LA CATARINA presenta su primera cerveza elaborada en el corazón de Marbella. Esta marca tiene un atractivo bar donde se encuentra la fábrica donde se elaboran sus deliciosas recetas. Golden Mile, una finísima y refrescante Blond Ale; Sierra Blanca, su especiada American Wheat Beer; Altos Hornos, una deliciosa IPA y una Cascadian Dark Ale con el nombre de Cruz de Juanar.
Con 10 grifos de cerveza artesana y muchas más en botella, se puede decir que son el punto de referencia en cuanto a cerveza artesana de la zona. Cuentan con un gran espacio con sofás, mesa de billar, dos terrazas y una barra para disfrutar de la buena música, buenísima comida y excelentes cervezas. Además, LA CATARINA siempre están organizando algún evento como música en vivo, DJ’s, exposiciones y proyecciones.
Desde hace un tiempo en muchos países extranjeros y cada día más en España se habla de la Cerveza Artesana. Hay muchas opiniones acerca de lo que se puede considerar una cerveza artesana y sería casi imposible poner a todo el mundo de acuerdo. Pero para estos jóvenes emprendedores lo más importante es que es un producto hecho con amor y de gran calidad. Por eso, para LA CATARINA, una cerveza artesana significa:
No reparar en gastos de materia prima. A diferencia de las cervezas industriales, la artesana no usa ningún producto fermentable de baja calidad (maíz, arroz…) para abaratar los costes de producción.
No servir un producto estéril. A la cerveza artesana no se filtra ni pasteuriza. ¿Qué conseguimos con esto? Servir un producto vivo lleno de propiedades saludables y rico en vitaminas, un producto fresco que su buena maduración esta sujeta a la manera en la que almacenamos el producto. Al igual que un a vino de calidad, a la cerveza artesana no le gustan las temperaturas extremas. A excepción de algunas cervezas de guarda, una cerveza artesana suele tener una caducidad de un año desde el día de envasado.
Exclusividad. Si hay algo en lo que se parecen todos los productores artesanos es en que sirviendo el mismo producto todos son diferentes. Existen una infinidad de maltas, lúpulos, levaduras, aguas e incluso otros ingredientes que se pueden usar para hacer el producto más especial. En el caso de LA CATARINA usan lúpulos que llegados de cada esquina del mundo, con lo que consiguen un producto exclusivo y único.
Variedad. Hay una infinidad de estilos diferentes: rubias, lagers, negras, IPAs y la lista continúa. Cada día sale algo diferente y con ello se crea una expectativa. Como con la cocina creativa, la cerveza artesana no deja de sorprender y reinventarse a si misma.
Un producto de culto. Desde coleccionistas, aficionados, clubs de bebedores, ferias y catas. La cerveza artesana levanta pasiones por donde pasa.