La Escuela de los cien años

14 Jun

El día 4 de junio de 2014 la vida me hizo un singular regalo. Conocí y apadriné la Escuela de los 100 años, enclavada en la ciudad de Venado Tuerto, sita en el Departamento General López de la Provincia de Santa Fe (Argentina). Esta ciudad, fundada el 26 de abril de 1884 por Eduardo Casey, es conocida como “La Esmeralda del Sur” por su importancia y riqueza. En 1994 cumplió un siglo. Y, para celebrarlo, la ciudad tuvo la hermosa y comprometida idea de fundar una escuela.

En 1994 cumplió un siglo. Y, para celebrarlo, la ciudad tuvo la hermosa y comprometida idea de fundar una escuela.

Sé que a muchos lectores y lectoras les resultará chocante el nombre de esta localidad santafesina. Aunque varias leyendas tratan de explicarlo, el origen del nombre se pierde en los pliegues de la historia. La versión que sigue es la que se considera la elegida por el fundador para dar nombre al pueblo. Se trata de una leyenda de contenido folklórico y no exenta de cierta ternura. Dice lo siguiente: «Por los parajes del Hinojo solía pastar un venadito al que le faltaba un ojo, perdido en un ataque sufrido ante los indígenas. Desde entonces, cada vez que aparecía en el fortín, era aviso seguro de la proximidad del malón, hecho que permitía a los soldados refugiarse y defenderse del ataque. En épocas de sequía, conducía a las tropas por buenos pastos y aguas, lo que le valió el reconocimiento de aquellos hombres».

Aquella tarde de invierno me recibió amablemente la comunidad educativa. Tuve el placer de dirigirme a los alumnos y alumnas del turno de tarde que, con sus guardapolvos blancos, me escucharon en un silencio y con una atención extraordinarias. Aquel señor desconocido que venía de España iba a convertirse en el padrino de la escuela.

Después planté con ellos un cerezo en el patio de la Escuela. Algunos docentes habían leído algo que escribí en diversos lugares y que dije en numerosas ocasiones: la educación hace con las personas lo que la primavera hace con los cerezos.

El 17 de mayo de 1983 la Comisión Central de Festejos de la ciudad, presidida por Bruno “Pocho” Brun, decide que el monumento conmemorativo de la centuria será una escuela. La escuela nació, pues, como un regalo que se hizo la ciudad en tan significativa fecha. La celebración del pasado se hace con la institución que representa mejor el futuro. La recuperación de las raíces se proyecta hacia las ramas frondosas del árbol de la historia.

Se salieron de lo trillado, de lo que hubieran hecho casi todos, de lo que se suele hacer casi siempre: un asado, un baile, una misa, una fiesta, una placa, un monumento… Más sencillo, menos arriesgado, menos comprometido, menos largo, más barato…

Los gestos están llenos de significado, los hechos tienen representaciones, las cosas hablan de lo que sentimos y pensamos. Fundar una escuela significa que se cree en el valor del conocimiento, en el sentido de la democracia, en la importancia de la solidaridad y de la justicia. Porque hablamos de una escuela pública, de una escuela de todos y de todas, para todos y para todas. Una escuela pública es el símbolo más preciso de la equidad.

Se crea en ese momento una Sub Comisión que será la encargada de gestionar todo lo necesario para la construcción: desde la adquisición de terrenos (2000 metros cuadrados), hasta la consecución de dinero y de medios. Esfuerzos todos surgidos de la generosidad y del entusiasmo: rifas, bonos, espectáculos, donaciones, certificados de colaboración… Era más fácil y más cómodo decir: si hacen falta escuelas, que las construya el gobierno que esa es su obligación. Pero era más hermoso decir: nosotros tenemos un sueño y vamos a convertirlo en realidad.

Tengo delante de mí el libro que me obsequiaron y que lleva por título “Venado Tuerto. La escuela de los 100 años. El pueblo que se regaló una escuela”. El libro se escribe como una segunda celebración: la de las bodas de plata de la creación de esta escuela monumento, es decir la de la conmemoración de sus primeros 25 años de vida.

He leído el libro con atención. He podido descubrir a través de sus páginas que un grupo de personas hoy casi centenarias, algunas ya fallecidas (en 1996 se plantaron cien rosales en el cementerio), pusieron todo su empeño en la apertura de una nueva escuela que conmemorase el primer centenario del nacimiento de la ciudad.

Parecía una quimera. En el libro puede verse un cartel sostenido por dos palos fijados al suelo en un terreno completamente inhóspito: “Aquí se construye la Escuela de los 100 años. Colabore. Usted puede”. Ese “aquí” es un descampado. No hay todavía barrio al que ofrecer un la escuela. Surge con ella como epicentro. Es la escuela la que aglutina a una población que sin ella no tendría ni presente ni futuro.

El 3 de mayo de 1986 metieron en una caja documentos, fotografías, objetos y grabaciones de diverso tipo. Esa caja se abrirá en 2034, cuando se cumplan cincuenta años de su clausura. Me llamó la atención leer que, con la sensata sospecha de que, cuando se abra la caja, no existirán aparatos para reproducir las cintas con las grabaciones, se incluyó un reproductor de la época.

La idea de fundar la escuela surge no solo como una iniciativa popular sino como fruto de sus donativos y de sus esfuerzos. No es una institución venida de arriba hacia abajo sino surgida de abajo hacia arriba, encarnando la esencia de la democracia. Las fotos del libro dan fe de cómo, ladrillo a ladrillo, se va levantando el edificio. Es la crónica de una pacífica gesta democrática.

Hubo dificultades de diverso tipo. “Primero se barajaron presupuestariamente unos números para empezar los trabajos pero prontamente, la inflación de aquellos años, desbarató nuestros pensamientos”, dice uno de los entrevistados en el libro. Pero ellos no cejaron en su empeño. Las dificultades estimulan a los verdaderos emprendedores. Algunas dificultades fueron especialmente dolorosas. Es muy duro que, mientras entregas tu tiempo, tu energía, tu dinero a una causa común, algunos pongan su empeño en destruirte. Es muy triste que, como respuesta a una carrera de fondo, algunos se dediquen a poner zancadillas. Es una tragedia cavar una trinchera muy larga y muy profunda para defender una causa y que te detengan como desertor. Pero el espíritu optimista de los impulsores y el apoyo de la población hicieron viable la superación de esos obstáculos sobrevenidos.

Hay en el libro muchos nombres y muchas fotografías de las personas que protagonizaron la gestación y el desarrollo de la iniciativa. Y muchas entrevistas en las que expresan sus ideas, comparten los recuerdos y hacen públicos sus sentimientos.

Cuando veía a los niños y a las niñas transitar por los pasillos y por el patio, pensé que su futuro echaba raíces en la historia. Y que su proceso de aprendizaje era el fruto del entusiasmo, del trabajo y del tesón de un puñado de soñadores. Y de un pueblo que supo elevar los sueños a la categoría de realidad a través del trabajo abnegado de una legión de excelentes maestras y maestros. Gracias, ánimo y enhorabuena.

30 respuestas a «La Escuela de los cien años»

  1. Sencillamente: ¡Enhorabuena, Miguel Ángel, bien que te lo mereces!
    También, mi felicitación a esa escuela de tan bello nombre por haber sabido elegir al mejor padrino.

  2. Querido amigo y maestro:

    La sabiduría demostrada por las personas que promovieron la creación de la escuela es extraordinaria. Y me alegro que pongas en valor su iniciativa, pues son proyectos que merecen contagiarse, pues pensaron en su comunidad, en su futuro, en sus descendientes, en construir más allá de los elementos físicos… ¡Qué ejemplo tan valioso y tan necesario! Sus esfuerzos le confirieron una autoridad y respeto que han traspasado los límites del tiempo.

    Hasta el detalle de 1986, de guardar en una caja diversos documentos, fotos, grabaciones, etc., resulta significativo. Supone un símbolo de continuidad, implica pensar en el futuro, denota la intención de edificar valores en la historia. Persevera, tras la fundación de la escuela, una actitud digna e inteligente.

    Algunas veces, cuando he observado algunos discentes demostrando poco interés por aprender, les he preguntado qué necesitaríamos para crear una escuela similar a la que pueden disfrutar. La lluvia de ideas no tarda en aparecer: primero el terreno, un plano arquitectónico, el hormigón, ladrillos, enfoscar, pintar, fontanería, electricidad… Y al final, les recuerdo que tienen un equipo de docentes, materiales (incluso libros de texto gratuitos, ordenadores…). Cuando observan todo lo que tienen a su alrededor en la escuela, les pregunto qué más necesitan para poner interés (mientras yo me cuestiono qué falta en la pedagogía y en algunos hogares). A continuación, les hablo de algunas escuelitas tercermundistas donde escriben en el suelo con el dedo… Y, finalmente, les explico cómo la escuela pública la pagamos entre todos…

    Pienso que es fundamental transmitir el concepto de comunidad, de lo que es público. Por eso me parece admirable el ejemplo de este artículo, donde los fundadores tuvieron esta visión, ilusión y energías para crear algo tan hermoso como una escuela.

    La guinda del pastel eres tú, Miguel Ángel. Muchísimas felicidades por este nuevo padrinazgo de la Escuela de los 100 años. ¡Felices edades!

    Y felicidades a la escuela, cuya historia seguro que facilitará la reflexión de su comunidad educativa para seguir aportando la ilusión que merece.

    Un fuerte abrazo MÁS.

  3. Me da gusto saber que existen personas que aun se preocupan por la educacion, y creo que es necesario que todas aquellas personas que cuentan con todas las posibilidades de hacer algo mas por la educacion lo hagan, no digo que se dediquen a hacer escuelas si no en contribuir para mejar nuestro pais y que mejor que con una buena educacion.

  4. La verdad estoy muy de acuerdo con la lectura ya que muhas veces se realizan muchas cosas para festejar algun evento o aniversario, sin embargo pueden haber otras cosas menos costosas y mas significativas, asi mismo de que los hechos demuestran muchas cosas, en este caso no importa la escuela, el prestigio que muchas veces se cree que por estar en una institucion destacada por su historia es la mejor o que si porque es particular es excelente, creo que depende de la persona y del empeño y compromiso que le pongamos, no importa si es escuela de cuidad o de algun pueblo pequeño, ademas de que muchas veces los alumnos de estas ultimas escuelas son mas inteligentes.

  5. Señor Santos Guerra, de nueva cuenta aquí en su publicación, admiro su sensibilidad y la precisión con la que narra una gran proeza argentina: la fundación de una escuela, de una escuela pública, en tiempos en que la inversión de la generalidad social no mira a la educación; un pueblo que seguramente ha de ser hermoso, que optó por una escuela, con esfuerzo, entusiasmo y altas expectativas para las generaciones de niños del lugar, no dudaría de que el «venado con un solo ojo», tuviera algo que ver.
    Soy directora de una escuela primaria y una de mis funciones es la gestión no solo de aprendizajes, sino también de lograr espacios físicos para que los niños se sientan mejor es una escuela con todos los servicios, este aspecto no es muy fácil, vivimos en una sociedad mexicana que sabe que las escuelas lo necesitan todo, pero poco dan a cambio; mis padres de familia son participativos pero hay ocasiones en que su poder de construcción lo mal encauzan (lo sé también es mi tares). Cuánto me gustaría que mis docentes tuvieran una escuela con todos los recursos para detonar sus estrategias de enseñanza y que mis alumnos lograran sus aprendizajes en una escuela digna.

  6. Que mejor elemento se eligió para la conmemoración de la fundación de la ciudad, una escuela es un regalo que queda para la eternidad, que va produciendo frutos a lo largo de la existencia, es una semilla que eternamente no dejará de producir, esa elección ¡valió la pena!.

    Cuantas veces nos encontramos en la ciudad y vemos monumentos como un elemento meramente decorativo, en la mayoría de las veces ignoramos el motivo de su existencia y con el paso del tiempo pasa a mezclarse con el paisaje.

    Pero en este caso, la escuela construida con el esfuerzo de todos, es algo más allá de lo que estamos acostumbrados; por ello, creo que deberíamos de considerar la decisión sobre qué hacer para conmemorar un evento (de cualquier índole), deberíamos de optar por este tipo de cosas que además de ser un elemento conmemorativo, sea útil,que deje una verdadera huella en las personas.

    Retomo una frase muy dicha por varias personas, incluyendo a mi padre, y es: «La mejor herencia que se le puede dejar a los hijos es la educación», en este caso aplica, ya que la mejor herencia que se le puede dejar a un pueblo, es eso mismo,la educación, y para lograrlo, la escuela de los cien años es un espacio que permitirá cumplir con esa misión.

    Afortunados los habitantes de Venado Tuerto por tener este lugar, espero que muchas personas que han asistido a su escuela tengan éxito en su vida profesional y laboral, ojalá este ejemplo de trabajo y compromiso por la mejora de un pueblo sea difundido para que se contagie de este espíritu emprendedor en beneficio de la educación.

  7. Querido Maestro!
    Enhorabuena, por la trasmisión de esta bonita historia de amor a la educación y a la vida! Una dulce experiencia que sin dudas mereces y que traes a España con el arraigo que tenemos al pueblo argentino que ha luchado y sigue luchando por salir de una situación difícil que solo con la fuerza de la educación saldrá a flote.Un país donde se valore la educación es un país rico y con futuro.
    Me alegro que esta acción llene tu corazón de esperanzas en el futuro de los pueblos.
    Si más me despido con un cordial saludo.

  8. Mateo 5:3-11
    «Bienaventurados…»

    Dios, cómo echo de menos la gente que aún sabe ilusionarse;
    que sabe hacerse feliz sin complejos,
    que hace lo posible,
    que intenta lo imposible,
    que se entrena en los milagros…

    Macondo de ilusión: «Cien años de compañía» en una escuelita argentina.

  9. Hay comentarios maravillosos, cargados de emoción y de inteligencia. Gracias a todos y a todas quienes compartís vuestras ideas y vuestros sentimientos.
    Miguel A. Santos.

  10. Que grato es conocer por este medio situaciones que pasan en otros lugares y que desconocemos, me da mucho gusto que la educación en este lugar «Venado Tuerto» se le haya ocurrido a la gente hacer una escuela como celebración al nacimiento del pueblo me parece una idea en la que la superación del pueblo se puso en manos de la educación y es una excelente idea y solventarlo con sus propios recursos en los que tuvo que haber un trabajo en equipo de toda la comunidad me parece increíble, ya que todos debieron tener un objetivo en común y me parece maravilloso que hayan trabajado juntos para lograrlo.
    Que bonito que existan este tipo de personas en las que ayudarnos, ayudando a los demás y apoyándonos nos hace crecer juntos. Felicidades Maestro por ser el padrino de este increíble proyecto a sus cien años de existencia!!!!

    • Muchas gracias, Montse, por tus hermosas palabras.
      Para mí ha sido un honor asumir la condición de padrino de La escuela de los cien años.
      La educación nos brinda estas enormes alegrías.
      Saludos.
      MAS

  11. Buena noche Maestro Santos Guerra, me da gusto el leer que en algún lugar la sociedad se mueve, mediante un motor que es el interés común, la democracia, la empatía. La construcción de esta escuela es un ejemplo de la gestión que siempre esta presente en las instituciones educativas, los que hemos estado involucrados en la gestión (sociedad de padres de familia, docentes), entendemos el logro que implica no la construcción de un aula, ampliación de un auditorio, gestión de equipo de cómputo, sino la construcción de una escuela «completa».

    La educación es obligación del gobierno, a los docentes nos toca hacer adecuaciones y atender profesionalmente a los alumnos, pero sin la sociedad no podríamos hacer nada, es un ejemplo de solidaridad, democracia, entusiasmo, proyectos a largo plazo que no todos los gobiernos, sociedades, comprendemos y promovemos, Felicidades por su participación en tan importante evento, ojalá que la educación sirva para liberar al hombre, que esta ciudad tenga el avance que merece con tan importante aportación para conmemorar sus primeros 100 años.

  12. ¡Hola!, sin duda alguna la educación es la mejor arma para combatir no solo la ignorancia, sino tantas situaciones que hoy en día se viven. El artículo nos invita a reflexionar sobre la verdadera esperanza de un país, bien se dice que la escuela y el hogar son alegría, bases sociales de la patria, escuela y hogar son armonía, cantos de vida y esperanza.
    Un excelente regalo es la fundación de una escuela, pues es una herencia que dejará huella por siempre. Al leer el texto me llega mucho a la mente la realidad que muchos docentes viven en sus aulas, que a pesar de no contar con los medios suficientes, hacen lo posible por que los niños tengan educación, con los recursos provenientes por ellos mismos o por los de la misma sociedad.
    Muchas veces en un cumpleaños nos preocupamos por regalos, dinero, mercadotecnia, hablamos de fiesta, y despilfarramos lo poco que tenemos, pero ¿Qué sucede cuando se nos pide el gasto para un libro?…

  13. Hola maestro Santos Guerra, leo con agrado su publicación, saber que en un lugar relativamente lejano a México la sociedad en su conjunto se ponen de acuerdo con sus autoridades para construir un símbolo conmemorativo a un centenario de existencia, son personas innovadoras que quisieron salirse de lo que gran parte de la sociedad esperaría sucediera, que mejor manera de conmemorar que a través de la construcción de una escuela.
    Definitivamente invertir en educación traerá muy buenos resultados, desarrollar alumnos competentes que se puedan insertar en la sociedad de manera productiva, hará crecer en buena medida a su comunidad.
    Es bueno también reconocer los niveles de gestión de todos aquellos personajes que en cada una de las escuelas realizan todos los días, no esperan a que los recursos lleguen, buscan estos en diferentes fuentes, tarde o temprano los esfuerzos de los docentes, directivos y padres de familia darán buenos frutos, puesto que en la medida en que la educación llegue a más personas, éstas harán grandes a sus pueblos.
    Felicitaciones por este reconocimiento maestro Santos Guerra.

  14. Creo que la labor de las personas esta delimitada por una mision en la vida. Mas aun cuando esa mision esta encaminada al futuro de algunas pequeñas personas que son y seran parte de una generacion de la humanidad y nada mejor que invertir en el futuro de personas que seran los nuevos lideres de nuestra sociedad y creame maestro que asi como esa gente que creyo en un noble proyecto aun habemos quienes se interesan por formar personas de bien de provecho y consientes de todo lo que ello implica

  15. El mensaje del texto esta enfocado, en que la educación en teoría debería ser una obligación del Gobierno, sin embargo se demuestra que con organización, planeación y gestión se puede lograr que los mismos pueblos construyan su propio centro de educación, aunado en que cada fecha histórica se debe dejar constancia de la situación actual que se vive.

  16. Buenas Noches maestro Miguel Ángel Santos Guerra, es un placer nuevamente poder leer su relato, y poder comentar que la construcción de la escuela bajo las condiciones en las que se edificó, es para que los participantes en tan noble labor, se sientan orgullosos de haber logrado hacer realidad su sueño pese a todas las adversidades comentadas, también nosotros maestros no olvidemos que tenemos una escuela, un edificio a la cual asisten nuestros alumnos, edifiquemos junto con ellos sus conocimientos, saberes sus inquietudes y sus sueños, para que el día de mañana puedan defenderse y competir por un mundo mejor.

  17. Emocionante historia, cargada de significado.
    Ese grupo de soñadores consiguió con su trabajo, su iniciativa y su ilusión a que los niños de muchas generaciones tengan educación y, por consiguiente, futuro.
    Enhorabuena.

  18. Es fascinante leer lo que comparte, pues en lo particular es como un aliento, una motivación más a nuestra labor como docentes, experiencias, conocimiento que nos fortalece y nos da una lección.
    “Fundar una escuela significa que se cree en el valor del conocimiento, en el sentido de la democracia, en la importancia de la solidaridad y de la justicia.” Son palabras que nuevamente se quedan en mí, es sentirse conectada con esa ideológica, mentalidad de lo que la escuela realmente significa para mi y leer al maestro me llena de fortaleza para continuar con el día a día de la escuela, no perder ese entusiasmo por mejorar las condiciones educativas de los alumnos.

  19. Emocionante historia nos regala esta ocasión, que la sociedad se una por un fin común y que más que haya sido la construcción de una escuela, que cada ciclo escolar se adorna con las generaciones que de ella egresan, y poniendo el futuro de la ciudad en manos de la educación.

  20. La historia que ahora nos relata me llena de asombro, lo que el amor y la perseverancia pueden alcanzar, compartir sueños y luchar para que se cumplan, una tarea difícil y sin embargo la Escuela de los 100 años es muestra de ello.
    La gente se acostumbra a las cosas sencillas a lo que no cuesta trabajo, a lo que pronto se olvida, pero pensar no solo en el ahora en el que se encontraban, sino pensar en el futuro de su ciudad, en algo que diera a las generaciones la posibilidad de crecer, pensar en su pueblo es ejemplo de unión, de fuerza. Coincidir para sembrar lo que dará tanto fruto es algo que en cualquier rincón llena de felicidad.
    Los baches en el camino siempre encontraremos, habilidad para saltarlos es lo que nos dará la pauta a seguir con las cuatro ruedas, y gran satisfacción ver que al final el esfuerzo realizado no ha sido en vano y que sus niños, sus futuros hombres tienen la educación a la mano. Una felicitación a Miguel Ángel Santos Guerra por la dicha de ser parte del tesoro de Venado Tuerto.

  21. es impresionante que existe gente con valores, capaces de salir adelante, creando su propia escuela, ahora en nuestros tiempos es díficil encontrar gente unida y capaces de ponerse de acuerdo para salir juntos adelante, en estos tiempos es díficil encontrar personas que esten dispuestas ayudar. Pero si creo tambien que si existe gente con ganas de ayudar y salir adelante, que es capaz de hacer gestión no buscando su benefiicio propio, sino buscando tambien el beneficio de los que los rodea sin egoísmos.
    En particular me recuerda un dicho, «no hay que esperar que las cosas nos caigan del cielo», si queremos algo, hay que luchar hasta adquirirlo, sea cosa material o no, pero siempre buscando el bien.

  22. Me encanta este articulo por que cuantas veces no escribimos nada sobre la historia de nuestra escuela y en lugar de realizar algo tan significativo para la humanidad, nos quedamos en lo que común mente se llama pachanga.

    en lo personal si me gustaría escribir un poco sobre mi escuela para dejar señales de que algún día yo participe en levantar esa escuela, y que mis alumnos o las próximas generaciones recordaran como se inicio la escuela.

  23. Buena tarde maestro Miguel Ángel Santos Guerra, es muy agradable realizar la lectura de sus publicaciones, ya que hace remover sentimientos y recuerdos tanto personales como laborales. La anécdota que hoy nos cuenta es de admirar, tanto a aquellas personas que conocen el valor de la educación, que saben que solo a través de la escuela un pueblo o una nación pueden crecer, y a usted por permitirnos conocer un poco de lo que a través de su trayectoria ha vivido.
    Hay una parte en el texto donde menciona que así como había apersonas motivadas en la gestión y en transformar ese lugar insólito en algo maravilloso, también había personas intrigadas en poner trabas y piedras en el camino, pues me gustaría comentarle que aun que nuestro contexto (México) y temporalidad es diferente también en nuestra sociedad existen ese tipo de personas, pero lo realmente importante aquí es no perder de vista el objetivo y saber que cuando se lucha contra adversidades al final el resultado es más satisfactorio.
    Me gustaría compartir una frase que relacione con la publicación que usted nos comparte.

    “Todos los problemas de la alfabetización comenzaron cuando se decidió que escribir no era una profesión, sino una obligación y que leer no era marca de sabiduría, sino de ciudadanía”. Emilia Ferreiro.
    Saludos!!! Espero la próxima publicación.

  24. Buenas tardes la historia me parece estupenda, desafortunadamente en la actualidad, ya no se cuenta con esa mentalidad de querer ser parte de la historia, por diferentes elementos que, ocasionan que nos desliguemos de nuestras labores y algo muy importante de la comunidad de nuestro trabajo, el que siente los lugares de trabajo, es la persona que verdaderamente tiene ese punto extra de querer, sobrepasar los limites y ser fundador de nuevos cimientos en la educación. la sociedad esta cada ves mas desligada de la educación, parte de esa guerra mediatica que en algunas sociedades se cuenta.

  25. el artículo que esta semana escribe santos guerra me hizo recordar muchas cosas, y en las obviedades de otras, los recuerdos fueron de hace ya algunos años, cuando al estar en CONAFE los jovenes de tan solo 15 años tienen como en este pueblo la convicción de llevar educación a una comunidad rural, marginada entre otras, no se hace con el afan de conseguir fama ni dinero sino por la convicción de que la educación es el camino que puede transforma no solo la vida sino sobre todo la visión del futuro que ven jovenes y niños de las comunidades, no hay recursos, no existen autoridades a las que se les pueda pedir pero basta con el entusiasmo de un instructor, los sueños de los niños y el ideal de los habitantes de tener una vida diferente las que dan fuerza para hacer de la educación un mnotivo diario.

  26. Nos hemos alineado a diferentes ideologías, creencias y formas de actuar, recuerdo que en CONAFE, siendo Instructora Comunitaria, y con estudios tan sólo de secundaria, tenia que seguir un protocolo para una ceremonia o lo que se llevara a cabo en la escuela, y llega uno hasta la Universidad y todo sigue siendo de la misma manera. El texto de Santos Guerra es inspirador, pues dejando de lado protocolos, sin culpar o responsabbilizar a otros, tuvieron un gran logro, como la creación de una escuela, pero cuando se está realmente comprometido con lo que se hace, se podrá tener muchos de estos Honores, sin embrago esto se podrá lograr solamente cuando uno hace lo que realmente quiere.

  27. Pocas cosas hay más hermosas que una escuela. Pocas cosas hay más perdurables que una institución educativa. En ellas aprendemos a pensar y a convivir.
    Por eso fue una magnífica idea hacer una conmemoración a través de la creación de una escuela.

  28. Estimado Miguel Ángel:
    Soy un malagueño que lleva en Argentina desde el pasado mes de febrero, aunque en agosto volveré a Málaga; estoy disfrutando de una beca de Santander-Universidades en la UNQ (Universidad Nacional de Quilmes) al sur de Capital Federal.
    Quería comentarle que me ha parecido hermosa la metáfora sobre la educación y las personas comparándolas con la primavera y los cerezos, creo que es totalmente cierta.
    Pude leer que es padrino de varias escuelas en Argentina, y he comprobado en la publicación que le siguen tratando bien, pero esta tierra es así, acogedora y hospitalaria, con una gente maravillosa.
    Ha sido curioso descubirle en Argentina, pues varios de sus textos forman parte de la bibliografía obligatoria de la asignatura «Seminario de Evaluación Educativa», la cual estoy cursando este semestre; los compañeros hablan de Ud. como mi paisano, aunque interesándome por su obra y biografía pude comprobar que es leonés, aunque espero malagueño de corazón.
    He visto algún video suyo por Youtube, me resultó especialmente significativa su conferencia del año pasado en Vizcaya sobre «La escuela que aprende».
    Hago un pequeño inciso y pido perdón por comentar aquí sobre la publicación ¿No os da vergüenza? Solo decir que lamentablemente son demasiados los docentes en todos los niveles del sistema educativo con esa mentalidad tradicional (Tecnicista).
    Yo por mi parte espero poder seguir compartiendo «la caja de galletas» con Ud.
    Hasta siempre.
    Con todo respeto, un abrazo enorme maestro.

    • Estimado José Luis:
      ¡Paradojas de la vida! Has tenido que viajar a Argentina para descubrir a tu vecino de Málaga.
      Te deseo lo mejor en tu experiencia en la Universidad de Quilmes.
      Estoy de acuerdo en que el pueblo argentino es hospitalario, amable e inteligente.
      Gracias por este comentario que me ha llenado de sorpresa y de alegría.
      Un gran abrazo de un malagueño de adopción.
      Miguel A. Santos

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