A seguí bien

27 Abr

Hola. Una vez acabada la Semana Santa –realmente la Semana Santa acaba cuando dejan de sonar los coches con la cera- y con el Señor ya resucitado, lo mejor es regresar a opinar de las cosas. Y para cosas las que están sucediendo con el asunto del Astoria.

Qué gran verdad es ésa de que el gran enemigo de Málaga es ella misma. Sus gentes son las únicas capaces de machacarla como nadie jamás podrá. Además de la peor manera. Con sentimientos y dolor. Pero nos hemos encontrado con una nueva faceta posible en la ciudad y es la de ser capaces de crear visiones negativas de personas muy buenas. Y eso puede llegar a pasarles con Antonio Banderas.

Hace unos meses salía a concurso el futuro del Astoria. Sí. El solar carísimo debido a una pésima gestión municipal. Y para que fuera todo más bonito y positivo sacaban a concurso la idea para dicho espacio.

En principio, cualquier tipo de concurso viene cargado de recelos pues uno podría llegar a pensar que esas cosas son meros teatros que se van a adjudicar al que esté dicho previamente. Pues bien. Una vez revisados todos los proyectos, quedan descartados los mismos salvo uno que, al parecer, resulta tener muchas posibilidades de salir por sus bondades.

El elegido, el del primer premio, resulta ser uno titulado “Ecos urbanos”. Un compendio dentro de un mamotreto que une cultura, actividades, promoción, usos múltiples, creatividad social y un sinfín de palabras de esas que solamente se usan en los concursos con las administraciones públicas pero que, si se tratara de privados, te tirarían a la cara.

En el total de los presentados hay un denominador común: blocaco. Sí. Todos han comprendido que lo interesante es derribar el muro que hay para levantar otro con materiales más modernos pero que siga cerrando la visión de un lugar que pide a gritos estar abierto.

El concurso público ha tenido a bien proponer una votación popular para que la gente decida. Al hacer el recuento de votos, el ganador con una diferencia de más de doscientos ha sido un proyecto “Cave-A”, una idea basada en un edificio singular centrado en torno a un auditorio. Por desgracia la votación popular no tiene ningún tipo de valor. Cero. Nada. Bueno, sí, un reconocimiento con un premio que viene a ser lo mismo que una palmadita en la espalda.

Fíjate si vale poco que, en el ranking oficial legal, esta idea ha quedado en tercer puesto por encima de “Ecos urbanos” y -ojo al nombre- “Paulo Picasso sobre un burro” que giraba en torno a la construcción de un hotel y que quedaba en octavo lugar según la votación del ciudadano.

Bien. Explicados los datos hay que sacar conclusiones. La primera es que no siempre la opinión pública es la que debe llevar razón. El público general no conoce los pormenores de la ejecución de un proyecto de dichas magnitudes, qué capacidad de absorción del proyecto tiene el ayuntamiento y qué parte un privado, qué viabilidad merece la pena, etc. Es por eso que, en parte, se entiende la discordancia. En segundo lugar hay que observar cómo todos los proyectos guardan ciertas similitudes tanto en las formas como en el objeto vacuo: Mucha pared blanca, mucho acero, cristales y espacios volando aderezados con aliños de cultura extraña y una pizca discreta de “usos comerciales” que serán los que den de comer al bicho. Salvo uno. Caven-A. Este parece distinto. Guarda diferencias tanto en su forma como en el concepto siendo un uso más determinado el que se quiere adoptar.

En cualquier caso, ya hay ganador. El primero. El de los ecos urbanos. Que lo firma Seguí –el arquitecto top de Málaga- y que viene con el respaldo de Antonio Banderas. Y qué cosas que, una vez cerrado el asunto y con la cosa de que no ha ganado el que la gente ha dicho, el Alcalde dice públicamente que el proyecto que gane debería tener el respaldo de una figura relevante. Je. Qué cosas tiene este buen hombre. Y es que no existe en la ciudad, vivo, una figura más relevante que Antonio Banderas y da la casualidad que él participa en uno de esos proyectos que, reiterando la casualidad, resulta ser el favorito del munícipe.

Y aquí encaja fielmente la reflexión inicial. Porque ese tipo de comentarios hace que la gente coja recelo con este tipo de gestos. Ya que desde fuera da la impresión de que se hará un pliego a la medida del proyecto que quieren que gane. Porque se nota desde Lebrija que la dupla Seguí-Banderas no tiene competidor hagan lo que hagan y por lo tanto no hay posibilidad alguna de segunda vuelta. Parece incluso que, el segundo puesto lo han dado a uno de los peores proyectos para que parezca que la cosa no está medio enjaretada desde dentro. Apariencias.

Antonio Banderas es un ciudadano malagueño brillante. Ojalá se presentara a alcalde por el Partido Socialista. Saldría seguro ganador. Y seguro que lo haría estupendamente. Pero el amor y el cariño se demuestra a las personas con respeto que es el mayor de los tesoros que alberga el hombre. Pero los aplausos descarados, las azoteas en exclusivas de periódico y los pliegos sin concurso no hacen sino empañar de manera pasiva la figura de alguien brillante. Flaco favor se le hace a aquél al que se quiere vanagloriar. No lo necesita. Estoy convencido. Y es seguro que ruborizaría al mismo actor cualquier tipo de avalancha de gestos por lo bajini para demostrar lo mucho que aquí se le quiere.

El amor también se demuestra andando. Dejando a la gente vivir en paz y agradeciendo de la mejor manera posible su capacidad de proyectar Málaga en el mundo entero. Pero sin estas tonterías. Que queda cutre. Queda de pueblecito y no de capital europea.

Que gane el mejor. Y ojalá el mejor fuera el que muchos queremos. Que se derribe ese bloque tan horrible y quede abierta esa plaza. Que se vea la claridad en una Merced sin sombras. Que el túnel de la Alcazaba sea el que te catapulte hasta una plaza histórica llena de belleza y no te estampe hacia un muro de acero y hormigón.

Eso. Que gane el mejor. Y el que tenga el apoyo de alguien relevante. Y como no aparezca el Cautivo y diga por milagro divino que le gusta “Caven-A”, me da la impresión de que todo va a Seguí igual.

Viva Málaga

 

2 respuestas a «A seguí bien»

    • No sé, pero yo lo veo “ajustado a derecho”; quizá sea que algunas veces no se entiende la ironía de quien escribe y damos por hecho que esa persona está de acuerdo con el tema en cuestión cuando en realidad lo que está es poniéndolo “a caer de un burro”. Y sí: estoy de acuerdo en que Antonio Banderas no necesita para nada verse involucrado en ningún tema que pueda levantar el más mínimo recelo, cosa que por desgracia suele ocurrir con demasiada frecuencia en esta Málaga de nuestros pecados, “madre para todos y madrastra para sus hijos”. “De los escarmentados salen los avisados”, y los malagueños hace ya mucho tiempo que andamos con el díptero tras el pabellón auditivo. Y no, no hacen falta más cemento ni más cristales; con lo que ya tenemos, vamos “sobraos”…

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