La derrota

Con el partido del pasado domingo, aparece la primera derrota del Unicaja en la Liga Endesa. Como es natural, hay que decir que tenía que llegar, que son cosas del deporte y todo eso, pero como yo respeto a mis lectores no quiero sacar a pasear los tópicos, que para eso ya tenemos a Velimir Perasovic.

Convivir con la derrota o la posibilidad de ella está en el juego, la evolución del equipo de Joan Plaza es algo que tenemos que ir observando, esto además se pervierte de alguna forma al no haber contado con dos jugadores capitales y que comparten posición como ocurre en el caso de Toolson y Urtasun, por lo tanto hablar sobre la evolución hay que ponerlo un poco en segundo término.

El camino del equipo agrada mientras tanto, no sé si el peso del pasado reciente es tan grande que se necesitan las buenas noticias en modo catarata, o que la sencillez a veces termina siendo suficiente para hacer las cosas bien. Me quedo con esto último.

Aún en las derrotas, los hombres del equipo de Los Guindos han dejado buenas sensaciones. En el partido del Valencia Básket nos quedó confirmado que es muy difícil recuperarse de un año en el que se pierden muchos minutos, algo que Carlos Suárez y Rafael Hettsheimeir están demostrando en este arranque de competición. Que a los que van de guerreros les resulta más fácil adaptarse, como se ve en los casos de Jayson Granger, Vladimir Stimac y Nik Caner-Medley. Y sobre todo, la mejor noticia está en que Domas Sabonis es uno más de la plantilla, que si se gana los minutos los tiene, no teniendo que soportar golpes de teatro por parte del entrenador de turno que habla de cantera, pero que después sólo proporciona a los chicos jóvenes de los famosos minutos de la basura.

Otra cosa que me gustó del partido fue empezar a reconocer que la afición está reconciliándose con el equipo. Oír como la gente de la grada hablaba y culpaba a los árbitros (no voy a hablar de ellos porque no lo hago nunca, me aburre tanto como hablar de política) de la derrota no es mala noticia, sobre todo porque salvan al plantel. Perdonar la mala actuación del equipo en gran parte del encuentro es un buen síntoma, sobre todo por la buena voluntad observada en el entorno y el nexo de unión que comienza a restablecerse entre grada y pista.

La duda que podíamos tener sobre el rendimiento del equipo es la misma que podemos tener en lo que puede terminar existiendo entre equipo y afición. Dudas de toda índole, pero creo que el equipo anda de forma correcta en esa acción imprescindible que significa recuperar parte o todo el terreno perdido en los últimos años. Durante la temporada tendremos actuaciones en un sentido u otro, momentos que nos convencerán en todo o en parte, pero lo que ha mostrado de momento el grupo que comanda Joan Plaza ni mucho menos desagrada, aunque el camino va a ser largo, mejor iniciarlo así.