Tradicionalmente, en estas líneas suelo hablar de lo que me llama la atención del baloncesto en general y del Unicaja en particular, que haya mayor o menor afluencia de noticias puede ser por varias circunstancias, pero desde el pasado martes, aparte de los encuentros del equipo de Joan Plaza, ha habido movimiento sin dejar nuestro entorno.
La primera noticia, casi con la aparición de la columna del martes pasado fue el cambio en el banquillo del Clínicas Rincón, la decisión tomada por el Unicaja va encaminada a virar de manera radical el camino que había tomado el equipo que entrenaba Francis Tomé y que a partir de ahí llevará Paco Aurioles. Sobre el cambio, me quedo sobre todo con la frase que este último le daba a Fali Guerra en estas páginas: en la situación del Clínicas hay varios responsables más allá del técnico relevado. Son muchos los detalles a tener en cuenta, no sólo en el fondo, también las formas, pero además de tener la necesidad de rentabilizar la inversión en la idea de cantera que plantea el Club Baloncesto Málaga, que el proyecto del segundo equipo, sea filial, vinculado o como quiera llamarse ha de hacerse lo suficientemente atractivo para no ahuyentar la valiosa aportación de Clínicas Rincón. Es mucho más fácil cambiar de entrenador que a cuatro o cinco jugadores, pero como consuelo inútil para Tomé, es hombre del club y allí seguirá, además, tiene aún carrera suficiente por delante para resarcirse, dicen que si no te llega un cese no eres un entrenador completo.
Poco antes del partido ante el Fenerbahçe-Ülker, se reforzaba el equipo con la vuelta de Germán Gabriel, reconozco que no lo esperaba, sobre todo porque no estaba en el guión, a pesar de la vuelta de Maodo Nguirane al Clínicas, creo que la séptima temporada de Germán en cuatro etapas diferentes en Málaga, nos va a presentar la oportunidad de tener un jugador en la rotación interior que va a querer provocar el empujón ¿definitivo? a la integración tanto de Caleb Green como de Vladimir Golubovic, los cuales deben tener mayor peso y aportación en el juego del equipo. Teniendo en cuenta que los refuerzos a mitad de temporada me suenan poco habituales en la historia reciente, me parece muy bien que el club aproveche la posibilidad de reforzar al equipo con alguien como Germán, es algo que me alegra, y tras ver la sintonía con la grada, sólo falta plasmarlo en resultados. Una buena noticia, para empezar por él mismo y la inmerecida situación vivida en Bilbao.
Tras la noticia del refuerzo, el equipo se enfrentó a los chicos de Zeljko Obradovic, y otra vez salió cruz, repitiendo la derrota y provocando que tal vez el Top 16 vaya a terminar siendo un castigo. Problemas en el lanzamiento exterior y falta de energía en los momentos finales hacen que el “casi” se repita muchas veces y no creo que sea ni justo ni merecido no haber estrenado el casillero de victorias. No sé si hay plantilla para quedar entre los cuatro primeros, pero para poder pelearlo creo que sí, y de momento, no se puede.
El domingo se cerró la semana con el enfrentamiento ante el Laboral Kutxa, enemigo de los habituales pero que este año se ha quedado fuera de la Copa y que a día de hoy no jugaría playoff, pero el Baskonia se está recuperando, y más allá de la entrada y salida sin cesar de jugadores (algo que parece haberse frenado), parece que con la llegada de Ibón Navarro, hombre de la casa, se intenta resolver el problema como en su día intentaron hacer con Natxo Lezkano, aunque entonces no llegó a final de curso. Lo cierto es que entre el equipo de ahora y el de inicio de temporada hay pocas similitudes, no sólo por jugadores y entrenador, lo que transmite no tiene nada que ver, sólo hay que preguntar en Barcelona o Milán.
Aunque se puede decir que al equipo de Joan Plaza le costó, no es menos cierto que el partido fue muy duro, con un rival que no volvió la cara en ningún momento, incluso aprovechó ciertas facetas del juego cajista que no están aún al nivel necesario, sea por estado de forma o por rendimiento personal de algunos de los integrantes del plantel. Mientras tanto, el conjunto sigue arriba por méritos propios, algo que si bien puede que no signifique nada a final de temporada, ni mucho menos es un regalo de los demás, puede ser que en situaciones puntuales el equipo provoque que tal o cual rival esté por debajo de su rendimiento y esto se traduzca en una victoria, pero con dos jornadas de la segunda vuelta, la situación hay que valorarla, y sobre todo en positivo.