Expertos en Semana Santa afirman que el pregón cofrade es un elemento anacrónico

«El pregón es un anacronismo retóricamente hablando porque nuestra sociedad está imbuida en la era audiovisual». Así se expresó ayer Antonio Garrido Moraga en la segunda jornada de los cursos de la UMA. Bajo el título Los pregones de la Semana Santa. Representación del imaginario e impacto en la sociedad, el profesor de la Universidad de Málaga y académico de la RAE hizo un análisis de esta modalidad oratoria que forma parte del ámbito cofrade.

Sentando las bases técnicas de las formas que componen la oratoria y el discurso insistió de forma permanente en el pregón como acto social, medio de difusión y, sobre todo, exaltación de la Semana Santa.

«El pregón es un acto social y nunca una reflexión religiosa», y afirmó de forma contundente que «la muerte del pregón llegará conforme se siga deslizando a la homilía».

Garrido, contempló dos tipos de pregones, literarios o no, y los comprometidos y reivindicativos. Criticó también la duración del pregón, algunos de dos horas y media, algo que considera «insufrible» y que achacó a la moda de nombrar a todas y cada una de las cofradías.

Terminó su ponencia dejando sobre la mesa el planteamiento de una profunda autocrítica y afirmando que el pregón está en crisis como ejercicio individual de la persona y reafirmando el poder de la palabra para transmitir todo este conjunto de sentimientos.

Acto seguido comenzó la mesa debate conformada por Rafael Pérez Pallarés, pregonero de la Semana Santa 2013, el exhermano mayor de Pollinica Jesús Saborido, el ex hermano mayor de la Esperanza Carlos Ismael Álvarez y el historiador y cofrade José Jiménez Guerrero. Los temas tratados fueron variados y con abundante participación entre los alumnos que asisten al curso. Así tocaron, por ejemplo, el tema de la escenificación del pregón donde Álvarez apuntó que «el pregonero busca adecuarse a la sociedad de la imagen y de ahí los nuevos intentos escenificados» o la recomendación del delegado de Comunicación del Obispado y pregonero, Rafael Pérez Pallarés de que «en la selección del pregonero, no todo el mundo vale, porque todo el mundo no sabe lo que es la Semana Santa. Ha de conocer la identidad profunda de la fiesta para pregonarla con sentido».

José Jiménez Guerrero aportó su conocimiento histórico a las vicisitudes del pregón que comenzó justo tras las destrucción masiva de imágenes de mayo de 1931, ya que anteriormente sólo existían publicaciones y que dio el gran salto nacional a partir de 1945 al convertirse en radiofónico.

Los alumnos de este curso de verano dedicado la Semana Santa cerraron la jornada de ayer con la visita al Teatro Cervantes, dentro de las salidas guiadas que complementan esta oferta universitaria.