La Universidad recibe las primeras ofertas para apadrinar alumnos

La propuesta de la rectora Adelaida de la Calle ha tenido una gran repercusión.

La propuesta de la rectora Adelaida de la Calle ha tenido una gran repercusión.

Con Adelaida volvió la revolución… Una vez más. Las palabras de la rectora de la Universidad de Málaga han removido cimientos y han logrado en pocas horas una gran cantidad de apoyos de otros rectores dispuestos a sumarse a esta novedosa iniciativa. De la Calle hizo el miércoles un llamamiento para que la sociedad se animara a apadrinar universitarios que se queden sin becas, para que no tengan que renunciar a sus estudios. Y ya ha recibido las primeras ofertas. Ayer mismo, el equipo de gobierno de la institución académica malagueña mantuvo una reunión en la que trataron en profundidad la situación de los alumnos con escasos recursos y la forma en que podrían articularse estas donaciones.

En primer lugar, la Universidad de Málaga ha anunciado que abrirá una cuenta corriente para que los particulares puedan efectuar estos ingresos, que se destinarán a pagar las matrículas de los alumnos que no puedan afrontar el abono de las tasas. La rectora informó ayer de que todos los que estén interesados en participar en esta iniciativa deberán ponerse en contacto con la Universidad de Málaga. «Sigue llamando gente que está interesada y que quiere participar en la ayuda al estudio de los universitarios que no tienen posibilidades», precisó. Incluso una empresa se ha puesto en contacto con la UMA para colaborar. De la Calle es optimista y considera factible que este nuevo programa de ayudas pueda entrar en funcionamiento este mismo curso.

La Universidad trabaja en la puesta en marcha de medidas que incentiven el patrocinio y el mecenazgo, ya que entiende que es necesario estimular las ayudas a la educación y la investigación. Sobre todo ahora que los requisitos académicos para la obtención de una beca del régimen general se han endurecido y puede suponer el fin del vínculo de muchos alumnos con las clases. Estas ayudas irán dirigidas a los estudiantes de la UMA que no cumplen los criterios académicos exigidos en el nuevo decreto de becas y que no tienen recursos para pagarse la carrera.

De hecho, el pasado curso ya dispuso las denominadas becas de emergencia, cuyo plazo de admisión de solicitudes concluye el 10 de septiembre y para las que se han destinado 50.000 euros. Hasta el momento, 67 alumnos se podrán beneficiar inicialmente de estas ayudas, aunque con seguridad serán más. Las aportaciones que se reciban no irán destinadas a estudiantes concretos, sino que se sumarán al fondo común de estas ayudas de emergencia a alumnos víctimas de situaciones sobrevenidas.

La fórmula de apadrinamiento no es del todo nueva, ya que como se encargó ayer de recordar De la Calle, la UMA ya cuenta con mecenas que subvencionan cátedras y becas, como sucede en el sistema anglosajón. Estas ayudas de particulares, según la rectora, se identificarían con la responsabilidad social ciudadana, por eso no desaprovechó la oportunidad para recordar la necesidad de incentivar la formación y la investigación universitaria.

La ley contempla que las Universidades pueden buscar recursos por su cuenta. «Las numerosas iniciativas de ayuntamientos, diputaciones y particulares nos llevan a que el Consejo de Dirección de la Universidad de Málaga aborde la forma en que la norma regule estos supuestos de búsqueda de recursos y medidas que ayuden a la situación de emergencia actual», añadió De la Calle, que tiene claro, no obstante, que esta decisión se debe a una «situación de emergencia ante unas necesidades económicas extremas», ya que, como precisó «es el Estado el que debe asumir, mayoritariamente, el coste de la educación».

«Ésta sería una acción más, una acción de emergencia porque creemos en la educación y en el talento, no es limosna», porfió la rectora de la UMA. Otra medida para facilitar el acceso de los jóvenes con dificultades económicas a los estudios universitarios es la ampliación de los plazos para fraccionar el pago de la matrícula. Si hasta el año pasado se podía abonar en dos veces, a partir de este año se extiende a tres.

De este modo, la institución académica malagueña confía en reducir al máximo el número de estudiantes que abandone su carrera por no poder pagar las tasas, y aumentar del mismo modo, los alumnos de nuevo ingreso, y que este año caerá ligeramente con respecto al curso anterior, según los pronósticos que maneja la Universidad malagueña. Los ingresos a través de las matrículas de los alumnos son uno de los principales con los que cuentan las universidades. Si ven disminuido el número de estudiantes, también ven cómo pierden dinero, que hay que sumar a los recortes, cuando no impagos o retrasos, que ya sufren por parte de las administraciones.

Este mecenazgo, por tanto, también tendría una segunda vertiente: contribuir al desarrollo de la propia Universidad, que no vería paralizados sus proyectos, y redundaría en los estudiantes e investigadores y, en última instancia, en la propia sociedad, que se beneficia de la transferencia de este conocimiento.

Aunque las nuevas leyes de Patrocinio y Mecenazgo contemplan la Educación Universitaria, como también lo hacen con la Cultura y el Deporte, y sabiendo que se están redactando borradores de esas normas, la UMA quiere presentar alegaciones a los distintos anteproyectos que estimulen aún más los incentivos que ayuden a la Educación Universitaria.

Las reacciones al anuncio de De la Calle se han sucedido en cascada, así como los apoyos. La Federación de Asociaciones de Estudiantes (Faest) respalda la propuesta de la rectora para que personas solidarias puedan hacer donativos a estudiantes con problemas económicos. Sin embargo, desde su punto de vista esta medida «solo puede ser temporal porque supone pura beneficencia, cuando realmente debe de ser el Estado el que provea de ayudas y becas a los estudiantes que lo necesiten».

Algunas universidades también se han mostrado a favor de imitar este novedoso programa de padrinazgo. Como por ejemplo la de Huelva. Su rector, Francisco Ruiz, expresó ayer su apoyo al llamamiento hecho por De la Calle. De hecho, recordó que la Onubense ya ha puesto en marcha el programa Matrícula para conseguir fondos para las matrículas de los estudiantes sin recursos. De este modo, Ruiz se atribuía la idea de esta iniciativa y celebra que Adelaida de la Calle «haya decidido adherirse al misma».

Los rectores de las universidades de Sevilla y Pablo Olavide también valoran la iniciativa lanzada por De la Calle, aunque ambos entienden que, en ningún caso, este apadrinamiento debe sustituir los programas y becas de financiación pública. También se suma el rector de la Universidad de Oviedo. «Se puede asimilar como mecenazgo», sostiene.

IGNACIO A. CASTILLO