Alumnos que imparten lecciones sobre salud

MARÍA DOLORES MEDINA

Ochenta estudiantes de la UMA, divididos en 14 grupos y que han recibido una formación previa, educan en temas relacionados con la salud a sus propios compañeros mediante actividades lúdicas como juegos de rol o trivial

La salud es un soporte básico en nuestro día a día. Al entenderla, podemos entender como funciona nuestro cuerpo y qué podemos hacer para cuidarlo. Siendo jóvenes es un momento ideal para este aprendizaje, que nos servirá para el resto de nuestra vida. Así, en la Universidad de Málaga, el programa de Mediación en Promoción de la Salud se dedica a realizar un amplio abanico de actividades con el fin de educar en salud a los alumnos de las facultades. Estudiantes de Comunicación, Letras, Turismo o Ciencias, cualquier voluntario puede presentarse para impartir estas actividades que comenzaron a realizarse el pasado 12 de marzo en los hall de las diferentes facultades del campus universitario y se desarrollarán hasta el próximo 12 de mayo.

«Estos voluntarios reciben una formación previa a las actividades, donde se tratarán temas muy diversos como la alimentación sana, sexualidad saludable, las drogas alucinógenas y otros tipos de de adicciones como el alcohol», asegura Manuel Ladoux, trabajador social de la UMA. También se dan a conocer temas como el ejercicio físico y la importancia que tiene, así como la violencia de género, sus repercusiones físicas y psíquicas, y la importancia de mantener relaciones saludables.

 

Mediadores durante las actividades de información sobre sexualidad en la Faculta de Ciencias de la Comunicación

«Estamos barajando la posibilidad de incluir nuevos temas como la interculturalidad, para informar a los alumnos sobre otras culturas que no son similares a la nuestra. De este modo intentaremos trabajar con falsos mitos que se tienen acerca de las mismas», expresa Ladoux.

Las actividades que realizan desde el programa son, en su gran mayoría, juegos de rol. «Son actividades dinámicas en las que el rol player es el objeto principal. Tratan de colocar al estudiante en una situación problemática, como por ejemplo, una mala experiencia con las drogas o una situación en ella que se destaque la desigualdad de género», expresa Ladoux. Con ellas, se plantean objetivos diversos como buscar alternativas al consumo del alcohol, alertar sobre situaciones y actitudes que enmascaran situaciones de dominación en la pareja, así como violencia de género, promover habilidades en las relaciones afectivas sexuales o poner en evidencia los peligros nutricionales de ciertos alimentos y bebidas. En este sentido, con los programas formativos se pone a los alumnos en situaciones complejas a las que deben enfrentarse para comprender la problemática que supone en la salud y la sociedad estos temas.

Actualmente, el programa cuenta con 80 estudiantes que se dividen en 14 grupos. Cada unos de estos grupos realiza de cuatro a cinco acciones durante el período establecido. «Normalmente se establecen siempre en las facultades, pero algunos años también han asistido a, por ejemplo, las zonas del botellón para concienciar a los jóvenes», apunta el trabajador social del programa.
«Cuando este proyecto se inició en 2008 todo era más caótico. Teníamos muchos fallos, pero poco a poco nos hemos ido dando a conocer. Cada proyecto o actividad está tutelada para poder ayudar a los voluntarios a desarrollarlas correctamente», destaca Ladoux.

El próximo proyecto pensado para este año se realizará el 7 de abril, Día Internacional de la Salud. Durante esta jornada, los mediadores coincidirán en varias facultades donde las actividades e información abierta al público se intensificará con motivo de este día. «Organizaremos actividades especiales durante este día donde los alumnos podrán disfrutar de todo tipo de información referente a la salud e incluso podremos visibilizar la nueva temática de la interculturalidad».

 

Actividades en 2017
El año pasado, las jornadas finalizaron con un total de 55 actuaciones realizadas y unos 3.000 alumnos participantes. Una cantidad que en palabras de la delegada de Igualdad, Isabel Jiménez, «es muy difícil de alcanzar en otras estrategias» desarrolladas a través de la universidad. De estos, los alumnos que más participaron durante este período en las actividades realizadas fueron los de la Facultad de Ciencias de la Comunicación, seguidos de los de Educación y Psicología y los de Ciencias. El 55% de los participantes de estas jornadas durante 2017 tenían entre 18 y 20 años, edades en las que la participación es más usual.

Por otro lado, durante el evento de clausura de las actividades de 2017, Isabel Jiménez indicó que estos «procesos de entre iguales dan un resultado óptimo ya que los receptores de la información dan más credibilidad a sus compañeros universitarios, sobre todo en estos aspectos de la vida».

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