Aquí mi declaración de independencia (y principios)

Aquí mi declaración de independencia y principios a día 11 del once de 2015:

–          Rebajemos la tensión, disfrutemos de los minutos extras, del tiempo con la familia y amigos, de jugar, de jugar a jugar, de ser otro, de ser feliz, y de ser consciente de ser feliz. Al fin y al cabo, la vida es un lugar del que nadie sale vivo.

–          Hagamos todo lo que haga falta, durante el tiempo que haga falta, para llegar al objetivo. No renunciemos, aunque sea cansado, agotador, aunque nos digan mil veces NO, mil millones de noes, no nos detengamos. Como decía Unamuno: “adelante, siempre adelante”.

–          Un amigo me dice que en “la NASA para mandarte al espacio miden los niveles de optimismo de los astronautas”. Reímos y brindamos. Tiene razón. La gente no es feliz por naturaleza, no se trata de algo genético. Depende de nosotros.

–          Como escribió J.N. Salk: “La recompensa de un trabajo bien hecho es la oportunidad de hacer más trabajo bien hecho”. El éxito es una cuestión de horas, de echar horas, de cocciones lentas, de carreras de fondo, de autorresponsabilidad, en definitiva.

–          Debo centrarme en lo que debo hacer, no tanto en lo que va a pasar, ni en lo que pasó, sean éxitos o fracasos. Para conseguir llegar a mi objetivo, debo hacerme cargo de mí mismo y abandonar la esperanza pasiva.

–          Evita el miedo, asume la responsabilidad. Como decía Sófocles, “para quién tiene miedo, todo son ruidos”. Las excusas son miedos disfrazados. Evita las excusas. Quizás de lo único que tengas es miedo de tu miedo. Nada más.

–          A estas alturas, he llegado a la conclusión de que todo lo bueno está ahí fuera. Aquí, frente a esta pantalla, todo es muy reducido. Si quiero llegar a mis metas debo salir de mi zona de confort. Debo ser independiente -aislado nunca-, y que mi vida sea un paraíso para que el mundo no sea una prisión.

–          Actúa, actúa, actúa y no dejes de hacerlo. Si tomas una decisión, pero no haces nada, no vale de nada. Si tomas una decisión y no haces nada, no has decidido nada.

–          Debo ser más emocional, menos racional. La clave está en el sistema límbico, en esa parte del cerebro donde confluyen los estímulos emocionales. El hombre primitivo aprendió por lo que sentía.

–          Por último y por hoy: amar, siempre amar. El primer gesto de un recién nacido es el abrazo. Nuestros viejos mueren queriendo alzar los brazos. El primer y el último aleteo -y todos los que hay en medio-, están hechos de amor.