El efecto Mateo

19 Sep
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El 'efecto Mateo': más para el que más tenga; nada para el que menos.

La expresión “efecto Mateo” proviene de la cita bíblica que se recoge en el capítulo 13, versículo 12 del Evangelio de San Mateo (que se repite en Mateo 25, 29 y en otros evangelios hasta en cinco ocasiones ) y que dice así: “Porque al que tiene se le dará y tendrá en abundancia; pero al que no tiene, incluso lo que tiene se le quitará”.

Autores relevantes de la psicología, como Merton o Bunge, han reflexionado sobre el efecto Mateo, entendiendo que los bienes a los que la cita hace referencia pueden ser materiales (dinero, riqueza, posesiones…) o inmateriales (prestigio, confianza, autoestima…).
Merton fue el primero que utilizó este concepto aplicándolo a la producción científica. Dice que un científico acreditado tendrá menos problemas en hacer valer sus investigaciones que un joven desconocido en el ámbito de la ciencia. Por eso funcionan tan bien los padrinazgos. Un autor novel estampa su firma al lado de un autor consagrado. Padrino y ahijado se benefician del efecto Mateo. El ahijado verá cómo su trabajo ve la luz (beneficio del ahijado) y el padrino se apunta un mérito atribuyéndose un trabajo que no ha hecho (beneficio del padrino). Uno pone el nombre y el otro pone es esfuerzo. Los dos se benefician.

Si un autor conocido lleva un texto a una Editorial o a una revista para su publicación, es probable que se lo admitan sin más preámbulos. Es más, es probable que le pidan originales sin saber qué calidad van a tener.

Cualquier oposición o convocatoria de plaza recoge como elemento de valoración los méritos adquiridos anteriormente. Se valora el mejor expediente, la mayor experiencia, el mejor currículo Es decir que, al que ya tiene, se le dará más. Y si alguien va a pedir trabajo, es probable que le pregunten por la experiencia previa. Al que ya la tiene se le dará la oportunidad de tener más. Y si alguien no ha podido tener esa experiencia previa, ¿cómo podrá alcanzarla si siempre se le niega la posibilidad de iniciarla?

El efecto Mateo tiene aplicaciones en todos los campos. A la hora de comprar un producto, por ejemplo, es probable que el cliente se decida por el que es más conocido.

Si vas a pedir una hipoteca te exigen que dispongas de avales que garanticen la devolución del dinero prestado. Se la concederán al que más bienes tenga porque así el Banco tendrá más seguridad en recuperar su dinero y sus intereses. Vemos otro ejemplo de la esfera económica. Parece ser que los sindicatos han llegado al acuerdo con el Gobierno de subir un 0.3 el sueldo de los funcionarios y funcionarias. Pues bien, a quienes cobran un sueldo más alto, se les subirá más que a quienes lo cobran más bajo. Al que tiene, se le dará.

En el ámbito de la educación se ve de una forma palmaria. Si un estudiante ha sido brillante en años anteriores es probable que en el año siguiente se le preste más atención. Si siempre ha tenido un buen expediente se esperará que lo vuelva a obtener.

– ¿Cómo ha podido hacer un ejercicio tan malo?, dice un profesor acerca del trabajo de un alumno de calificaciones altas.
– ¿Cómo ha podido hacer un ejercicio tan bueno, dice el mismo profesor sobre el trabajo de un alumno habitualmente flojillo.

Cundo se hacen evaluaciones de las que se derivan clasificaciones, los situados en cabeza se benefician del efecto Mateo, mientras que los últimos de la lista volverán a ser castigados por su efecto nocivo. Por ejemplo, si en el Informe PISA, Finlandia ocupa el primer lugar, el país será premiado con el reconocimiento y el prestigio. No hace falta tomar decisiones para gratificar a los primeros. Basta que sean primeros para ser gratificados…

Vemos otra aplicación. En las elecciones, los partido mayoritarios son beneficiados con un número de diputados y diputadas mucho mayor que el que se aplica a los partidos minoritarios.

Apliquemos el efecto Mateo a las cuestiones relativas al género. Si los hombres ocupan lugares preeminentes en la academia, el poder, la economía, la literatura, las artes, los deportes…,, el efecto Mateo hará que salgan beneficiados en la toma de decisiones cuando haya selección de personal, entrega de premios o de reconocimiento.

Nancy Frazer dice que respecto a las políticas de igualdad hay que poner en marcha unas que obedezcan a la redistribución y otras al reconocimiento. Lo explica diciendo que hay dos tipos de grupos, por ejemplo, el de ricos y el de pobres. Habrá que establecer políticas de redistribución de los bienes. Hay otros grupos que son de diferente naturaleza, por ejemplo homosexuales/lesbianas y heterosexuales. En estos dos grupos lo que habrá que poner en marcha son políticas de reconocimiento.

En todos los casos funciona de la misma manera el efecto en el otro polo. Es decir, por ejemplo, que al que no tiene bienes que garanticen la devolución del préstamo no le concederán la hipoteca. Y, por ejemplo, al estudiante que ha ido cosechando fracasos se le prestará menos atención

Este efecto tiene afinidad con otros que han sido estudiados por la psicología educativa, por ejemplo “efecto Pigmalión”, “efecto” halo”, “efecto bola de nieve”, “efecto riqueza”, “efecto acumulativo”… Todos ellos tienen planteamientos análogos.

Hay que corregir los efectos nocivos del efecto Mateo. Una forma de hacerlo es dar prioridad a la participación en detrimento de la competitividad rabiosa. Otra es establecer mecanismos que protejan a los más desfavorecidos. La forma más radical de hacerlo es conceder ayudas de forma invertida. Es decir, ayudar más a quienes hayan demostrado estar peor, saber menos o tener menos. En definitiva, corregir desigualdades.

18 respuestas a «El efecto Mateo»

  1. La hiperbole evangelica aparece como una gran injusticia. El Maestro se vale de la exageración como recurso didáctico para poner en escena la fidelidad a los bienes recibidos y sus consecuencias.

    Al que tiene se le da mas y al que no se le quita…a donde queda la justicia distributiva…la fidelidad a lo recibido aprovechando las oportunidades en todas sus potencialidades no es otra cosa que enriquecerse, si se sigue por esta senda se llega hasta la abundancia. He visto en mi experiencia de educador muchos jovenes que “la tiene clara” como les gusta decir a ellos, su vida esta llena de caminos que se encuentran, se multiplican y se abren; otros aspiran a lo mas sin esfuerzo y su vida se les vuelve y revuelve en oportunidades perdidas, vidas en conciencia mediocres, son los que tuvieron millones de pequeñas oportunidades y fueron despreciadas esperando “la oportunidad”, la magia; de esto se trata la misteriosa quita y la fuente de desgracia; nunca mucho costo poco.

    Todos los dias recibimos y percibimos pequeñas luces interiores que pretenden -con pedagogía- iluminar nuestras existencias; en su fidelidad se nos consumen los días y como bien se enseño: a menos, menos y a más, más…que misterio…¿no?…entonces “dénle una buena medida apretada y abundante”.

    Horacio Muros
    Desde una hermosa mañana de primavera en Argentina

  2. La versión que ha dado lugar al más famoso de los efectos san Mateo ha sido producto de una mala traducción de la biblia según los filólogos expertos. Sin embargo, en educación, no sólo se aplica la versión derivada de la Sociología de la ciencia de Merton, sino que también puede aplicarse la de Stanovich, que parte de una traducción más fiel al original. El efecto san Mateo en esta última versión se refiere a que quien expone menos su talento, saca menos y quien lo expone más, obtiene mejores resultados. Sánchez Miguel se refiere al hecho de que cada uno obtiene sus resultados siempre y cuando exponga su talento (entendiendo “talento” aquí como capacidad intelectual, no como moneda). El hecho se relaciona con estudios en los que personas dotadas intelectualmente pueden acabar perdiendo parte de sus cualidades por falta de práctica. Esta versión es menos populista que la primera -no endiosa al débil por encima de todo- sino que le exige no escudarse en tener dificultades para no hacer nada.
    Sea cual sea la versión original adecuada, lo que me resulta más curioso es que las dos dicen algo complementario: la primera recuerda al profesorado que debe dedicar tanto o más tiempo al alumnado peor y no solo al mejor y la segunda recuerda al alumnado que siempre hay que intentar superarse y no escudarse en la falta de posibilidades.

  3. Prof. Horacio Muros, usted tiene siempre palabras sabias y cálidas, explicaciones positivas. Que bueno que gente como usted esté dentro de nuestro sistema educativo argentino que hace agua por todos lados y que deja tanto que desear.
    Gracias…

  4. Hace unos días me llego un pps, que en un rinconcito nos decía: “Ámame cuando menos lo merezca, que es cuando más lo necesito”. Los que hemos tenido la suerte de sufrir las consecuencias del “efecto Mateo” nos conformamos con que se compense a los que lo necesitan. No queremos recompensas y nos basta con justicia que sepa poner el fiel en su punto justo de la balanza. En educación es terrible, pero las prisas son malas consejeras y se reproducen todos los “efectos” que la hacen bastante defectuosa.
    Seguimos respirando optimismo y por eso nos dedicamos a la educacion. El trabajo bien hecho corona a todos desde su interior y no necesitamos el palo y la zanahoria para que nos sirvan de estímulo. Todos tenemos el derecho a la libertad y a la educación y al respeto. Con respeto por todos y por nosotros mismos las igualdades no son perversas, son perversos quienes acopian el poder y las utilizan y analfabetizan a los demás.
    El que más recibe debe aprender a dar más y así tendremos mejores personas, porque saben que el dar se multiplica y que el quedarse con algo lo resta todo: hasta la bondad humana.

  5. ¡Qué linda me ha resultado tu reflexión, Josema!. Ayer leí el artículo, muy bueno como los de cada sábado, pero no podía redondear lo que quería expresar, y tú lo has hecho de un modo tan explícito y simple!
    Eso es lo que quería decir, que en amor, afecto y educación, mientras más entregas, más recibirás y te enriquecerás, más allá de que si el que recibe tiene mucho, poco o nada. La clave está en dar, desinteresadamente. Aquellos hombres que recibieron talentos, creo que no se imaginaban cuánto más o menos iban a recibir. De haberlo sabido tal vez aquel que lo enterró para ver si se multiplicaba, hubiera salido a repartirlo entre los neesitados…
    ¡Feliz Primavera para todos, y Feliz día del estudiante!
    Desde Córdoba, Argentina.

  6. Lo que más me preocupa del “efecto Mateo” es contrarrestar sus efectos nocivos. Hay que detectarlos y conocerlos bien para luego poder actuar desmontándolos o compensándolos.

  7. No había pensado en este curioso efecto que, desde luego, veo ue tiene aplicaciones en muchos campos de la vida. El que tiene más posibilidades, más cosas, más talento, más prestigio, más poder… recibe más.
    Habrá que tener cuidado.

  8. Lo que pasa con el EFECTO MATEO es que “los que más tienen o pueden” están en mejores condiciones de obtener más cosas. Y no quieren renunciar a conseguirlas ni están dispuestos a compartir lo que ya tienen con otras personas. Tienen que establecerse mecanismos correctores de las consecuencias del efecto desde la política, tanto de la genral como de las pequeñas políticas domésticas.

  9. Cada día llego a mi casa y pienso en esos chicos que tienen dificultades de aprendizaje, como los ayudo? cuando un directivo o colega me dice “seguí con los que andan bien” “no pierdas tiempo con esos que no tienen solución” Cuando ni siquiera tenemos una Psicopedagoga en la institución y evidentemente no estaba equivocada, voy a seguir aunque me cueste lágrimas diarias. Gracias por los consejos.Entre Rios Argentina

  10. Pingback: Anónimo

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