En esta semana, momento en el que todas las competiciones se han puesto en marcha, el Unicaja ha ¿redefinido? las funciones de Manolo Rubia y Carlos Jiménez dentro del organigrama del club. Hasta ahora, aunque el madrileño fuera el portavoz del club y adjunto a la dirección deportiva, todos lo veíamos como un complemento a las funciones que tenía el antiguo delegado del club y de la selección española, ahora, con la colocación de cada uno en el puesto que corresponde tras la nota que publicó el club, en Málaga tenemos la figura del Secretario Técnico, algo que tenía en la memoria más como referente al fútbol de los ochenta que a nuestro deporte, pero más allá de nomenclaturas y cargos, lo que nos interesa es que la labor de todos sea lo más fructífera que se pueda, será en beneficio del club, y es lo que termina importando.
Así pues, la mejor de las suertes para que de su mano traigan los hombres que Joan Plaza pida y necesite para llevar al equipo todo lo arriba que se pueda, vamos, que perpetúe el inicio de esta temporada en cuanto a resultados.
El inicio está claro que va de felicidad, relatando con sinceridad, el equipo ahora tiene altibajos y algo de irregularidad, pero estamos en octubre, y honestamente, sería peligroso que la forma del plantel fuera la que esperamos ver más adelante, la temporada con las competiciones que hay que jugar es muy larga y la exigencia será brutal, mucho más porque si se quiere apostar por todo, hay que ser muy duros, podremos hablar del mérito que tiene tal o cual equipo con su gente, pero éste, sin mirar la plantilla, los que están, los que podrían haber estado o los que no nos enteramos que iban a ser de la partida es el equipo de todos nosotros, y como tal, queremos que llegue a lo más alto, y para ello hay que pedirles el esfuerzo máximo con la mínima autocomplacencia.
Algo así es más o menos lo que transmite el entrenador. No es que a Joan Plaza lo conozcamos como si fuera de Huelin o El Palo, pero ya hemos visto varios entrenadores y cada uno tiene sus cosas. El catalán puede resultar más o menos simpático, en el trato es más o menos fácil y tiene las rarezas que tenemos todos: las que no nos entienden los demás (vamos, las mismas que yo). Hasta ahí decir que es como todos los que han estado en el banquillo cajista, pero creo que este año y poco que lleva el barcelonés en Málaga ha sido un acierto mayúsculo para el club, puede que para el entrenador, algunas cosas que lleve vistas no le hagan mucha gracia y que si fuera por él hubieran cambiado de forma radical, pero es algo que todos haríamos en nuestras empresas, por modesta que sea nuestra aportación a la organización donde estemos.
Ha dotado de comodidad a las relaciones diarias. Para mí, el discurso que vende Plaza me parece extremadamente constructivo, sobre todo muy sensato y de una claridad de ideas que en el conocido momento depresivo que llevaba atravesando el club desde hace tanto tiempo es más que agradecido por todos, estén en la organización o simplemente se acerquen al primer club andaluz sólo como aficionados. Plaza no sólo ha apelado al orgullo y ha reclamado la puesta en valor de pertenecer al Unicaja, cosa que hicieron otros en su momento (por recordar a alguno, Luis Casimiro), sino que además colabora a que el esfuerzo y el trabajo sean valorados, tanto por los jugadores como por los que se acercan al equipo. Respeto a los contrarios, recuerdo y honra por el esfuerzo y los logros conseguidos por los históricos que por una razón u otra ya no están en el club y sobre todo transmitir que todo el mundo es importante, algo que realmente me parece capital, mucho más cuando hablamos de un club en el que el único imprescindible es el propietario.
La anécdota del pasado domingo representada en forma de la pajarita en recuerdo del añorado Andrés Montes (el jueves 16 se cumplió el quinto aniversario de su fallecimiento) fue un buen detalle, al igual que el lamento sentido porque su color no fuera rosa, al querer homenajear también a las víctimas del cáncer de mama. Cosas que como decía mi padre eran baratas como la buena educación, algo que engrandece a la persona y a veces se extraña en algunos conocidos.
Como profesional está claro que los entrenadores pasan, de hecho me parece el elemento del paquete que más cerca tiene su fecha de caducidad (piensen en jugadores o directivos), pero está claro que ahora mismo lo mejor sería que la aportación de Joan Plaza se alargara en el tiempo, la renovación hace unas fechas fue una gran noticia, y para todos, creo que también para él mismo, está bien incluir los paseos por la playa con su perra Lluna o ver discretamente los partidos del Clínicas Rincón con su esposa entre las rutinas que se tienen en la vida, al fin y al cabo son las que nos hacen estar cómodos en nuestro día a día.