La semana anterior, el grupo socialista del Ayuntamiento de Málaga acusó de despilfarro al Delgado del área de cultura, D. Miguel Briones; por lo visto, se gastó 35000 € en la edición de dos tomos, trescientos ejemplares, donde se reflejaba la actividad que su área desarrolló. Jovellanos ingresó con honra en la historia de la literatura española por el cuidado y mimo con que redactaba la prosa de sus memorias e informes. El Delegado de Cultura de Málaga puede pasar a esa abultada historia de los disparates presupuestarios que la administración pública realiza con bastante asiduidad y afición. Delenda est administratio, esto es, la administración debe ser destruida; la misma administración va a hundir a la re-pública, la cosa pública en castellano. A veces una defensa se articula desde un buen ataque, a veces, mejor que la defensa se atrinchere en el silencio. D. Miguel Briones argumenta que esas páginas fueron impresas antes de que el Ayuntamiento acordara que no se editasen memorias en papel, sino en formato digital. Total, si no creo que alguien las lea. Como los tomos fueron presentados en julio de 2010, uno concluye que el señor Briones no se había dado cuenta de la crisis inmerso como está, a causa del cargo, en inauguraciones de peñas, asociaciones y ferias, actos donde con alegría se suelen compartir cervecillas o bebidas carbónicas y claro está, ese tipo de ambientes ciega a cualquiera, lo escribo sin ánimo de juego de palabras. Demasiado despacho aleja de las calles. Al final uno acaba con la perspectiva perdida y así, claro que cuela una factura, o fractura, de 35000€, muchos 5% del sueldo de muchos trabajadores municipales, para un libro cuya aparición significa un sinsentido a todas luces, incluso con pocas luces, y vuelvo a no ejercitar un juego de palabras. Sólo falta que el Área de Cultura acuda a la Feria del Libro de Guadalajara (México) con esta joya de la tipografía malagueña.
La administración pública en general se ha convertido en un monstruo de deglutir billetes, alentado como al Golem incluso por los sectores políticos proclives al liberalismo económico como cualquiera puede pensar que son los idearios del Partido Popular. Pues no, todo es conforme y según. D. Miguel Briones defiende la edición de esta memoria, que dudo alguien lea, porque su mera exhibición ha ingresado a la ciudad más de 1.500.000 €. Lo que extraña a cualquiera es el desglose de las partidas, hecho que puede nublar a D. Miguel un magnífico futuro como vendedor a comisión de cualquier cosa. Por ejemplo, la Noche en Blanco, se realizó con la colaboración de la Facultad de Bellas Artes, bares como “Los Paragüitas” y apertura de galerías, instituciones y museos, una buena iniciativa, pero el patrocinio monetario aludido uno no lo ve si no es porque se apunten los respectivos gastos eléctricos en la contabilidad municipal. Y así sucede, perdonen mi escepticismo, con la feria de Málaga o el Instituto Municipal del Libro a los que, según el Delegado, la edición de este informe ayudó a financiar. Yo como empresario pagaría por no tener que leerlo, eso es verdad; tal vez los dos tomos funcionen si se esgrimen como amenaza. En el mejor de los casos, de lo que no se da cuenta el Delegado es de que si ese millón de euros ha pagado actos municipales, ha dejado de financiar empresas privadas como publicidad en medios de comunicación o eventos culturales al margen de instituciones. La administración, por tanto, compite como monstruo con ventaja contra los administrados a los que exige impuestos, una rémora económica más a la que alimenta este Ayuntamiento de Málaga. Encima el Delegado la justifica porque ni se da cuenta de lo que dice.