Echarlo(s) de menos

La semana pasada hablaba en esta columna del nivel de la ACB, y uno de los problemas que refería era la pérdida de recursos vía otras ligas.

La mejor liga del mundo ha sido, es y creo que será la NBA, puede que me guste la Euroliga, pero negar la influencia y la superioridad de la NBA sería una tomadura de pelo.

Personalmente la memoria me lleva a Fernando Martín como el primero que fue camino de la mejor liga del mundo, entonces se perseguía un sueño diferente, aunque el búlgaro Giorgi Glouchkov se adelantó al español, la presencia del mismo fue casi anecdótica. Fernando no triunfó allí, pero la forma de pensar fue cambiando, e invariablemente, la mayor tara del ser humano, los complejos, esas cosas que no le dejan crecer, fueron desapareciendo.

La semana anterior, el español que mejor palmarés puede acumular de momento en el baloncesto mundial, Pau Gasol, cumplió mil partidos en la NBA. Como nos suele ocurrir en la vida diaria y con las cosas cercanas, cuando Pau Gasol desaparezca de nuestro horizonte empezaremos a valorar lo que ha representado para el baloncesto en España.

El mayor de la saga Gasol Sáez ya es veterano, está en los Lakers, uno de los equipos con mayor impacto de la historia de nuestro deporte, aunque esté en las horas más bajas que mi memoria recuerde, ha hecho historia tanto en Memphis como en Los Ángeles, y su presencia con la Selección Nacional ha sido sinónimo de triunfo.

Que los números de Pau Gasol estén en casi 18,3 puntos y 9,2 rebotes por partido jugando tras 13 temporadas en la NBA y que salvo en momentos muy puntuales siempre haya jugado playoffs hacen que pasemos por alto un dato: siempre ha sido pieza capital en cada equipo en el que ha estado, es más estas cifras lo ponen al mismo nivel que nombres tan sonoros como Elgin Baylor, John Havlicek, Elvin Hayes o Kevin McHale.

No todo ha sido siempre de color de rosa, aunque la aparición al gran público llegó en la Copa del Rey que el FC Barcelona gana en Málaga en 2001, hasta entonces era un montón de posibilidades en un cuerpo envidiable, con todas las capacidades por descubrir y mucho por demostrar. Curiosamente el Gasol de categorías inferiores generaba más de una duda sobre su capacidad de llegar al nivel más alto del baloncesto profesional.

Encajado en la generación más exitosa del baloncesto español, no era titular en las selecciones inferiores, y no sé yo si de haber estado en otro equipo fuera del circuito de los importantes en cuanto a cantera (Real Madrid, FC Barcelona, Joventut, Estudiantes o Unicaja), hubiera tenido tanta atención. Pero junto a todas las cualidades que atesora, estuvo en el momento adecuado en el sitio preciso y como decía antes, seguro que cuando no esté se nos hará raro mirar para el otro lado del Atlántico y no tener una representación importante en el equipo con más glamour de la NBA.

Si el sitio preciso de Pau se puede situar en Málaga, para algunos malagueños se encuentra lejos de nuestra ciudad, ya hablé hace sólo dos semanas de Pepe Pozas el cual demuestra con el CB Valladolid que no era lógico que no tuviera oportunidades en la ACB, las victorias terminarán llegando, ahora es Alberto Díaz otro que se va aún más lejos para poder pelear por su hueco en la élite, algo que me hubiera gustado verlo conseguir aquí.

Tengo claro que a Pau Gasol lo echaremos de menos cuando no siga en la élite del profesionalismo, aunque tengamos otros jugadores en la NBA, algo de ciencia-ficción hace muy poco tiempo, el catalán es uno de los grandes y costará mucho llenar ese hueco. Espero que  los bases del Clínicas Rincón se asienten en la ACB y que sean jugadores de pleno derecho en la primera categoría del baloncesto nacional, más allá de soluciones para tapar carencias puntuales. Eso sí, mi deseo es poder verlos de nuevo en Málaga con la camiseta del primer equipo, como a cualquier canterano, que para eso están: para ser importantes y ayudar al primer equipo.