La memoria y el menos es más

En el ecuador de los grandes festejos que conmemoran a agosto como mes jaranero con historia y con el calor que acoge a estos eventos, después de que La Big Band haya apagado su amplificador y otorgue a la Plaza de las Flores su reconquistada serenidad, me suscitan insinuaciones respecto a la rememoración.

La memoria se puede definir como la capacidad de almacenar y recuperar la información, pero no crean que se trata de una función unitaria, sino que consiste en una serie de sistemas complejos interconectados para alcanzar este proceso.

La buena nueva salta en plena fiesta; un grupo de investigación de la UMA, después de más de dos años de trabajo, ha logrado desarrollar una proteína La RGS14 que ha incrementado más de mil veces la memoria en 800 ratas. En el plazo de otros dos años se podría comenzar a ensayar con seres humanos a través de una simple intervención. Y el estímulo de esta noticia me evoca que, tras siete años 7 de tramitación, entrará en vigor el Plan General de Ordenación Urbana de Málaga, cuando en la segunda quincena de este mes se publique en el BOJA, según ha anunciado la delegada del Gobierno andaluz.

Ello nos lleva a pensar en el trabajo de alta cooperación que las entidades local y autonómica deben colmar para que esta Ordenación conduzca, tras tanta amnesia colaborativa, a la ciudad ansiada. Ludwing Mies van der Rohe, uno de los creadores de la edificación del siglo XX, comentaba que arquitectura es poner dos tabiques juntos, cuidadosamente.

Deseo que estas medianeras Junta y Ayuntamiento se estructuren de manera sólida para conseguir lo que la metrópolis lleva esperando desde hace tanto. Este arquitecto concluía: «Menos es más». Es decir, menos enfrentamientos, más ciudad sostenible.