Taller de Mapping aplicado a las narrativas audiovisuales

Durante años, las visuales o directos audiovisuales han sido realizados con sonido, iluminación, proyección estática y recientemente con vídeo. En la actualidad, las técnicas de proyección “han evolucionado de manera considerable”, comentan los responsables del curso, “hasta tal punto que han supuesto un salto cualitativo en muy poco tiempo”. Entre estas nuevas técnicas, el zapping es actualmente una de las más demandadas; aunque cada vez más empresas en Europa son capaces de resolver profesionalmente los retos que ofrece al mappin, pese a que todavía resulta algo muy novedoso.

Entre las mayores ventajas que ofrece el mapping, los organizadores destacan “que permite proyectar imágenes, tanto de vídeo como grafismos- sobre superficies reales y aprovechando como base estas superficies, se consiguen efectos de movimiento -también llamados 4D-, que dan lugar a un espectáculo artístico novedoso y prácticamente desconocido hasta la fecha”.

Igualmente, con el mapping se pueden crear atmósferas y espacios en lugares que no existen, lo que, sumándolos a la proyección en grandes edificios o superficies, “dan como resultado una fuerte sensación de realismo y volumen que deja sorprendido al espectador”, resalta el director del curso.

Comúnmente, el mapping se utiliza sobre fachadas planas o con pocos adornos. Sin embargo, a través de la nueva tecnología de warping (ajustar la proyección a la superficie proyectada como si fuese una piel), podemos afrontar el difícil reto de crear una historia apoyándonos como escenario en cualquier fachada o superficie, por complicada o compleja que sea.

El objetivo de este taller era unir las narrativas visuales (livecinema) con esta nueva técnica de expresión, conjugando significado con volumetrías y espacios.