´Todos estamos preparados para sobreponernos a los errores´

El profesor de Psicología de la Universidad de Málaga Francisco José López afirma que al analizar la naturaleza y los mecanismos de aprendizaje de los animales, se observa que desde el ser más simple hasta los humanos, todos poseen una cantidad importante de mecanismos cerebrales y psicológicos para procesar errores. Este hecho hace que cualquier persona tenga la posibilidad de enfrentarse a los errores cotidianos. Además, la psicología puede potenciar estas capacidades, haciendo más fácil el proceso de superación.

¿Por qué tenemos miedo al error?

Vivimos en una época muy poco tolerante con los errores y con los fracasos, no queremos equivocarnos nunca. No queremos que nuestros hijos suspendan, no queremos fracasar en el amor, ni en cualquier ámbito del trabajo. Y menos, en los tiempos que estamos, donde parece que errar es hundirnos del todo.

¿Este miedo puede convertirse en un problema grave?

Creo que es un planteamiento erróneo porque es imposible no equivocarse. Pero no es un problema en sí mismo, porque nuestra condición está especialmente preparada para sobreponernos al error. Los errores pueden tener una lectura de fracaso en una primera instancia y alguien puede sentirse fracasado porque se ha equivocado. Pero la cuestión es cómo gestionamos ese fracaso y cómo crecemos para que no vuelva a ocurrir. Si lo vemos desde ese punto de vista, el error es una oportunidad para que, adecuadamente aprovechada, podamos crecer. Esa es la perspectiva positiva.

¿Es difícil aceptar que hemos cometido un error?

Sí. Posiblemente, la gestión del error no pueda hacerla uno solo, necesita a otra persona y para eso están los profesores, entendidos como todo aquel que pueda enseñar algo. Será este profesor quien, probablemente, mejor sepa cual es el error que ha cometido el aprendiz, ya que éste no tendrá una idea clara de lo que ha hecho o hasta donde tiene que llegar.

¿Es complicado hacer ver a los demás que han cometido un error?

A veces sí, pero la naturaleza nos proporciona una especie de red para que aunque caigamos, no nos demos de bruces con el suelo. Hay que tener claro que tenemos que gestionar los errores y que tenemos que ayudar a nuestros estudiantes, a nuestros aprendices, a nuestros hijos y a nuestra pareja cuando se equivoca. A veces, desde fuera es más fácil detectar el error y mostrar a la persona que ha equivocado esa distancia entre lo que ha hecho y lo que debería hacer.

¿Nos cuesta aceptar que los demás nos digan qué errores hemos cometido?

Si alguien no nos lo dice demasiado bien, al vivir en una sociedad donde el error es visto como un fracaso, no vamos a poder ver el error como algo necesario para aprender, sino que nosotros mismos nos sentiremos fracasados. Eso puede trastornar un poco la visión objetiva de lo que te están diciendo, así que tal vez sea algo que deba consensuarse entre el que enseña y el que aprende. Lo primero, es explicar en qué ha consistido el error para que no moleste, porque estamos muy presionados para no cometer errores en todos y cada uno de los ámbitos en los que nos movemos diariamente.

¿El temor a cometer un error puede condicionar nuestra vida?

Sí. Hay mucha gente que acaba teniendo problemas psicológicos porque la idea de cometer un error es paralizante, prefieren no actuar o, incluso, no vivir para no equivocarse. Esa conclusión es nefasta para la salud mental. Si decides no hacer nada, renuncias a la vida por no equivocarte. Estamos muy asustados por cometer errores. Si alguien nos dice que hemos cometido un error de forma incorrecta, probablemente creamos que nos está criticando a nosotros mismos como personas, no como alguien que ha cometido un error.

Actuando sin miedo, sacando el máximo partido de cada situación. Bloquearse es lo peor que podemos hacer. Es fundamental tener la conciencia de que si nos equivocamos vamos a aprovechar para aprender.