Este fue el grito que profirió hace pocos días el diputado de Podemos Xavier Domènech en la tribuna de oradores del Congreso. Con esa interjección lavaba su mala conciencia por comprar el relato xenófobo del nacionalismo con los andaluces.
Poco después otro de Podemos gritaría ¡Viva la Guardia Civil! Curiosamente, Podemos recibió en el Congreso de los diputados a los familiares de los matones que apalearon a guardias civiles en Alsasua.
Cada vez que Podemos grite ¡Viva!, que el colectivo emplazado se ponga a cubierto.
Es frecuente que las bancadas de Podemos aplaudan a Esquerra, a Bildu, a CIU o al PNV ¡al PNV!, que es el carlismo, el partido más conservador de España. ¿Qué objetivo común comparten los nacionalistas vascos y Podemos? ¿Qué une a Podemos y a quienes apalean guardias civiles? ¿Qué vincula a Podemos con ERC o Bildu? ¿Por qué Podemos está siempre con los nacionalistas y con quienes agreden a los representantes del Estado?
Podemos utilizó los desahucios, la pobreza, el desempleo, el dolor de las personas durante la crisis. Ahora han pasado página con estos temas. Ya tienen los escaños. Ya están en las instituciones. Ahora se ubican con quienes pretenden el desahucio más grande de la historia. El que pretende convertir en extranjeros a gente en su país. Ada Colau ya se ha quitado el disfraz de Superlópez – grande Jan – y prepara el desalojo de millones de personas.
Mientras claman por los refugiados, levantan un nuevo muro.
Podemos comete alta traición con la clase obrera impulsando la fractura del Estado, que es la idea más social que existe. Podemos impulsa la destrucción de España porque creen que es una idea de derechas. Apoyan quebrar la solidaridad entre las personas.
Podemos sostiene que las zonas con rentas más ricas puedan dejar de contribuir al sostenimiento del Estado Social que hemos pactado proporcionarnos. Esta izquierda de falsa bandera traiciona a todos los obreros de España, muchos confiados fueron a trabajar a Cataluña haciéndola una región más rica.
Obreros de toda España que con sus impuestos pagaron las Olimpiadas que engrandecieron Barcelona, porque con ello se impulsaba a toda la nación. Tengo familia que fue a Cataluña desde Jaén sabiendo que no salían de su país. Sabían que trabajaban por ellos y para el sostenimiento de todos. Hoy, viven su traición con cierto asombro, andaluces de izquierdas que no entienden cómo les apuñalan de ese modo.
Para colmo, la ocurrencia de Podemos en Andalucía: que pueda tener su propio referéndum secesionista. Evidentemente, los nacidos en la tierra de Séneca, no compran sus chorradas. Y lo que es peor para Podemos, se percatan de su colaboracionismo con quienes les insultan y quieren hurtarles un trozo de su soberanía, de sus derechos y de su país.
En estos días han apoyado el referéndum secesionista. Ahora quieren reubicarse y reescribir los hechos, se disfrazan del remanente culpable de The Leftovers, de blanco nuclear, y dejan por un momento de ser los mamporreros del nacionalismo ante el desplome en intención de voto por traición de clase. Pero sólo por un momento, volverán junto a Bildu, ERC o el PNV.
Es un error frecuente en la burguesía fruto de la endogamia en la universidad el pretender tutelar a quienes dicen representar.
No crea el señor Domènech que basta con gritar vivas. Un andaluz se da cuenta de la falsedad de esa exclamación rápidamente y por dos vías. La primera y más frecuente: que asumen como cierto el discurso del secesionismo del andaluz vago y paniaguado (del que en TV3 tienen horas en ejemplos), porque asumen como cierto el España nos roba que diseñaron desde el clan más ladrón que conoció el Mediterráneo . Pero si quien le escucha es un andaluz que no sigue la actualidad política, se percatará de que es un viva traidor porque cuando por aquí gritamos ¡Viva Andalucía!, siempre siempre le sigue un ¡Viva España!