«El sol sólo debería tomarse durante el baño por la alta radiación»

El profesor del New York University Medical Center, Ángel Pellicer, alertó ayer sobre el peligro de la exposición solar durante el verano ante una «creciente acusación del cambio climático que genera altas temperaturas y una radiación muy perjudicial para las personas, pero en especial para niños y adolescentes».

El profesor Pellicer, que participó en el curso «Enfermedades neurodegenerativas: de la investigación básica a la clínica», dentro de los Cursos de Verano de la Universidad de Málaga que se celebran estos días en Marbella, con la ponencia «Cáncer y enfermedades neurodegenerativas», señaló la importancia de utilizar una crema de protección solar del 100%, ya que «ahora hay más riesgo de padecer cáncer de piel debido al aumento de la radiación solar», manifestó.

En este sentido, el especialista defendió el uso de estos productos porque, argumenta, filtra la totalidad de rayos uva que pueden afectar de manera grave a la piel.

Pellicer recordó que en torno al 65% de los jóvenes sufre quemaduras durante el verano, por lo que recomienda especialmente vigilar al colectivo de niños y adolescentes, y sugirió «la nula exposición al sol de estos grupos».

Precisamente, para evitar daños irreparables, el profesor recomienda que la exposición solar se realice sólo durante el baño, a ser posible con un gorro, y el resto del tiempo se pase bajo una sombrilla o bajo una carpa que proteja de las radiaciones solares.

El profesor Pellicer calificó de terrible que los niños se quemen en la playa, pues con cada quemadura «se producen unas mutaciones en la línea germinal de la piel y van a tener más tiempo para desarrollar el cáncer de piel».

El cáncer, menor entre pacientes con patología neurodegenerativa. Pellicer afirmó ayer en los cursos de verano de la UMA que se celebran en Marbella que los afectados por las enfermedades neurodegenerativas son menos propensos a padecer cáncer.

Pellicer explicó que el proceso molecular en ambos casos es antitético, de manera que, mientras que el cáncer requiere que las células se dividan mucho «y haya más células de las que debería haber», en las enfermedades neurodegenerativas lo que ocurre es que «las células comienzan a morir». Aunque hay excepciones, puntualizó Pellicer, lo habitual es que en los enfermos de alzheimer, Parkinson o ELA se produzca una disminución de casos de cáncer.

El profesor añadió que, en el caso concreto de los pacientes de Parkinson, hay una menor incidencia de todos los cánceres excepto del melanoma, que aumenta. l. o. marbella