Asamblea en la carpintería

27 May

carpintero.gif Cuentan que en una carpintería hubo una vez una extraña asamblea. Fue una reunión de herramientas para arreglar sus diferencias. El martillo comenzó ejerciendo la presidencia, pero la Asamblea le notificó que tenía que renunciar. ¿Causa? Hacía demasiado ruido y se pasaba todo el tiempo golpeando.
El martillo aceptó su culpa pero pidió que fuese expulsado el tornillo. Dijo que había que darle muchas vueltas para que sirviera para algo.
Ante el ataque el tornillo aceptó también, pero exigió a su vez la expulsión de la lija. Hizo ver que era muy áspera en su trato y que siempre tenía fricciones con los demás. Y la lija estuvo de acuerdo a condición de que fuese expulsado el metro que siempre estaba midiendo a los demás según su medida como si fuera el único perfecto.
En esas estaban cuando entró el carpintero, se puso el delantal e inició su trabajo. Utilizó el martillo, el tornillo, la lija y el metro. Finalmente, la tosca madera quedó convertida en un precioso juego de ajedrez.
Cuando la carpintería quedó nuevamente sola, la Asamblea reanudó su deliberación. Fue entonces cuando tomó la palabra el serrucho y dijo:
– Señores, ha quedado demostrado que tenemos defectos, pero el carpintero trabaja con nuestras cualidades. Eso es lo que nos hace valiosos. Así que no pensemos tanto en nuestras dimensiones negativas y concentrémonos en la importancia de los aspectos buenos.
La asamblea encontró entonces que el martillo era fuerte, que el tornillo unía, que la lija era especial para limar asperezas y observaron que el metro era preciso y exacto.
Las herramientas son las mismas, pero el punto de vista es diferente en una y otra parte de la Asamblea. ¿Qué había cambiado? La perspectiva de la mirada. ¿Que había motivado ese cambio? La comprobación de las ventajas que tiene considerar a las personas y a las cosas desde una visión positiva. Me llama la atención la facilidad con la que descalificamos al prójimo utilizando cualquiera de sus defectos. Puede ser un defecto físico: es cojo, es ciego, es feo, es manco… Puede ser un defecto psíquico: es pedante, es imbécil, es inútil, es despistado… Pero esas personas son también, quizás, inteligentes, bondadosas, creativas, sensibles… Acaso tiene no una sino todas estas cualidades. Tendemos a ver aquello que se destaca con negatividad en el ser humano o en la vida misma.
Se magnifica la maldad. Veamos la primera página de los periódicos cada día. Es indudable que en el mundo suceden hechos maravillosos, las personas adoptan posturas heroicas, hay millones de gestos de bondad, de solidaridad, de amistad… Sin embargo se seleccionan cuatro o cinco situaciones de injusticia, de muerte, de robo, de maldad…
Existe una curiosa tendencia a hipertrofiar la maldad, lo negativo, los defectos… La maldad existe, claro está. Pero entremezclada con la bondad. Hay varias formas de practicar esta perniciosa actitud. Una de ellas es la selección sesgada. Consiste en escoger de entre muchas cosas sólo la negativa. Lo he comprobado muchas veces mostrando un folio blanco entre ambas manos en el que hay un puntito negro pintado en el centro. Y he preguntado:
– ¿Qué hay aquí?
La inmensa mayoría de las personas contestan:
– Un punto negro.
No han reparado en la parte blanca del folio. Obsérvese que no pregunto por lo que hay dibujado en el folio sino por lo que tengo entre las manos.
Otra forma de sobredimensionar lo negativo es la generalización abusiva. Una persona comete una torpeza y la calificamos de torpe. Tiene una reacción agresiva y la tachamos de violenta. Dice una mentira y la calificamos de mentirosa. Una tercera forma es la sobrevaloración subjetiva de una realidad, de un hecho o de una mala actuación. El hecho es objetivo, la importancia que se le da a ese hecho es subjetiva. El que una persona se olvide de felicitar a otra el día del cumpleaños puede ser motivo de una ruptura de la relación amistosa o, sencillamente, ser considerado un olvido intrascendente.
El masoquismo persistente es precisamente una forma de castigo obstinado a uno mismo por lo poco que vale, por lo malo que es o por lo desgraciado que merece ser. ¿Es que no se puede fijar en aquellas dimensiones positivas de su persona, de su vida, de sus relaciones?.
Esta actitud, de efectos tan nocivos en la vida de las personas se vuelve especialmente dañina en la educación. Si partimos exclusivamente de las deficiencias, de los errores, de los defectos, de las limitaciones, de las carencias es muy difícil generar esperanza y optimismo. Insistir en las carencias es una manera de ahondarlas. Me producen tristeza e indignación los educadores que insisten (no sé si disfrutan) en hacer, diagnósticos desalentadores: tú no sirves, tú no puedes, tú no llegarás, tú no tienes cualidades, tú no eres capaz, tú tienes menos posibilidades que los demás. No digo que se tengan que despertar expectativas imposibles y crear ilusiones falsas, pero de ahí a colocar una montaña de descalificaciones sobre los hombros de quien tiene que levantarse y caminar hay un abismo.
Quienes nos han motivado y hecho crecer en la vida han sido aquellas personas que han creído en nosotros, que han pensado que éramos capaces, que nos han valorado y querido.
Si el carpintero de la metáfora hubiera tenido en cuenta solamente las deficiencias de las herramientas, hubiera prescindido de ellas o las habría arrojado a la basura. No hubiera podido hacer su trabajo. Permítame el lector terminar estas reflexiones con un pensamiento de Klerm: “Es fácil encontrar defectos, cualquiera puede hacerlo. Pero encontrar cualidades, eso es para los espíritus superiores que son capaces de inspirar todos los éxitos humanos”.

16 respuestas a «Asamblea en la carpintería»

  1. Me gusta mucho y el texto!! y me sirve mucho la reflexion.. porq vamos a ser una intervencion sobre el mismo… deja una hermosa moraleja!! soy de Salto- Uruguay-

  2. mil gracias, este texto me ha dado la oportunidad que buscaba de compartir con mis alumnos un momento de reflexion acerca de la importancia de trabajar en equipo y que emitir juicios de valor a la ligera no es correcto, evitar en lo posible desvalorizar el trabajo de los compañeros….el tema que vimos es herramientas, materiales y sistemas y tecnicas de fabricación
    con esto cierro ;o)

  3. Este texto lo he utilizado mucho con chavales de cumplimiento de medias judiciales.Sin duda,de gran ayuda, para reflexionar y analizar la importancia de trabajar en equipo.Sobre Todo, deja ver la relevancia que tiene la aportación de críticas constructivas en El desarrollo del trabajo grupal.

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