Repetidores de la UMA sacrifican asignaturas por la subida de tasas

Los universitarios repetidores se inscribirán este curso en menos asignaturas suspensas debido a las subidas de tasas, que penalizan especialmente las segundas, terceras y cuartas matrículas, según auguró ayer la presidenta de la Conferencia de Rectores (CRUE) y rectora de la Universidad de Málaga (UMA), Adelaida de la Calle.

De la Calle explicó que ella misma, como rectora de la UMA, ha recibido cartas «dramáticas» de estudiantes que le aseguran que sólo entran mil euros al mes en su casa y que continuar estudiando les va a ser «imposible». Así que, si les quedan tres pendientes, probablemente sólo puedan matricularse de dos, afirmó.

«Estaba previsto, lo decíamos, que la subida de tasas en este momento va a dañar a montones de gente, de estudiantes» a la hora de matricularse, tanto de familias de clase media como, sobre todo, de las menos favorecidas.

Según el decreto-ley que el Gobierno central aprobó el pasado mes de abril para la racionalización del gasto autonómico en educación, los alumnos de grado y de los másteres que habilitan para ejercer profesiones determinadas tendrán que pagar entre el 15 y el 25% del coste real de la titulación (la media era del 15% hasta ahora).

Las condiciones se endurecen más para los repetidores, que deberán asumir entre el 30% y todo el coste efectivo de los estudios, según el número de convocatorias que necesiten para aprobar.

También influirán de forma «importante» en la matriculación, según De la Calle, las nuevas exigencias académicas para renovar la beca general, pues será necesario este curso superar en torno a un 10% más de créditos que antes en todas las ramas, excepto Ciencias y Ciencias de la Salud.

Preguntada por si habrá este año menos alumnos de nuevo ingreso, De la Calle prefiere esperar para comprobar con exactitud la tendencia de las matriculaciones (aunque se detecta cierto ascenso en la de Málaga).

No obstante, la rectora cree que influirá «poco» en el número de nuevos beneficiarios de becas que el requisito académico para obtenerlas este curso sea una nota de 5,5 en selectividad (no basta el aprobado), pues «no es excesivo», si bien se elevará el año próximo a un 6. A falta de datos concretos de matriculaciones, ha señalado que las universidades privadas están «preocupadas», pues el poder adquisitivo de las clases medias también ha bajado «mucho». Sobre las nuevas normas de dedicación docente incluidas en el mismo decreto-ley, señaló que ha costado «mucho trabajo» sacar adelante la redistribución de carga lectiva.

Aunque la aplicación de la norma se ha «flexibilizado» en las reuniones de las universidades con el Ministerio de Educación, «la gente no está contenta, ni mucho menos», apuntó.

La UMA sólo sufrirá variaciones mínimas de profesorado. Sobre la situación financiera de las universidades públicas, De la Calle dijo que sigue habiendo casos «alarmantes» de problemas de tesorería por falta de liquidez, y algunas han tenido que recurrir a préstamos para pagar la nómina debido al retraso de las transferencias autonómicas. Por el contrario, «muy pocas» han abusado del endeudamiento para el gasto, en general porque lo impedían las regulaciones autonómicas o requerían la autorización de las administraciones.

En cuanto a una posible disminución de profesorado, De la Calle cita la de Málaga, donde la variación es «mínima», solamente referida, como otros años, al profesorado asociado de «docencia de transición» entre las titulaciones anteriores licenciaturas y diplomaturas y los nuevos grados. La futura racionalización de titulaciones va a repercutir más en universidades pequeñas que en grandes, aunque sin que desaparezca ninguna institución académica.