Creencias y experiencias

Dentro de los aspectos del juego y de la planificación de cada temporada se suelen tener previstos los altibajos, tener dientes de sierra en el rendimiento no deja de ser algo consustancial al devenir del curso, algo que a buen seguro los entrenadores quieren evitar o minimizar a toda costa.

En el último tramo que venimos observando del Unicaja tenemos datos curiosos, porque raro me parece jugar cinco partidos frente a FC. Barcelona, Bayern Múnich, Gipuzkoa Básket, Montepaschi Siena y Río Natura Monbús y que del balance de tres victorias y dos derrotas éstas últimas sean ante los equipos que a priori figuraban como más accesibles del grupo.

Ceñirnos sólo en las dos derrotas aumentará nuestra extrañeza, mucho más cuando se analiza el rendimiento de los jugadores y vemos como el juego interior puede aportar cinco puntos en dos partidos, todos ellos frente a los donostiarras David Doblas-Will Hanley-Charles Ramsdell-Julen Olaizola, un cuarteto que no debe meter miedo, aunque tampoco el trío gallego Mike Muscala-Oriol Junyent-Mario Delas tenía que asustar y el resultado es peor: cero.

¿Qué ocurre para que el rendimiento de Nik Caner-Medley, Domas Sabonis, Rafael Hettsheimeir, Fran Vázquez y Vladimir Stimac quede minimizado? Más que pensar en las causas, mejor dar con las soluciones. No me sirven razones como el cansancio o la ausencia del hombre más entonado del juego interior. La falta de Nik Caner-Medley o jugar tras los duelos de Euroliga no deben de servir de excusa. Esto es tan exigente que el equipo ha de rendir de forma que puede perder o ganar, pero no “borrarse” en según que partidos.

Sigo confiando plenamente en el grupo que forman los jugadores y aún más en el trabajo del entrenador Joan Plaza. Creo que se va en el camino correcto y se hacen las cosas bien. Es más estos altibajos en partidos no han de pillarnos como una novedad, aquí ya vimos como eran las temporadas con Sergio Scariolo sin ir más lejos. Aunque el catalán y el italiano no se parezcan, entiendo que la evolución del equipo, teniendo que focalizar su atención en la Euroliga, pueda hacerlo perder tensión pensando que el objetivo real viene más tarde, pero la propia competición termina situando a cada uno en su lugar, dejando claro si el nivel te sitúa en ser un equipo simplemente aceptable, alto o superior.

Ahora mismo, el equipo ha cumplido con lo que se le pedía, se ha clasificado en un grupo complicado en Europa para dar el salto a otro que no va a resultar más simple de resolver, pero cuento con la labor de quien los manda para dar con la solución para paliar la falta de dureza mental que a veces sacan a pasear. Ya que he traído el recuerdo de Sergio Scariolo, no dejo de tener en la cabeza que a este club cuando le ha ido bien es porque el entrenador ha tenido mando en plaza. Aunque me gustaría tener un proyecto definido de club y dejar chistes fáciles aparte, teniendo en cuenta que el presidente dijo en su momento que “esos días en los que mandaba el entrenador se han acabado”, me gustaría pensar que el rendimiento del conjunto va a ir erradicando partidos como el de San Sebastián y el de Santiago, demostrando así que la plantilla es válida para hacer cosas y que se ha acertado con el que se coloca en el banquillo. Así pues, teniendo en cuenta las experiencias anteriores, no estaría de más dejar que mande el entrenador para que los momentos dulces sean más que habituales y se consiga algo más que una discusión permanente.

PD: Teniendo en cuenta que mi publicación sale los martes y coincide con Nochebuena, sólo agradecerles que estén ahí desde hace ya un tiempo y desear para todos ustedes lo mejor. Aunque sólo sea porque seguro que también desean lo mismo para todos nosotros. Feliz Navidad.