveniente que puede resultar para un grupo que encara el periodo más importante de la temporada en un momento de juego que genera dudas, sería también posible pensar que es más lógico buscar refuerzos para un juego interior que genera más dudas y que a día de hoy no ha mostrado toda la solidez que era de esperar en un equipo que tenía que estar en todas las peleas de la parte alta de la tabla.
Con un playoff en ciernes frente al Laboral Kutxa que se me antoja complicadísimo y que es crucial para la clasificación europea de la temporada próxima, que aparezcan temas sobre el sitio que van a ocupar algunos jugadores el curso que viene lo veo como un error, jugarte a sólo dos victorias el futuro europeo frente a un club que ve el playoff como única posibilidad de enderezar un rumbo errático, que dura demasiado (más o menos como se ha vivido en años oscuros y recientes en Málaga), y que además para todos los susceptibles, tiene tanto peso específico en los despachos de todas las competiciones es tremendamente peligroso. No sabemos si el rival va a ser el Baskonia glorioso, o el equipo falto de identidad que ha vivido un auténtico quinario con cambios de entrenador y de jugadores hasta dar con una plantilla que con toda seguridad, ve como una oportunidad única el enfrentamiento ante los chicos de Joan Plaza para darse una alegría de una vez por todas en el transcurso de este año.
Sobre lo que pueda hacer el grupo que viste de verde, la verdad es que visto el partido de Bilbao parece que llueve algo menos. Ciertamente, el equipo no va a mudar la sensación de intranquilidad generada tras el parón por ganar un partido en la prórroga, pero aunque el impacto en la tabla clasificatoria no fuera crucial, el partido que se mostró el domingo no fue de dos planteles que transmitieran dejadez, desgana o poca implicación por estar pensando en el playoff a disputarse en cuatro días, el Unicaja se enfrentó a un equipo con ganas y toda la intención de conseguir el triunfo y que va a pelear por un mismo objetivo que el equipo de Málaga, y que como detalle, por si ha quedado atrás, está bastante mejor clasificado que el rival que va a oponerse al conjunto del Club Baloncesto Málaga.
Rumores -intencionados o no- aparte, los doce jugadores que disputarán el playoff desde esta semana, seguro que estarán con los cinco sentidos en el objetivo inmediato: pasar el primer corte, hasta ahí es donde han de llegar las miras del trabajo que realizan desde principios de temporada, cuando esté completado, a levantar la vista y buscar otro objetivo.