«Hitler era un gran estúpido, provocó un claro desastre para la humanidad»

Pedro Fernández-Llébrez del Rey es catedrático de Fisiología del Departamento de Biología Celular, Genética y Fisiología de la Universidad de Málaga, y el director del curso Stultitiae Virtus: la inteligencia y la estupidez en el comportamiento humano y animal.

¿Por qué la estupidez como eje temático de un curso de la UMA?
El curso obedece al stultitiae virtus, que significa el poder de la estupidez. Nace de la lectura de distintos libros que hablan sobre la estupidez, y para definir si es el antítesis de la inteligencia, o tiene que ver con el altruismo o el comportamiento canalla. Y saber por qué este comportamiento prospera en el mundo. Una definición aproximada de la estupidez sería aquello que deriva del beneficio propio y el perjuicio ajeno. Por ello nos hemos reunido en este curso psicólogos, sociólogos, filósofos, periodistas, científicos, artistas… para dar respuestas y para hablar sobre estas cuestiones.

¿Y es un fenómeno digno de estudio?
No es un tema baladí, ya que cuando el estúpido forma parte del staff dominante de la sociedad puede provocar situaciones desastrosas y que vemos a diario. Y me pareció interesante organizar este curso en torno a este concepto, que puede generar una sonrisa pero que tiene una carga más profunda.

¿Y con la inteligencia se nace o se trabaja?
Las personas inteligentes son las que provocan un beneficio propio y el ajeno. En general todos podemos ser inteligentes pero hay algunos que nacen con mayor capacidad intelectual y necesitan menos tiempo para aprender que otras. Además hay muchos tipos de inteligencia, como la numérica o la social, y los psicólogos lo saben muy bien: uno puede ser muy torpe en matemáticas pero un habilidoso en las relaciones sociales. Hablar de una sola inteligencia es muy peligroso y todo el mundo nace con esa capacidad de producir un bien propio y ajeno.

Hablaba de que el estúpido puede crear situaciones desastrosas. ¿Qué ejemplos históricos o sociales tenemos?
Los tenemos a patadas. Hitler era un gran estúpido, ya que provocó un claro desastre para su país y para la humanidad. También Napoleón, que era un genio militar pero que generó una gran desolación en otros países, como también los suicidas del mundo islámico pensando que van a ganar el cielo con sus actos; o quienes provocan la violencia de género. Hay comportamientos estúpidos pequeños, medianos y gigantescos y está muy generalizado y hay quienes sacan beneficios de ello.

Según la descripción del curso, el comportamiento humano se puede clasificar a grandes rasgos en inteligentes, malvados, altruistas y estúpidos. ¿De qué forma se hace efectivo en la sociedad actual?
La humanidad en general se puede describir así pero con una salvedad: pertenecemos a los cuatros grupos. En nuestra vida tenemos actividades en las que actuamos con inteligencia, otras con altruismo, de una forma canalla o estúpida. Pero hay que mantenerse en el primer cuadrante y no desplazarse a los otros. Aunque el mundo cada vez más está en el cuadrante del canalla. Es una realidad sociológica incuestionable, y eso es algo que merece la pena estudiar, para que la inteligencia llegue a los sitios donde debe estar y no esté a merced de la estupidez.

¿Y por qué triunfa la estupidez?
En mi opinión, porque están rodeado de una serie de canallas, que obtienen beneficio de ello. Y los estúpidos no se dan cuenta de ello.

¿Y el curso puede dar las claves para salir de esta situación?
Este curso no va a solucionar nada. Reúne a personas que han versado sobre este tema, para que lo compartan con los estudiantes y que sepan que existe este tipo de comportamiento y que cada uno se coloque donde quiera. Existe un concepto que es el entetanimiento, por el que nos tienen como niños pequeños mamando de una teta y pensando y haciendo lo que quieren que pensemos y que hagamos. Tenemos que salir del huevo y madurar por nosotros mismos.