El «príncipe rojo» esperaba más de la nueva constitución
El príncipe Moulay Hicham Ben Abdelah, primo del rey de Marruecos, se mostró ayer algo decepcionado ante la nueva constitución de su país, aprobada el pasado 1 de julio. Durante un curso de verano de la Universidad de Málaga, el conocido como príncipe rojo por su compromiso con el pensamiento democrático, expresó que pensaba que el nuevo texto abriría una «etapa histórica que daría la vuelta a la página sin ambigüedades».
Ante un auditorio transformado en torre de Babel ante la falta de fluidez en la traducción, excusada en «problemas técnicos», Moulay Hicham precisó que a pesar de la nueva constitución, la monarquía marroquí no puede considerarse constitucional, ya que sostiene la soberanía del rey en el ámbito religioso y político, al reconocerle el derecho al veto y a intervenir en el trabajo del Gobierno.
«Vamos a necesitar un presidente del Gobierno muy fuerte para rentabilizar al máximo el texto constitucional y en el contexto marroquí, donde los partidos políticos están agotados, me temo que estás condiciones no están reunidas», afirmó el príncipe marroquí, quien aunque rehusó ofrecer estadísticas sobre el porcentaje de participación de los marroquíes en el referéndum que aprobó la nueva constitución, reconoció que «la tasa del 73% (el dato oficial) es exagerada».
Sobre las revueltas que en los últimos meses se han sucedido en algunos países árabes, tema central de su conferencia, Moulay Hicham declaró que los movimientos democráticos deben institucionalizarse para fortalecerse en la escena nacional frente a las fuerzas conservadoras que se movilizan y alían en su contra.
El príncipe marroquí se mostró «optimista» ante las revueltas porque aunque «el proceso puede durar diez o veinte años», los regímenes autoritarios han perdido la legitimidad. «Eran invencibles y hoy el mito ha caído para siempre», expresó Moulay Hicham, para quien la monarquía marroquí debe funcionar teniendo en cuanta las europeas «pero manteniendo sus rasgos tradicionales».