La crisis no afecta a la frecuencia o calidad del sexo

La sexología del siglo XXI resulta más complicada que hace unos años y los culpables son los diferentes factores que intervienen como la crisis, que dificulta el humor de la pareja y provoca problemas de comunicación, por lo que aparecen los conflictos. «Cuando estos surgen, la vida sexual va mal», según explica el director del Instituto Andaluz de Sexología y Psicología y doctor en Psicología y licenciado en Medicina y Cirugía, Francisco Cabello. Durante el encuentro La nueva sexualidad del siglo XXI, realizado durante los cursos de verano de la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) en el Albergue juvenil de Torremolinos, se ha explicado que el principal factor que influye en la salud de la pareja es la pérdida de la comunicación y de la intimidad. La comunicación es el pilar que sostiene la intimidad, y esta es uno de los pilares del amor, por lo que si se pierde la intimidad, el sexo empieza a ir mal y se buscan otras alternativas mientras la pareja entra en conflicto. Además, según Cabello, «estamos en un momento en el que el amor está sobremagnificado, de tal manera que la gente está mal porque tiene pareja, ha roto con su pareja o no consigue encontrarla, pero la pareja es una variable que casi siempre está presente en el malestar».

Durante la ponencia ayer de Cabello se habló de que los conflictos económicos son la segunda causa de los conflictos en pareja. Sin embargo, no ocurre lo mismo con el sexo, ya que no necesariamente disminuye la frecuencia sexual y la calidad de la respuesta sexual. «En las relaciones donde no hay un conflicto de la intimidad, el sexo puede ser incluso mejor porque se puede convertir en un refugio. Hay que tener en cuenta que la sexualidad forma parte del ocio y es muy barata en pareja», indicó.

Como posible solución, Cabello propone cambiar de modelo y dejar de dramatizar. «Se equipara mucho a la economía, donde el modelo ha fracasado. Cuando se forma una pareja hoy en día parece que solo hay un 20,9% de probabilidades de que dure más de 10 años, pero cuando se forma, la gente va pensando que tiene que durar toda la vida, y cuando se separa piensan que han perdido algo que era lo más importante de su vida. Cuando se apaga el amor, no lo decide la persona, pero entramos en tal conflicto que son pocas las parejas que se separan bien».