Tras los últimos partidos del Unicaja ha llegado la tranquilidad. Se da por buena la presente racha. Se piensa que con el paso de las jornadas el equipo va a hacer bien su trabajo y que se va a alcanzar las posiciones de play off de la ACB y también –con suerte– de la Euroliga. Pero mi pregunta es si la opción que se ha elegido es la válida para dar el visto bueno a este proyecto. Si el éxito o el fracaso de la inversión realizada está en dejar respirar mientras haya victorias y empezar a disparar conforme se pierdan partidos. Yo no lo veo lógico, sobre todo porque esto también se hace desde dentro, no sólo la prensa.
Que la crisis que tiene el baloncesto en Málaga es algo que trasciende más allá del plantel cajista de este año, está claro. Que son demasiados años pinchando en hueso, también. Si además se le une el éxito histórico del Málaga CF, pues son muchas cosas en contra. Me he referido al equipo de fútbol, que siempre ha sido el pariente pobre, con circunstancias realmente dramáticas y que no deseo que viva nadie. Pero ahora que está pasando por su mejor momento histórico, no puedo dejar de pensar donde está su éxito. Jeques aparte, casi todos coinciden en la valía de su entrenador. Pellegrini se dedica a la faceta de técnico y de representante de la entidad. Pero si miro algo más atrás recuerdo a Fernando Hierro. Un Director General es lo que creo que más necesita el Unicaja y que más echan de menos ahora en Martiricos, sobre todo porque sería el responsable de acallar rumor tras rumor.
En Los Guindos ya existió esta figura o al menos alguien cobró como si lo fuera. No me vale que la apuesta saliera mal. Si realmente se cree, en una función definida y una responsabilidad concreta, que se contrate ya a alguien. Que sea el portavoz del club hacia el exterior y que sea responsable de lo que se realice en cuanto a distribución del presupuesto, fichajes, cantera y las relaciones con el exterior, algo tan deteriorado en los últimos años. Un director general real tiene que remitir al director deportivo a proponer jugadores para el club, al gerente a cuadrar los números y al presidente a funciones representativas, tiene que defender al club ante ACB, FEB y Euroliga. Tener claro hacia donde va el club y qué proyecto ha de desarrollar, qué función y qué peso específico tiene la cantera, decidir si el objetivo es subir jugadores al primer equipo o ganar títulos en categorías inferiores. Y sobre todo, dejar claro que este club es un poco de todos, también de esos pocos que quedamos en el pabellón y que en muchos momentos han pensado que últimamente parecen los mayores enemigos de su equipo de siempre.