¿Qué sacamos en claro de la eliminatoria de semifinales entre Unicaja y Real Madrid? Cada uno saca las conclusiones que cree correctas, yo me quedaría con las siguientes.
Me ha gustado el equipo, jugar frente al mejor de Europa (aunque la Euroliga la gane el Maccabi) y poner a los chicos de Pablo Laso en todos los problemas del mundo es algo que no creía posible. He visto como los fallos anteriores se han ido aplacando poco a poco, la evolución del equipo a lo largo de la temporada ha sido la correcta, plasmándose en el playoff, y eso es algo bueno, tal vez por ser algo que echaba de menos.
Aunque pudiera decirse que es mala suerte enfrentarse al Real Madrid por su fortaleza, el enfrentamiento va a resultar muy provechoso, ya en su día dimos buena cuenta en Málaga de como rentabilizar una derrota, aunque Unicaja no pasara de semifinales, creo que puede haber un principio de recuperación gracias a lo que está ofreciendo el equipo este año.
Aunque es volver a lo de siempre, el trabajo de Joan Plaza es responsable directo de la reconciliación equipo-grada, aunque se decía que se acabó la época de gobierno por parte del entrenador, está claro que el ADN de este club reclama que el inquilino del banquillo verde tenga parte de los focos y el mando con él.
Para el tercer partido de la eliminatoria reclamo todo lo bueno del baloncesto de Málaga: la afición entregada, el verde en la grada, los gritos de ánimo y el empuje durante todo lo que dure el partido.
Quienes están ahora en Málaga y antes venían de rivales echan de menos la época en la que el público metía diez puntos en cada encuentro, el Real Madrid ha de sentir la presión, pero sólo eso, que Rodolfo Fernández se autodefina como un chulo (tiren de hemeroteca) y tenga esa misma actitud en la cancha que los abusones de guarderías no justifica nada, ni que él la tenga ahora (nos hubiera gustado verlo con “los mayores”, ante el Maccabi en la final de la Euroliga), ni que algún descerebrado se vista de verde y crea que va a hacer un servicio al club si se le ocurre pasar del abucheo al insulto. La victoria no vale imitar las actitudes que se han visto en algunos rivales.
¿Quién pita? Me da igual, no creo en predisposición, ni en finales teledirigidas, ni nada que se le parezca. Quiero retransmitir el partido en la Cope como siempre y no acordarme de los tres jueces.
El horario after-hour no vendrá bien, pero espero que ya metidos en el miércoles, cuando volvamos a casa, pensemos que el partido del jueves ha de ser otra fiesta para disfrutar de la entrega, el coraje y la ilusión que derroche el Unicaja y forzar el quinto partido en Madrid.
Y ganarlo, así de simple.