Nueve partidos de competición: cinco en España y cuatro de Europa, seis victorias y tres derrotas, de estas últimas, sólo una en casa.
Hasta ahí los números del inicio de temporada, si hablamos de las sensaciones que viene transmitiendo el grupo actual del Unicaja, no hay nadie que se resista a poner en el mismo plano de comparación a la plantilla actual con la del año anterior. Vale, por muy inevitables que sean, las comparaciones son odiosas, poner en el mismo plano a los que estaban en este equipo al mando de Jasmin Respesa y de los que juegan ahora bajo la dirección de Joan Plaza no deja de ser un estándar, pero un acto de higiene mental para todos pasa por tener en cuenta el rendimiento del grupo actual al margen del anterior.
De lo que hemos visto en estos pocos partidos se pueden sacar las conclusiones que queramos. Que el equipo no es inmune a los bajones de rendimiento por lesiones, que la dirección de los bases no tiene la agilidad que exigen la ACB y la Euroliga, que el tiro exterior con Ryan Toolson y (cuando llegue) Txemi Urtasun será un arma realmente amenazante cuando se use de manera adecuada, que el juego interior puede ser realmente dominador si está equilibrado porque a veces parece demasiado rígido y falto de suministro de balones desde el exterior, y sobre todo, que en el tema defensivo, el plantel ha de estar muy bien y muy acertado para llegar a todas las ayudas que se proponen en individual…
Hasta aquí de momento, porque más de uno dirá que me pongo tremendo y que no puedo sacar conclusiones, mucho menos si de los tres últimos partidos se han ganado dos, encima con la ausencia del jugador que tiene un repuesto menos reconocido en la plantilla como es Nik Caner-Medley. Me gusta pensar que la afición en Málaga está educada en cuanto a nuestro deporte y que más allá del bienestar facilitado por un equipo que sin jugar bien consigue victorias, se comulga mucho con lo que expresó el mismo entrenador cuando decía que jugando de esta forma se perderían partidos. Joan Plaza lleva razón, y espero que el equipo muestre muchas más veces la cara de ser fiable y sólido como se ha visto en algunos momentos, tal vez por la forma de jugar y porque hay ausencias que han provocado que el grupo no haya estado junto y completo en la práctica durante la temporada. Esto provoca que el grupo todavía tenga que identificar los roles y las jerarquías necesarias aunque no se haya buscado un líder identificado, y que, como mejor noticia, el calendario juega a favor, estamos a principio de temporada, y aunque se vean cosas a mejorar, el punto de partida es óptimo tanto en la competición nacional como continental.
Pienso que queda mucho por trabajar y por conseguir, además, aunque en menor medida de lo que espero y me gustaría, los aficionados tenemos claro que esta plantilla tiene todo lo necesario para alejarse de lo vivido en años anteriores, así que sólo queda esperar que la evolución natural del trabajo, y cierta dosis de suerte en el tema de lesiones pongan al equipo en el sitio que esperamos: muy arriba.
Curiosas matemáticas: 9 partidos para 6 victorias y 4 derrotas.
No. Son tres derrotas: Valencia, Olimpiacos y Bayern. Sólo lo digo para subsanar el lapsus.
Las comparaciones pueden ser odiosas, pero también atractivas. La temporada pasada teníamos un ¿entrenador? lamentable, uno de los más sobrevalorados que hayamos visto en España. Ahora, en cambio, tenemos a uno que sabe lo que hace, independientemente de que luego los jugadores lo lleven a la práctica o no. Es el mejor fichaje para este curso.
Muchas gracias, ya está corregido en el blog. Un lapsus.
Me alegra haberlo cometido, así disfruto con los comentarios. Es un honor y un disfrute que me lean. Muchas gracias otra vez y un abrazo.