«Debemos creernos el potencial que tenemos e invertir para mejorarlo»

En el análisis del paisaje como parte fundamental de atracción para el visitante, la arquitecta del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico de la Consejería de Cultura y Deporte, Marta García de Casasola, puso ayer sobre la mesa, en los cursos de verano de la Universidad de Málaga en Archidona, la definición de patrimonio y su recorrido por el siglo XX donde este concepto ha evolucionado desde la idea de objeto, relacionado con monumento, hasta el paisaje cultural.

¿A qué se refiere cuando habla de tres ficciones para interpretar e intervenir el patrimonio?

Lo que hemos hecho es definir qué es patrimonio y qué ha pasado a lo largo del siglo XX, donde la idea de patrimonio ha evolucionado desde la idea de objeto, relacionado con monumento, hasta el paisaje cultural entre paréntesis porque el paisaje es cultura siempre, ya que se trata de la interacción del hombre con el medio en los diferentes periodos, algo que está en constante transformación y que por lo tanto debemos ser capaces de gestionar como un lugar complejo en el que tenemos que permitir que las cosas que tienen importancia sigan produciéndose.

Pero aquí siempre relacionamos turismo patrimonial con los grandes monumentos.

Sí, pero yo creo que somos más que capaces de ir hacia ese nuevo turismo patrimonial, no quiero decir que la cosa sea fácil porque normalmente son espacios muy complejos en los que intervienen muchísimas circunstancias: culturales, sociales, políticas, administrativas pero estamos en disposición de hacerlo porque vamos hacia una interpretación multidisciplinar en la que no es el arquitecto de una manera aislada el que controla ese espacio, sino que ahora más que nunca cualquier actuación parte de un debate en el que participan muchas más materias.

¿Cómo saber hasta dónde intervenir en un monumento o paisaje?

Ese es el mayor reto, yo ponía una diapositiva en la ponencia en la que decía que equilibrar es siempre lo más importante.

Y en nuestro caso, ¿qué debemos hacer?

Primero creernos el potencial patrimonial que tenemos como base sobre la que seguir trabajando en una de las actividades económicas más importantes que tenemos actualmente, el turismo. Aunque aquí también tenemos que ser cautos y pensar que tampoco queremos que esto se llene de turistas porque entonces se perdería lo importante, la armonía diaria del lugar donde se crea el paisaje; eso es lo que gusta ver, no un espacio lleno de turistas que pierde su esencia. En esto entra el tema tan recurrente de las sostenibilidad.

¿Y la rentabilidad?

Bueno, es importante, pero hay edificios como la Alhambra que limitan la asistencia y el truco, creo yo, que está en diversificar. Ejemplo de ello, es el proyecto del Baelo Claudia, en Cádiz del que hablaba en la ponencia, en el que está trabajando ahora la Consejería de Cultura y Deporte a través del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico y financiado por el 1% cultural del Ministerio de Medio Ambiente. Allí estamos desarrollando la puesta en valor y ejecución de itinerarios culturales. Es uno de los yacimientos andaluces más importantes pero desconocido para la mayoría de la gente.

Son proyectos que necesitan de mucha inversión.

Y una inversión que no siempre se ve. Yo creo que el error está en no reconocer que si no invertimos en este patrimonio, paisaje o turismo de calidad que queremos dar realmente estamos cometiendo un error, y tampoco es necesaria una gran inversión se trata de mantener lo que hay. Y si al turista le gusta, vuelve y eso son indicadores fáciles de comprobar que son la clave.

MARÍA ROSALES