Lamentablemente, he tardado más de lo que quería en escribir del Unicaja. Me hubiera encantado haber escrito la previa de la final, pero las cosas terminan saliendo de una forma que no tiene por qué coincidir con los deseos de cada uno.
Entre los deseos que tenía estaban ver una final de Copa del Rey con la presencia del Unicaja, pero no hubo la posibilidad, nos tuvimos que conformar con repetir la historia del año pasado: final de la Minicopa entre los chicos de Manolo Bazán y el Real Madrid y final de Copa del Rey entre Real Madrid y FC Barcelona.
Más allá de los deseos, la semana de la Copa del Rey es momento de felicitar, sobre todo porque hay mucha gente y muchas oportunidades que se hacen merecedores.
Mis felicidades a Real Madrid y FC Barcelona. Con la disputa de la final dan comienzo a la consecución de sus objetivos y estar en el partido del domingo era algo irrenunciable, sobre todo por el brutal esfuerzo presupuestario realizado. Una pregunta, ¿en qué equipos no serían titulares Salah Mejri o Edwin Jackson? Es por mencionar dos jugadores que no valieron para disputar el torneo.
Felicidades también a la ACB, ya que el partido de la final era el deseado por todos, haciendo felices a RTVE y resto de medios deportivos, porque aunque no me guste, el status quo del baloncesto y de la vida en España no se entiende de otra manera. Aquí existen dos equipos con presupuestos que casi triplican al tercero en la liga y se ven de los ricos entre los más ricos del continente. En 1982, la ACB nació como intento de liberación del yugo que suponía la dictadura de los equipos de fútbol, ahora, con el paso de los años (y como sucede en la mayoría de las revoluciones), la situación de dependencia y de bailar al son que tocan los dos grandes es casi mayor? y encima, tenerlos provoca envidias.
Felicidades al Real Madrid por el título y a su presidente Florentino Pérez, que no sólo disfrutó de los dos partidos con triunfo de sus colores, sino que además pudo fotografiarse con los infantiles del equipo de Los Guindos, algo que debe alegrarle al mandatario blanco.
Felicidades a Chus Mateo y Zan Tabak, dos tipos que pasaron por nuestro Unicaja e hicieron un trabajo que todos le agradecemos, y por tanto me alegro de su éxito.
Felicidades a los árbitros, porque se ha cerrado otra Copa del Rey sin incidentes y sin actuaciones discordantes. No en vano, Pérez Pizarro hizo tan bien su trabajo en la semifinal de Unicaja que pitó la final. Dos cosas, aquí -como en el resto del artículo- que cada uno tire de ironía a su gusto, y Pérez Pérez está fuera de concurso.
Felicidades a Rudy Fernández, el cual ha encontrado su competición ideal. No sólo ha jugado como quisiéramos todos que jugara tanto en Euroliga como con la selección, sino que además no ha tenido problemas físicos que le aparecen de forma inoportuna cuando más lo necesita su equipo. Incluso ha podido quejarse de los árbitros en partidos en los que ha ganado.
Felicidades al primer equipo del Unicaja, aunque de esto dudaba, porque que te feliciten cuando pierdes no sienta bien, pero creo en serio que los chicos de Joan Plaza han cumplido con su trabajo, honesto y honrado, sin regatear esfuerzo alguno y cayendo ante un rival que necesitó sacar las mejores prestaciones a pasear. A mí también me hubiera gustado ver al Unicaja el domingo por la tarde, pero no por eso pienso que el trabajo no ha estado bien hecho. De ahí el felicitarles.
Felicidades al infantil del Unicaja. Tras el hito que fue para el club jugar la final de la Minicopa por primera vez en el 2014, este año el equipo de Manolo Bazán, con tres jugadores que repiten categoría (Paco Montiel, Gonzalo Hernández y Gody Dike) ha vuelto a tener una grandísima actuación. Otra final ante el Real Madrid que este año repitió la criticable opción de «alquiler de extranjero con opción a compra» en tres de sus jugadores. Supongo que dejando a otros chicos nacionales de los que trabajan a diario con el grupo digiriendo su decepción por quedarse fuera, algo demasiado habitual en las canteras de la elite de nuestro baloncesto. En el partido final, un encuentro de esos que puedes entregar casi desde el principio por la superioridad física del rival, y pese a la tortura (para muchos) que supuso tener que oír la retransmisión de Real Madrid TV, los chicos de Málaga, a base de trabajo y una lucha en muchos momentos desigual, no bajaron los brazos y obligaron a los madridistas a pelear hasta el final, vendiendo cara su derrota y haciendo que la afición malagueña esté orgullosa otra vez.
Felicidades también a La Opinión de Málaga y a la Cadena Cope, los dos medios en los que colaboro y que han dado una cobertura magnífica al evento, aunque bien pensado no es más que alargar lo cotidiano de todos estos años. Se nota quién hace bien el trabajo a diario, al llegar una ocasión especial sólo queda hacerlo aún mejor.
Resumiendo, mucha gente merece ser felicitada, pero en cuanto al Unicaja, sólo queda empezar a pensar en el próximo compromiso, con el comienzo a una nueva etapa. El punto de partida no es malo, muestra que la senda marcada por el entrenador es la correcta. A seguir por ella.