La burbuja dorada

2 Ene
La construcción vuelve, con mayor fuerza, a trazar el skyline de Miami

 

Miami ha recuperado el nivel inmobiliario desde que la burbuja echó abajo las grúas del ladrillo constructor. Un mercado pujante con las casa más caras de los EEUU

Si aquí tenemos la Costa del Sol, a Miami la consideran los estadounidenses la Capital del Sol. En el último quinquenio, la industria directa e indirecta de las viviendas ha resurgido al calor de este trópico a prueba de huracanes y terremotos financieros. El panorama económico, de uno de los principales activos de la Banca, es más que alentador en este Sur de los EEUU. Lo afirma la Asociación de Realtors (Bienes-Raíces) de Miami-Dade, pues aunque el nivel salarial promedio es el más bajo de este país, los alquileres están entre los más caros. Lo explica un informe publicado por Sabina Covo en Nuevo Herald, así como otras fuentes consultadas. Los precios de casas más vendidas se sitúan en 200 a 600.000 dólares, y subraya que por encima de los 600 mil y un millón están teniendo una significativa demanda. Resume que las ventas de casas unifamiliares en Miami han subido un 4,4% solo en el mes pasado. El promedio de su costo fue de 310.000 dólares por unidad. La satisfacción de los agentes inmobiliarios y de la Banca es un icono risueño. Las operaciones sumaron 397 millones de dólares en ese período. El incremento porcentual alumbra un mercado en expansión. Sin sombra de burbujas malignas en el horizonte de este ahora apacible Sur caribeño.

Si no hay salarios altos, ¿cómo es que se venden preferiblemente las casas más caras de Miami? Una hipoteca media a tipo fijo y a 30 años está en el 4,5% de interés. La respuesta es que quienes compran, incluso en efectivo, son mayormente extranjeros. La situación de contracción del mercado europeo tiene otra parte de la clave. Tal vez España, si su heterogénea banca saben jugar su momento, pueda sacar provecho y reanimar el mercado inmobiliario local. Es claro que los bancos no dan préstamos sin salarios seguros y altos. O que el solicitante demuestre avales-créditos solventes. La mayoría de los miamenses no califican, tras el tsunami inmobiliario que les cayó en 2008. Pero lo que da solidez a este mercado resurgido contra vientos huracanados es las estadísticas de ventas. Son estas.

Las ventas de casas entre 200 y 600 mil dólares están en 33,7% del total en Miami. Las más caras, entre 600 y un millón de dólares están por encima del 62%. En terrenos donde una casa costaba unos 200.000 en zonas de alto nivel, Cononut Grove o Wynwood, hoy hay viviendas en planos cuyo coste empieza en 800.000$. En esa última zona, convertida en exhibición del arte, las galerías están emigrando debido a la subida de los alquileres. Así que las cifras cantan claro y alto para la masa de dinero que se está moviendo ahora mismo. No se puede descartar que este mercado en expansión sea territorio fértil para los que lavan dólares oscuros. El FBI dirá. La inversión proveniente de Latinoamérica y de Rusia está aquí muy presente. Como quiera que sea, Miami se está poniendo de moda, porque vivir aquí es signo de alto nivel adquisitivo. Los alquileres son ya cuatro veces más altos que en otras ciudades de EEUU. Aunque bajos aún en comparación con San Francisco o Nueva York.

Desde Europa se ve este nuevo paraíso inmobiliario, en un Caribe seguro a futuro, como un escape a la incierta vista en medio del Brexit. La Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) recuerda que las inversiones inmobiliarias son de alto riesgo en situaciones como las que vive el Reino Unido o la amenaza independentista de Cataluña. La estabilidad interna de los EEUU da justamente esa garantía. El dinero huye de terrenos cenagosos. Los principales Bancos catalanes se han puesto a salvo. El efecto Brexit ha obligado a los fondos inmobiliarios ingleses a ponerse a cubierto (run for cover). Standar Life, M&G Investments, Aviva Inverstors, presionados por sus clientes, han rebajado el nivel de sus transacciones y suspendidos los créditos para adquisición de viviendas, especialmente en Londres.

Esta misma organización admite que Miami es un lugar ahora donde invertir en inmuebles posee amplias garantías. La revalorización de las casas rondan el 20%. Da el contrapunto a la inestabilidad que Inglaterra ha introducido en Europa. Que sea cosa del momento, una moda pasajera o una oportunidad que aparece para prolongarse está por verse. Pero la prosperidad inmobiliaria en Miami es un ejemplo de la estabilidad económica de este país, que es el Ave Fénix de la economía mundial. Es cierto que Donald Trump heredó una Era Obama de pleno empleo y franca expansión industrial, pero la clase empresarial no puede estar más alegre en este primer año del polémico presidente-empresario.

En lugares de España, como la capital malagueña, las viviendas ya están en los niveles de precios del annus horribilis 2008. El peligro aquí es que la Banca sea tentada, una vez más, a abrir el grifo de los préstamos a quienes no puedan pagar más tarde. Ese incremento del costo de las casas no está en consonancia con el nivel de los salarios españoles. Tal vez sea por el mismo motivo: Un Reino Unido constreñido aviva los incrementos inmobiliarios y hace un llamado a esos inversores extranjeros. La Costa del Sol también atrae a esas caras pálidas. Una burbuja que no cesa.

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