El Arca de Noé

4 Sep

Me cuenta mi migo Horacio Muros, fuente inagotable de sugerencias didácticas, que en la provincia de San Juan (Argentina) hay una escuela que tiene por nombre “El Arca de Noé”.
Me ha parecido una magnífica denominación para representar el papel de una institución que navega en medio de un diluvio de mensajes neoliberales y en un mar proceloso y convulso en el que fácilmente podría naufragar la humanidad.

El nombre de las escuelas tiene que ver habitualmente con algún personaje célebre o con algún acontecimiento relevante de la historia de un pueblo. Pero, pocas veces, reflejan el imaginario social y la construcción de representaciones simbólicas. Pocas veces hacen referencia al papel que la institución desempeña en la sociedad, a su significado para la vida de los docentes, de los escolares y de los ciudadanos en general.

“El Arca de Noé”: qué nombre más hermoso para una escuela. Esa humilde escuela (todas las escuelas son humildes) recibe a los alumnos y alumnas de contextos desfavorecidos y en ella se refugian de la ignorancia y de la inmadurez hasta que pasen los cuarenta días del diluvio.

Se trata de un diluvio de concepciones, de actitudes y de comportamientos que amenazan la permanencia del Arca sobre las aguas agitadas. Individualismo exacerbado, competitividad extrema, relativismo moral, eficientismo, olvido de los desfavorecidos, privatización de bienes y servicios, hipertrofia de la imagen, imperio de las leyes del mercado, capitalismo salvaje, reificación del conocimiento…

Sólo se salvarán quienes estén dentro del Arca. Protegidos del avance las aguas. Aunque el Arca sea frágil (o precisamente porque es frágil) podrá mantenerse a flote. Hay niños y niñas que sólo en la escuela podrán refugiarse de la ignorancia y de la abalancha de contravalores de una sociedad que se asemeja a una selva en la que sólo puede sobrevivir el más fuerte. Hay niños y niñas cuyos entornos familiares y sociales están tan depauperados que poco pueden hacer las familias para sacarles de la ignorancia y de la miseria. Para ellos la escuela es un salvífico “Arca de Noé”.

Incluso los niños y niñas de familias cultas y económicamente desahogadas van a encontrar en la escuela esa tabla de salvación que les haga sentirse iguales a los otros y responsables de la superación de las desigualdades.

Al salir del Arca habrá que emprender una tarea conjunta de reconstrucción de la sociedad. Una sociedad que se asiente sobre la solidaridad, la justicia, la libertad, el respeto a la dignidad de las personas. Se trata de vivir en el Arca no para reinstaurar la selva sino para poner en práctica los principios de la convivencia que se han aprendido dentro de ella.

La escuela, sobre esas aguas agitadas, mantiene el equilibrio inestable esperando el sol y el anuncio del ramo de olivo en el pico de la paloma de la paz.

En “El Arca de Noé” se produce una mezcolanza insuperable de etnias, de credos, de culturas, de edades, de sexos, de inteligencias, de expectativas…. Todos tienen un lugar en ese Arca que se ha convertido actualmente, en palabras de Phillip Roth, en la gran “mezcladora social”. Juntos aprenden, juntos conviven, juntos se relacionan, juntos miran el futuro desde la misma incertidumbre y desde parecida confianza. Mientras están en ese refugio contra la ignorancia y las perversiones, están protegidos de la destrucción.

Hay quien pensará que le estoy dando demasiada importancia a la escuela. Pero incluso los defensores y practicantes de la Home School tendrán que reconocer que no pueden sustituir de manera plena e indefinida a la escuela institucional. Pasados unos años tienen que incorporar a sus hijos e hijas al sistema educativo.

En El Arca de Noé están también los profesores y profesoras. Ellos y ellas se salvan o se hunden con todos los que están cobijados bajo su techo. Ellos se salvan de la vulgaridad, del individualismo, de la superficialidad, del egoísmo y de la ignorancia porque tienen que realizar una función excelsa en el seno de un equipo. Noé y su familia también se salvaron del diluvio.

Aprender a convivir en el Arca es una empresa tan complicada como importante. Cada uno es diferente. Cada uno tiene su régimen de comida y sus condiciones peculiares de vida. El que todos se salven depende de que cada uno lo haga posible. El que casa uno se salve depende de que todos lo hagan posible.

Los constructores del Arca tienen que hacerla sólida y firme, con buenos materiales porque las dificultades que tiene que superar son muy grandes: vientos de disputa ideológica, lluvia de críticas injustas, tempestades de demandas crecientes, olas de avatares legislativos, escollos de dificultades imprevistas… No se puede hacer frente a grandes problemas con una estructura frágil y unas pobres condiciones .

Salvarse en el Arca de Noé no tiene que ver sólo con el egoísmo de la sobrevivencia, tiene que ver con la posterior vida en común. Se ha sorteado el peligro de la destrucción toda con el fin de construir una sociedad mejor.

Me gustan los profesores, los alumnos, las familias y los ciudadanos que valoran la escuela, que la aman. No me gustan las bromas como la que circula por la red bajo el título “demolition call” en la que una niña inglesa llama a una empresa de derribos pidiendo que destruyan la escuela asegurándose de que los profesores se encuentran dentro de ella. Destruir el Arca de Noé sería un desastre para todos los que en ella pueden salvarse, en definitiva, para toda la humanidad.

20 respuestas a «El Arca de Noé»

  1. La escuela, en definitiva, como proyecto común. En ella debemos participar todos y todas. Se comenta que una de las pocas consecuencias positivas de la crisis económica en España es precisamente una concienciación global de la importancia de la escuela en la formación integral de los jóvenes; y que dicha concienciación es social, esto es, quizás por primera vez desde el año 1990 (Logse), las familias comienzan a dar importancia a que sus hijos estudien y tener un seguimiento de los mismos en estrecha coordinación con el profesorado, con los tutores. Ése es el camino, quizás tardío, que hay que emprender.Ésa es el arca, en la medida que la educación es cosa de todos. Mucho daño nos ha hecho este neoliberalismo económica, de tanto arraigo en España, donde un joven con 16 años ganaba, en trabajos sin cualificación, más que su profesor de cuarenta, es un decir. Las apabullantes cifras de abandono escolar, de fracaso académico tienen su origen precisamente en un mercado de trabajo donde un jóven sin cualificación profesional (ni académica) encontraba trabajo antes que un licenciado. ¿Qué se podía esperar a cambio? Pues ese 33% de fracaso escolar, el más alto de Europa, de la oCDE. Pero parece que la concienciación global en torno a la importancia de los estudios comienza a extenderse y quién sabe si por fin, en España, la educación comienza a tener ese lugar preferente que jamás ha tenido. Saludos.

  2. Es linda la imagen. Cada uno, cada institución toda la sociedad tendría que ser un arca. Todos nos salvamos juntos y todos juntos salvamos a este mundo…
    Pero volviendo a la escuela, si, claro que es un arca. No solo por lo que los niños y niñas, adolescentes y jóvenes reciben, sino por todo aquello de lo que los salva: de interminables horas de ocio mal usado. Horas que se convierten en exceso de computadora, de alchol, de drogas, etc, etc…
    La escuela más allá de todas las críticas es un espacio de encuentro donde se aprende sin querer. A mi de manera personal no me preocupa el saber sistemático y que se adquieran muchos conocimientos, pero si que los cerebros se pongan en funcionamiento, aunque sea por el solo encuentro y la comunicación con unos otros y otras… Los sistemas pueden ser un desastre y servir más o menos a doctrinas neoliberales como tanto gusta decir, pero el espacio de encuentro siempre es positivo y construye…
    Por muy mala que sea la escuela siempre es mejor ir que no haber ido…
    Un abrazo, que tengan una linda semana y una linda vida, aunque la vida sea muchas veces una dura aventura y que la escuela sea parte de la felicidad de cada uno.

  3. La historia del Arca de Noé parece ser que fue porque Yahveh se cansó de la maldad del hombre y decidió destruirlo, salvando sólo a ese hombre justo y a su familia y a algunos animales. Pero poco cambió y ya ha debido de tirar la toalla y desentenderse de su creación tan imperfecta. La escuela hoy es reflejo de la sociedad en que está inmersa, no todos los que están dentro del Arca son justos, no todos quieren ser salvados, no parece que cada vez sean más quienes valoran la escuela y la aman: profesores que no quieren ser tutores, alumnos envalentonados, padres enfrentados a los profesores. Soñar sin embargo es el primer paso para convertir los deseos en realidad: bienvenidas las palabras de nuestro querido profesor, tan cargadas de buenos deseos, no sé si tan alejadas de la realidad en su optimismo.

  4. Creo que en estos tiempos turbulentos todas las escuelas son “pequeñas grandes” Arcas de Noé, con errores pero con infinitos aciertos…y los docentes que elegimos estar en ellas somos una suerte de motores potenciadores para restaurar, modificar o cambiar presentes, con el deseo de encontrar las aguas pacíficas donde poder navegar. Un abrazo, Mariela.

  5. Considero que la escuela es aún una de las pocas INSTITUCIONES, arca, espacio,construcción que en estos tiempos, momentos “mares y océanos” actuales continúa y se esfuerza por sobrevivir y vencer tempestades de un contexto pos-neoliberal. Creo también que eso requiere que el Estado,provincias y la escuela reflexionen, se replanteen cuestiones como: ¿Está cumoliendo la escuela con su verdadera función social?¿Estamos como docentes realmente preparados para enfrentar la enseñanza y aprendizaje de estos nuevos sujetos que enseñan y aprenden?¿Estamos dispuestos a ser participantes activos de este proceso?…
    En fin, creo que no es nada fácil, mucho menos si se trabaja con eegoísmos e individualismos. La riqueza está en el trabajo en equipo, con y junto al otro. Parafraseando a Morín: “Tenemos que aprender a navegar en océanos de incertidumbres entre archipiélagos de certezas”.
    Una vez más pofesor y muchas gracias por estos elocuentes espacios y temáticas por Ud. planteadas. Desde Mendoza le envío el mayor de mis respetos y un cálido abrazo.

  6. Verdaderamente la institución educativa es un arca de Noé,en el antiguo arca, tanto Noé y su familia, tenían una misma creencia, un mismo objetivo y juntos lograron sus ideales; sólo que hoy en día, dentro del arca actual convergen situaciones variadas,lo que muchas veces hace más difícil la convivencia. Muchos docentes, se resisten al cambio, a seguir aprendiendo a lo largo de la vida. Andy Hargreaves dice: “cambia el mundo, cambia el profesorado”. Por ello digo que en la actualidad en el mismo arca se encuentran obstáculos que dificulta la tarea a la escuela y la escuela también hoy tiene que aprender, tiene que innovar y tiene que asumir nuevos desafíos.
    Qué metáfora tan significativa se ve en la temática de la semana profesor Miguel Angel, sigo admirando sus ilustraciones, una manera reveladora de enseñar. Éxitos desde Concepción Paraguay.

  7. Buena la comparación. Buena la metáfora. Buenísimo el nombre. A propósito de los sentimientos hacia la escuela, este año la Institución Educativa a la que pertenezco y a la cual concurrió mi hijo durante toda la primaria, cumple 75 caños, y estando él tan lejos, y conociendo su inclinación por las letras, desde la Escuela le solicitaron que envíe unas palabras para la publicación que se está haciendo con motivo de las Bodas de Diamante, y para ser leídas durante el acto protocolar.
    Y he aquí lo que mi hijo distante ha expresado. Me enorgullece cono maestra, como madre y como formadora de valores:

    Madrid, 15 de Julio de 2010

    Tan sólo un momento.
    Algunas líneas breves, un suspiro en la larga vida de mi escuela.
    Son estas palabras una ojeada de nostalgia a los años de la infancia, un oído antiguo al eco estridente de niños jugando, corriendo, soñando entre aquellas paredes, que hoy siento lejanas y allí en la distancia esperan impresas y vuelven a veces en los más profundos y bellos recuerdos de mi vida.
    La fría mañana de pronto se impregna con el dulce aroma del mate cocido, la bandera cae en el patio blanco, estática y suave en la helada de invierno. Límpido el aire, penetra los cuerpos y al dorso, la iglesia, recibe el silencio. Pero nada de eso, ni siquiera las manos y las narices rojas y gélidas impiden que en el mismo momento en que toque el recreo, un río de vida hecho guardapolvos brote de las aulas, llene los salones, zigzaguee entero entre las columnas y corra hacia fuera donde espera el mundo, donde las maestras observan de lejos como se contagian las risas, los juegos y en esos instantes, en ese momento, nace lo perfecto.
    El gato y la liebre, pelota quemada, la mancha, escondida, bolitas y el tejo, nacen los amigos que son para siempre, aquella aventura de tantos matices, el primer camino, nuestro primer beso. Y sin darnos cuenta entonces, cual árbol, nos vamos cubriendo, un año tras otro con capas de tiempo, pero el corazón, aquel brote tierno, aún sigue vivo, inocente late el niño que fuimos, se llena de magia en un simple recuerdo.
    Suena la campana, descansa el ombú, el tanque gigante observa en silencio. Retornan a clases niños y maestras que llegan un día y en un aleteo cruzan pizarrones, tizas y cuadernos, agitan sus alas y siguen su vuelo, y quietas se quedan aquellas paredes, allí, silencioso, se duerme el colegio, y casi seguro que al caer la tarde y cada quien regrese a su casa en el pueblo, se escuchen murmullos de voces pequeñas, tiernas melodías, cantos en el viento.

    ESCUELA
    Es todo un cuento visto a la distancia,
    los años que no vuelven, que no esperan,
    pero así como todo pasa y queda,
    a veces vuelvo al patio de la escuela.

    A veces me recuesto en sus raíces,
    o cuelgo del cordel de la campana,
    y con un borrador de cicatrices
    me limpio el pizarrón de la nostalgia.

    Porque pasan los años y no puedo
    dejar de recordarte para siempre
    quizás porque aún sigo creyendo
    que soy un niño envuelto en barriletes.

    Y veo un millar de bicicletas,
    dormidas en el centro de mi pueblo,
    que esperan como viejas marionetas,
    que acabe la función de los recreos.

    Las aulas se quedaron tan calladas,
    y algunos papelitos en el suelo,
    pero cuando regresa la mañana
    florece en guardapolvos el colegio.

    Porque pasan los años y la vida
    me lleva caminando hasta perderte
    si cada vez que sueño que soy libre
    me encuentro siendo libre en tus paredes.

    Son esas cosas que solo los niños,
    podrían explicar a ciencia cierta
    viviendo personajes inventados
    de tan veraz y cálida simpleza.

    ¡FELIZ CUMPLEAÑOS, QUERIDA ESCUELA!
    CON TODO MI AMOR.
    SALUDOS A LA COMUNIDAD ENTERA, DESDE MADRId, ESPAÑA.
    Manuel Fernando Medina Mansur

  8. Qué bonito, querida Nancy. Sin esa madre, sin esa maestra y sin esa escuela tu hijo no hubiera sido el mismo. Te felicito sinceramente y me alegro de viajar esta nave en tan buena compañía y tan bien capitaneada.

  9. Sé que la escuela tiene defectos, pero no me gusta que padres, profesores, alumnos, polìticos u ciudadanos en general no sepan valorar el trabajo que se realiza en ella.
    Me molesta especialmente que haya alumnos que no quieran aprender y que, incluso, traten de impedir que otros lo hagan. Si supieran los esfuerzos que tienen que hacer los alumnos en algunos países para ir a la escuela. Y otra cosa, sobre todo en la escuela pública, hay quien despilfarra el dinero de todos con la pereza o el gamberrismo.

  10. Hola Julia, soy Geisha, escribí mi aportación más arriba. Estoy completamente de acuerdo en el hecho incuestionable que la escuela, en España, lleva ya al menos dos décadas subvalorada, muy particularmente por los políticos, que han visto en ella, exclusivamente, una simple arma electoral arrojadiza. Cabría esperar que esto vaya cambiando, pero me temo que no será así, desde luego a corto plazo, si bien el interés por los estudios está resurgiendo gracias a la enorme crisis económica que estamos teniendo, tanto por el alumnado como por las familias. En cuanto al alumnado, creo que han sido más bien víctimas del neoliberalismo, simplemente; si me lees más arriba, me puedes comprender. Todo forma parte de una dañina espiral que ha tenido como víctima, muy especialmente, la enseñanza pública. No creo que alguien que lea los artículos de Santos Guerra que no sea docente pueda comprender con facilidad la frustración de un docente (y no me refiero a los universitarios) que no consigue llegar a un alumno que se niega sistemáticamente a trabajar, que crea disfunciones diarias, cuyos padres, lejos de cooperar para corregir dichas disfunciones, crean otras nuevas y más incisivas… Este caballo de batalla , difícil, complejo, a veces frustrante forma parte de nuestra tarea diaria. Para terminar, algo de los que los docentes no tenemos ninguna duda, si bien gran parte de la sociedad, por desgracia, no lo tenga tan claro: la escuela es el pilar básico de la sociedad. Abrazos, Julia.

  11. Querida Isabel García Alonso, gracias de corazón por tus palabras.
    Me parece mentira que las vivencias de un niño en la escuela puedan calar tan hondo en sus mentes y en sus vidas futuras. A veces ni cuenta nos damos de lo que estamos proyectando. La verdad que el oficio del maestro es muy silencioso y se parece en mucho al del sembrador. Sembramos con mucha ilusión, y pocas veces vemos los frutos. Pero con el paso de los años, algunas flores nos alegran y nos realimentan el alma. Y con ver sólo un fruto nuestros espíritus se ensanchan.
    Un abrazo, desde Argentina. (Con el corazón partido: mitad en Argentina y mitad en España, nuestra Madre Patria)

  12. Comentario de josemª el Septiembre 4, 2010 a las 6:14 am

    Ya en mis años adolescentes se cantaba lo de “qué bonito es el instituto/ visto desde un aeroplano, / qué bonito es ver caer cuatro bombas sobre él / y dejar el sitio llano”. Habíamos salido de una guerra y la paz y la paciencia no estaban para alegrías. El autoritarismo del sistema, la exclusión de los débiles, de la que habíamos sido tristemente espectadores, no nos dejaban espacio para otro tipo de esperanza o de optimismo.
    Ahora con la avalancha neoliberal que nos corroe y que hipócritamente obvia los defalcos económicos y morales, estamos al borde de que el diluvio no acabe hasta hundir la escuela de todos y todas que debe ser pública y clara.
    Panorama chungo, pero habrá que seguir siguirndo en el tajo.
    Gracias ,Miguel Ángel, por este bello y necesario articulo.

  13. Querida Nancy:
    Comparto la felicitación de Isabel. Los textos de tu hijo son hermosos. Y sólo pueden nacer de una persona que también lo es.
    Gracias por tus aportaciones. Y mucho ánimo. Un beso.
    MA Santos Guerra

  14. Gracias a Ud. querido Maestro. Ya lo he dicho en muchas ocasiones, es Ud. alguien que siempre me está señalando rumbos, dando ánimos y recordándome cuán bella es la vida y el oficio de enseñr y aprender de por vida. Sus palabras son siempre un bálsamo y un alimento para el alma.
    Un fuerte abrazo.

  15. la escuela es un espacio en el que se aprende dia a dia
    como alumna , fue dificil para mi , esta fue la razón en convertirme en maestra y luego en maestra en educacion especial con niños marginales. Construi siempre o lo intente relaciones estrechas con las familias de las que siempre aprendo , abrazo , mimo y de las que recibo lo que doy . ES TAN BELLA ESTA TAREA ¡¡¡¡ DESDE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES

  16. me gusta y disfruto tanto leyendo estos articulos ,puedo reflexionar en esta tarea incansable que es aprender ,valoro el aporte que brinda buscando abrirnos la mente a los educadores .

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