Sin UMA Convive todo sería más difícil

ENRIQUE GUTIÉRREZ

Hoy en día, estamos frente a una sociedad muy «solidaria». Raro es el día que a través de las redes sociales no encontramos a cientos de personas en protesta por una sociedad igual entre hombres y mujeres, una sociedad que no maltrate a los animales o por una sociedad que deje de ver como algo malo o extraño al colectivo LGTBI. Pero, lo que no veo tanto es apoyo a las personas que padecen algún tipo de personas con discapacidad. Muy pocas son las organizaciones que tienen repercusión (ONCE, DOWN…) que podemos encontrar, y como persona con alrededor de un 20% de visión me veo en la necesidad de luchar por nuestros derechos. Raro es el local que está perfectamente adaptado para personas en silla de ruedas, raro es el restaurante que tiene una carta con letras legibles para personas con poca vista. Por eso debemos de estar doblemente agradecidos a la UMA, lugar donde estudio actualmente, y organizaciones como la ONCE, que me lleva haciendo la vida más fácil desde que tengo uso de razón. Estas organizaciones estan rompiendo barreras y están consiguiendo que nosotros, los discapacitados, no tengamos miedo al mundo real, en el que no tenemos su ayuda ni la ayuda de nuestras familias. Un mundo que se nos hace doblemente duro, al que tenemos que echar el doble de ganas cada día y al que gracias a la entrega de estas personas podemos afrontar con un poco más de positivismo.

Ya solo queda esperar que esto se contagie a todo el mundo, y que en un futuro, que esperemos no sea muy lejano, sea la sociedad la que se adapte a las necesidades de la gente y no las personas con necesidades las que se adapten al mundo.

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