Moreno Carbonero ha perdido la cabeza

23 Abr

Hace tres años que el busto al pintor Moreno Carbonero amaneció como un ajusticiado de la Revolución Francesa. Nadie sabe dónde está su testa

En una de las novelas más divertidas de todos los tiempos, El asno de oro, de Apuleyo, un joven romano atraído por la magia mete la pata y en lugar de transformarse en pájaro, como deseaba, se transforma en asno y se ve envuelto en una sucesión de locas aventuras.

19 siglos después de su publicación, en Málaga se ha hecho realidad el episodio principal, porque una anónima criatura de dos piernas y supuesto cerebro de Homo sapiens se transformó hace unos tres años en un burro de las patas a la cabeza.

Porque sólo una acémila pudo hacerse entonces con la cabeza del ilustre pintor malagueño José Moreno Carbonero, una obra artística que no molestaba a nadie y que nuestro asno anónimo arrancó de cuajo, quien sabe si de un buen bocado, de su emplazamiento original en el arranque de los Jardines de Puerta Oscura.

Porque lo llamativo es que se trataba de un busto de mármol del artista y tras el ataque de burricie, lo único que quedó de la pieza fue todo lo que va desde el cuello a la peana, restos que el Ayuntamiento conserva en sus dependencias.

Fuentes municipales explicaron a esta sección que cuando se toparon con el desaguisado animalesco, hubo una importante batida en busca de la cabeza perdida en los contenedores de la zona, los jardines y las fuentes, sin resultado. La conclusión que sacan es que o bien la cabeza terminó voleada en un radio más amplio o bien nuestro asno anónimo guarda su trofeo en su establo privado.

Pero, ¿pueden deducirse inquietudes artísticas en un sujeto que arranca cabezas de estatuas de cuajo?

Lo paradójico del asunto es que el busto es un pseudo Benlliure, si permiten la expresión, porque el escultor valenciano modeló en 1902 un busto en bronce de José Moreno Carbonero que en 1958 fue cedido a perpetuidad por el hijo, José Moreno Castel, a la Academia de Bellas Artes de San Telmo, institución de la que el pintor malagueño era académico de honor. La cesión, sin embargo, no se materializó hasta 1973, después de la muerte del hijo. Puede que veamos este busto hecho por Benlliure en el Museo de la Aduana la década que por fin abra.

La escultura en mármol descabezada en los Jardines de Puerta Oscura es por tanto una copia del original de Benlliure. Fue realizada hacia 1958 por Alonso Jiménez, explica la profesora y académica Teresa Sauret en un completo trabajo con motivo del 150 aniversario del nacimiento del artista.

La obra arrancada a mordiscos por nuestro burro anónimo ya había sufrido lo suyo, pero en pequeñas dosis. Como destacan las fuentes municipales, el pintor malagueño había asistido a la rotura de su nariz y de una oreja, y más de una vez habían arrancado las letras con su nombre.

Pero nunca Moreno Carbonero había llegado a perder la cabeza. Una verdadera coz al Arte y la Cultura.

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