La evolución de la temporada lleva que pasen las jornadas, que se sucedan los partidos y que poco a poco veamos como progresa el equipo. En dicha evolución no sólo hemos de evaluar las circunstancias naturales de la competición como las lesiones, sino que además, al tener un calendario tan apretado que obliga a simultanear dos competiciones tan exigentes como la Liga Endesa y la Euroliga deja pocos instantes de relajación en la plantilla.
No parece haber empezado con buen pie el plantel actual, si recordamos, a Sergi Vidal lo encontró “averiado” Joan Plaza al llegar a Málaga, cosa que también ocurrió con la incorporación de Rafael Hettsheimeir que llegó con problemas, Txemi Urtasun y Ryan Toolson aún no han debutado y quizá la peor noticia llega con la lesión de Nik Caner-Medley.
¿Por qué lo peor?, cuando Unicaja no consigue dar salida a Zoran Dragic y el gran Eurobasket que realiza el esloveno en su país reconduce la confección de la plantilla, estableciéndola en trece componentes, se produce un exceso de miembros en la batería exterior del equipo, cosa que entre los hombres altos ni se produce ni hay tanta variedad entre el grupo que forman Fran Vázquez, Rafael Hettsheimeir, Vladimir Stimac, Domas Sabonis y el nuevo inquilino de la enfermería, Nik Caner-Medley.
Cuando escribo estas líneas, no hay aún un diagnóstico claro sobre la lesión del estadounidense de pasaporte azerí, el que los síntomas se manifiesten al tiempo del esfuerzo del partido contra el Galatasaray, sin traumatismos de por medio y que requieran reposo, cautela y todo lo que le viene rodeando no es buena señal, no sólo por la importancia, sino porque es quizás el que tiene más complicado su recambio.
Pese a la victoria en Badalona, y a los buenos momentos que está ofreciendo Domas Sabonis, no seríamos justos pensando que el joven criado en Torremolinos está obligado a dar un paso al frente si la ausencia del jugador de la Universidad de Maryland se alarga, además, la presencia en la posición de “cuatro” de cualquier otro jugador es una solución que se puede aplicar de forma puntual, no hacerlo un pilar básico del juego del equipo.
Hay que dar por buena la victoria en Badalona porque ya irán llegando partidos que no se ganen aún mereciéndolo, pero observando como funciona el entrenador, seguro que no puede estar contento, sobre todo porque el que haya ausencias no ha de justificar que el rendimiento no sea el que necesite las dificultades que plantee el adversario. Si el equipo ha sido capaz de jugar en momentos mejor que bien frente al Galatasaray, lo que se encuentre enfrente en los rivales inmediatos requiere que esté todo lo arriba que sea necesario, se incorporen o no los lesionados o haya más ausencias. De entrada pensar que la poca tradición en competición europea del Bayern Múnich lo hace fácil, sería la base de los chistes fáciles y poco inteligentes que harán aquellos que sólo hablan de fútbol y fútbol, pero yo considero que nuestro deporte es de gente lista, tal vez porque todos los puntos no hay que sumarlos de uno en uno, pero el equipo de Svetislav Pesic no sólo lo está haciendo bien, sino que además será un adversario más que duro en el Audi Dome. Además el peligro vivido en Badalona ha de servir de aprendizaje, lo cual no deja de ser el momento de la temporada en el que nos encontramos.
PD: Hablando de lesiones, lamento mucho que Bernardo Rodríguez haya quedado fuera del choque del domingo, una pena no volver a ver en Málaga al que –para mí- sigue siendo el capitán de este equipo. Que el brazalete “virtual” siga huérfano me da que pensar, ¿llevaré razón? Ponte bueno pronto.
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