El reto de aprender a ser emprendedor

S. FERNÁNDEZ / M. D. MEDINA

La UMA está recogiendo ya los frutos de su apuesta por el emprendimiento como indica la alta tasa de supervivencia, del 85%, de las empresas que han pasado por el espacio Link by UMA-Atech en sus dos años de existencia

Términos como startups, networkings, spin off, incubadora de empresas o, por supuesto, emprendimiento forman parte hoy del universo laboral de los jóvenes y la universidad no es ajena a ello. Al contrario, el territorio universitario es generador de un ecosistema emprendedor que permite a los estudiantes formarse en una de las asignaturas más importantes en el panorama laboral, el emprendimiento. Una realidad palpable en eventos como la III Feria de Empleo de la Universidad de Málaga celebrada este mes, donde se dieron cita más de 3.000 estudiantes a los que las empresas y entidades presentes transmitieron que la experiencia emprendedora es un valor que cotiza al alza. El contexto económico, social y laboral se ha transformado en las últimas décadas y ahora les toca a los egresados tomar la iniciativa.

La UMA ha sido pionera en este campo y lleva ya 20 años generando iniciativas orientadas a fomentar el emprendimiento como el Concurso Spin-Off de creación de empresas por parte de universitarios. Una semilla que se sembró hace dos décadas y que hoy es parte de la línea estratégica de la UMA, como apunta el vicerrector de Innovación Social y Emprendimiento, Rafael Ventura. «La contribución de la universidad a la mejora de la competividad de las economías, del bienestar de las sociedades, es la generación de capital humano cualificado para generar iniciativas emprendedoras», explica.

En este sentido, la UMA tiene claro que no puede ni debe hacer este camino en solitario. Por ello, ha puesto en marcha una estrategia de emprendimiento basada en establecer «colaboraciones estables y fuertes con el resto de actores del ecosistema de emprendimiento de la ciudad». «La colaboración entre la universidad y la empresa no es sólo un reto, sino una estrategia. Hay que sumar», apunta Ventura. Y así lo están haciendo por ejemplo en el espacio Link by UMA-ATech, donde estudiantes, emprendedores, empresas y expertos comparten ideas que dan lugar a nuevos proyectos y que de momento está teniendo unos magníficos resultados. De los 22 proyectos que han pasado por Link en sus dos años de existencia –procedentes del Concurso Spin-Off–, la tasa de supervivencia ha sido del 85%. Un logro que el vicerrector de Innovación relaciona con la formación que se facilita durante este periodo de incubación de los proyectos, personalizada y dirigida especialmente a proyectos de base universitaria. Además, también juega un papel fundamental el programa Polaris, que permite a los emprendedores contar con la ayuda de un mentor especializado en el ámbito empresarial.

El esfuerzo de la UMA por establecer sinergias también queda patente con su participación en eventos como el Málaga Innovation Festival (MIF), que organiza en junio el Ayuntamiento de Málaga con la colaboración de la universidad y otras entidades. Será una semana dedicada al emprendimiento en la que la UMA quiere estar presente. En el marco del MIF tendrá lugar el EBAN Annual Congress 2017, el evento más internacional de business angels. Hoy por hoy y dadas las dificultades para lograr financiación, una figura clave en el proceso de emprendimiento al apoyar a los jóvenes en las fases iniciales de sus empresas.

Estas y otras muchas son las herramientas con las que cuentan hoy los universitarios malagueños para adentrarse en el mundo empresarial. Pero, ¿están ellos dispuestos a hacerlo? ¿Es una necesidad obligada o una elección consciente? Según Rafael Ventura, «estamos probablemente ante la generación universitaria más emprendedora», lo que relaciona no obstante con el contexto actual. La estabilidad ya no es una característica asociada al trabajo y el empleo público ha pasado varios años difíciles, lo que ha generado «un caldo de cultivo que viene acompañado de una forma de vivir donde casi todo es incierto», explica el vicerrector. La experiencia le dice que los universitarios han incorporado de forma más natural la incertidumbre y el cambio, factores que marcan el escenario laboral y la actividad emprendedora.

Emprendimiento multidisciplinar
El contexto es igual para todos, pero ¿hay grados universitarios más emprendedores que otros? El objetivo de la Universidad de Málaga es que el emprendimiento sea multidisciplinar. En el sentido de que las ideas «vengan desde distintas disciplinas y además que los equipos que las desarrollan sean multidisciplinares. Sin embargo, el peso lo llevan aún los proyectos de base técnica, que de todas formas necesitan también un perfil empresarial, de negocio o de diseño. «Los perfiles de humanidades son interesantísimos para cualquier tipo de empresa. Ayudan mucho a la consecución de soluciones», añade Rafael Ventura. Por el espacio Link by-UMA han pasado proyectos procedentes de grados técnicos, de Ciencias de la Salud, del ámbito de la Psicología, del Derecho e incluso del grado de Estudios Orientales.

Hay equipos que llegan a la incubadora de la UMA ya formados y otros lo hacen en los propios programas e iniciativas de formación de la universidad como el concurso Ideas Factory, otra de las iniciativas para impulsar el emprendimiento que tiene la institución académica malagueña y que este año ha celebrado su quinta edición. El evento está más que consolidado como demuestra la alta participación este año con más de 150 alumnos y 200 ideas que daban respuesta a problemas reales. Sólo 12 llegaron a la final del concurso y tres de ellos fueron premiados. Aunque al resto les queda la satisfacción de haber desarrollado un proyecto propio.

Esta es una de las ventajas de emprender, unido a la sensación de logro, la autonomía y, sobre todo, la intensa experiencia de aprendizaje. «Quienes participan en una iniciativa emprendedora adquieren en un tiempo relativamente corto competencias que en programas formativos o un máster tardarían mucho más o incluso no las alcanzarían», explica el vicerrector, que añade que las grandes empresas se asoman hoy a las aceleradoras en busca de talento.

El principal obstáculo para emprender continúa siendo la financiación, además del riesgo y el contexto de incertidumbre. Frenos que la UMA admite pero que no impiden que siga apostando fuerte por el emprendimiento. Así, ya está en marcha una nueva edición del concurso Spin-Off, cuyos proyectos se pueden presentar hasta el 23 de junio. Además, esta misma semana, los ganadores del ‘Entreprenurial Brains Made on Campus’ (EBMC), celebrado en Link by UMA, están defendiendo sus proyectos en la final de este certamen en Alemania. Tendrán que desarrollar sus propias ideas de negocio basadas en un desafío innovador.

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