La Universidad de Málaga, la reina de las patentes

La capacidad inventiva tiene un claro protagonista en Málaga: la Universidad es la institución que acapara las solicitudes de patentes en la provincia con casi un tercio del total presentado en el año 2010 ante la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM). En concreto, la UMA sumó 22 de las alrededor de 70 solicitudes de patentes presentadas desde Málaga, a lo que hay que añadir otras 9 peticiones de patentes con ámbito internacional. Las telecomunicaciones, la electrónica, la biotecnología y las energías renovables son los segmentos que acaparan mas patentes, con soluciones para detección de enfermedades o métodos para la producción de biocarburantes. Algunas están realizadas en colaboración con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

Pero, ¿cuánto cuesta solicitar una patente? El técnico en patentes de la Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación (OTRI) de la UMA, Adolfo Linares, afirma que la simple solicitud cuesta ya 750 euros en tasas, una cantidad que se puede triplicar cuando se le suma el consabido asesoramiento profesional en un proceso jurídicamente complejo. Eso sí, la Universidad, por ser organismo público, está exenta de tasas en el caso de las patentes propias, no así en las investigaciones conjuntas, por ejemplo, las que hace con el CSIC. ¿Y cuánto se tarda en obtener la concesión? El proceso ordinario puede durar entre 2 y 3 años, aunque hay un procedimiento abreviado que lo deja en 1, siempre, claro, que durante los exigentes exámenes a la solicitud de patente no se detecten deficiencias que lo devuelvan a la tramitación normal.

270 grupos de investigación

En todo caso, y para los que tengan temor a que le pisen un invento, Linares recuerda que la mera solicitud de una patente ya implica cierto grado de protección de derechos para el solicitante. «En este sentido, no se trata de echar una carrera», apunta. El dinero necesario para una patente internacional es más elevado, y parte de unos 3.000 euros, aunque como en el anterior caso, a la UMA esa cifra se le queda en bastante menos, unos 1.000 euros, añade Coral Erades, jefa de servicio de la OTRI.

En los últimos meses, la Universidad ha logrado comercializar dos de sus patentes, en un intento de rentabilizar la labor de sus 270 grupos de investigación y seguir retroalimentando el presupuesto de estos departamentos. La primera es la patente de un alumno de la UMA, que da dado lugar a la empresa Ingeniería 1. La segunda es la de una línea celular de la que se ha dado licencia a una farmacéutica líder mundial del sector. El primer pago recibido por la institución académica ha ascendido a 10.000 euros, pero el importe total que recibirá la Universidad será de 100.000 euros.

Dinero reinvertido

«Prácticamente todo el dinero obtenido por las patentes va a parar de nuevo a la UMA y a sus grupos de investigación. Es cierto que a los autores de las patentes también les corresponde un porcentaje de ganancias, pero la verdad, todos suelen revertirlo en investigación», apunta Linares.

Las patentes más exitosas comercializadas de momento por la UMA son una serie robótica diseñada para cirugía que se vendió a la multinacional española Sener Ingeniería, que es multidisciplinar entre médicos y electrónica. La otra corresponde a un proyecto de alta tecnología para obtención de microgotas elaborado por la empresa Yflow, un spin off de las universidades de Málaga y Sevilla sobre mecánica y aplicación de fluidos.

El sueño de la UMA, de cualquier forma, es que la provincia se acerque algún día a las tasas de patentes de la Europa central y nórdica, de Estados Unidos y de Japón, aunque por esos lares es la empresa privada la que también tira del carro de las patentes, algo que en España todavía se echa de menos. La multinacional IBM, de hecho, es la empresa que más patenta del mundo.