Eloy Téllez: De San Lázaro al cielo

28 Jun

El mundo cofrade se modela con personajes que destacan en diversas materias conformando un todo de características peculiares.

En la brillante fauna de artesanos donde la tónica general es, en ciertos momentos, la disputa por el título inmaterial del éxito, sobreviven aún personas cuyas miras están puestas más allá de la palabra ajena.

Ese es el caso de Eloy Téllez, artista.

 

Una vida única.

Definir a Eloy como un diseñador –a secas- es faltar al respeto a más de cincuenta años de trabajo en diversos campos en los que ha sabido aplicar sus dotes artísticas. Encuadrar únicamente su obra en el diseño sería pasar por alto labores comunicadoras, humanas y sociales.

Eloy Téllez Carrión viene al mundo el tres de Febrero del año mil novecientos cincuenta y tres en el populoso barrio de Capuchinos. Desde pequeño, como es habitual en las personas con dotes artísticas e intelectuales, demuestra sus capacidades en el dibujo quedando ésta únicamente como anécdota y curiosidad de su círculo familiar y social. Se podría decir que era un caso más de los de “Qué bien pinta este chiquillo…”.

Con el paso de los años y gracias a una personalidad inquieta, Eloy se acerca al taller del maestro Juan Casielles quien confía en él trabajos y encargos de apoyo para su estudio. Poco a poco se consolida en este arte del diseño religioso y lo que era una faceta curiosa, se convierte en la demostración inequívoca de unas capacidades artísticas superlativas.

Tras el fallecimiento de don Juan Casielles del Nido, Eloy comienza a recibir encargos a su nombre. Dejaba de ser un ayudante y se convertía en un artista independiente.

Con el paso de los años y tras ser calificado por algunos como un continuador del estilo de Casielles, ha quedado patente que su obra no reinterpreta y obedece únicamente a sus singular estilo. Eloy Téllez es una marca.

Su ingenio, aptitudes y actitudes quedan patentes en su historial académico. Eloy es Diplomado en Fisioterapia por la Universidad de Málaga, Diplomado en Enfermería por la Universidad de Málaga, posee estudios de Bellas Artes por la Universidad de Sevilla, de Aparejadores por la de Granada y de Diseño Industrial por la de Málaga.

Este entramado de conocimientos, hace que Eloy se enriquezca en la diversidad, elemento éste que define a la perfección sus cualidades.

Durante años, Téllez se ha dedicado a la Fisioterapia en su consulta de Calle Victoria en la que forjó, amén de su experiencia médica, su capacidad de contacto y comunicación con la gente. Un problema de espalda lo aparta de su trabajo y con el tiempo centra su energía en su verdadera vocación, el diseño.

 

El Rocío: Su casa.

El mundo de la semana santa cala en la vida de Eloy desde pequeño. Hermano de la Sacramental del Rocío desde que nació, es en la Cofradía Victoriana en la que juega su papel más importante. Sale de nazareno de María Santísima del Rocío en el año 1961 y de estos años hasta ahora ostenta diversos cargos de responsabilidad en la corporación. Inicia su camino en Juntas de Gobierno en el año 1969 pasando por los puestos de vocal de Albacería, Contador, Secretario y Vicesecretario.

Eloy ha sido, es y será el gran asesor artístico de la Cofradía. Por sus manos y criterios ha pasado todo lo que en ella se realiza. La relación en este ámbito va más allá de lo meramente profesional, convirtiéndose en alguien necesario en todas las épocas.

Sus manos privilegiadas atesoraban el poder de configurar el estilo de la Virgen del Rocío y el Nazareno de los Pasos en el Monte Calvario.

Este hecho hace que, no solamente haya sido alguien que trabaja, sino que su esfuerzo fue  didáctico, siendo maestro de compañeros que son artistas con futuros prometedores.

Sobre el estilo de la Hermandad, Eloy determina que la Cofradía del Rocío poseía en los años cuarenta unas características de estilo procesional que han ido evolucionando con los años hasta alcanzar el carácter de cofradía de Barrio que tiene actualmente. Según su criterio, parte de esta evolución se ve representada en el nuevo trono del Cristo al que, a su parecer, le falta el conjunto de un Misterio.

Al margen de los aspectos materiales, apuesta por avanzar en campos poco explorados, la espiritualidad y las formas.

Eloy es reconocido con el nombramiento de pregonero de la exaltación floral “Un clavel para el Rocío” en el año dos mil tres donde deshoja una vida ligada a la Cofradía y su barrio de la Victoria. Esta vinculación proviene desde su infancia ya que vive con su abuela hasta los diez años en una casa de las Lagunillas del Rocío y acaba sus estudios de Bachillerato en los Hermanos Maristas. Un hermano del Rocío, criado en las Lagunillas, estudiante de Maristas y con su trabajo en calle Victoria, lleva en el ADN hasta que se muera la marca inequívoca que te otorga un barrio como ése.

Eloy lo sabe y lo lleva a gala. Su Cofradía también y presume de tenerlo en la familia.

 

 

El Diseñador.

La carrera artística de Téllez como diseñador Cofrade comienza en el año 1980. Una convocatoria de Cultos para la Cofradía del Descendimiento, dibuja en su memoria el inicio de una fructífera etapa.

A este trabajo le siguen la desaparecida bandera Sacramental de las Reales Cofradías Fusionadas y la Cruz de Guía de la Hermandad de la Humildad.

Empieza el diseño de su propio futuro.

El estudio de trabajo lo tiene en su propia casa. En Torremolinos. En un lugar tranquilo en el que la calma y el silencio reinante solamente es quebrado por la música que ayudaba  al artista a soñar.

Clásica, cofrade, copla o flamenco son los estilos que Eloy usaba para trabajar en sus diseños.

Aunque ha ocupado tiempo en el diseño de joyería, interiores o mobiliario, el arte religioso ha copado la inmensidad de su obra.

En ciertos momentos, Eloy reconocía sentirse más cómodo en el diseño del bordado, pues el conocimiento de la ejecución facilita la construcción de un proyecto. En cualquier caso, su opinión y los hechos basados en las innumerables obras realizadas, evidencian una perfección en todos los ámbitos.

A día de hoy, del estudio de Eloy Téllez han salido diseños de bordado, cerámica, dibujo, heráldicas, joyería, orfebrería, retablos, tallas, tronos procesionales así como obras de modelado y pintura.

Sus obras han tejido el mapa de la memoria cofrade malacitana con más de ciento cincuenta obras en Málaga y provincia. Pero su obra no es menor y cuajó en Andalucía donde destacan trabajos para Sevilla y Granada. Y también lo hizo por España dejando sus diseños para siempre en Valencia, Hellín, Murcia o Sagunto.

Cerrar el capítulo de sus obras destacando alguna se convierte en imposible empresa por dos razones capitales. En primer lugar por ser complejo destacar el brillo entre los brillantes y en segundo plano, resulta atrevido destacar obras que, sabemos, fueron anecdóticas en comparación con otras posteriores diseñadas por su magistral pincel.

Eso no justifica que haya regalado a Málaga un palio como el de Santa María del Monte Calvario, orgullo de su hermandad y de todo el mundo cofradiero. No podemos dejar atrás el diseño del trono de Traspaso y Soledad de Viñeros, el palio de María Santísima de Consolación y Lágrimas, los ciriales de la Virgen de la Esperanza, el Guión de la Cofradía del Rocío, su participación en el proyecto del majestuoso retablo para la Basílica de la Esperanza y el Dulce Nazareno del Paso, los Ciriales de caoba y bronce de la Cofradía del Santo Sepulcro, los respiraderos y faldones del paso del Santo Entierro de Granada, las barras de Palio del paso de la Hermandad de la Hiniesta de Sevilla, el trono de María Santísima del Patrocinio o la túnica y potencias del Nazareno de los Pasos en el Monte Calvario y la majestuosa túnica del Nazareno del Paso.

 

Un buen hombre.

Ser artista no te eleva a la categoría de buena persona. Son cosas distintas.

Es común que cantantes, pintores, escritores o artistas destacados en diferentes campos, obtengan por a cambio del éxito profesional, préstamos adelantados de simpatía y gratitud popular.

A mi entender, en el ámbito de la artesanía religiosa en Andalucía, es común la falta de corporativismo y el lanceo se convierte en algo habitual entre compañeros en luchas de egolatría dilatadas por la eternidad.

Ante estas circunstancias, se elevan únicamente aquéllos que por su honestidad, humildad y honradez más allá de la mesa de trabajo, consiguen ser considerados. Y Eloy es uno de ellos.

Hermano de Salud, Rocío, Humildad, Esperanza, Descendimiento y Calvario. Organizador de las primeras jornadas de la Juventud Cofrade que se celebraron en Málaga. Pregonero de Prendimiento y Salesianos. Alma durante casi dos décadas del programa Bajo Palio de Canal Sur Radio donde ocupó el cargo de Director durante un año.

Hombre respetado en Málaga por su coherencia y educación. Garante de los buenos modales dentro de las Cofradías, ha sabido reinterpretar las relaciones entre hermanos hasta conseguir ser partícipes de ilusionantes proyectos como los que vivió su Cofradía del Rocío.

El vestidor de la Novia de Málaga fue alma de la Coronación Canónica de la cual diseñó su escudo y que nos cambió la vida a todos.

Eloy Téllez diseñaba sin quererlo brillantez en una carrera cuyos logros ha compartido generoso con Málaga. Su tierra amada en la que un hombre valiente siempre alzaba la voz para reprender todo lo malo que en ella sucede. Lector fiel de este servidor. De los buenos. De los que llamaban puntualmente para comentar lo que le había parecido mal y bien. Un señor con personalidad en el mundo de las falsificaciones. Garante de la retranca y el humor fino. El que dio categoría a Bajo Palio junto a Esteban Ribot. El cuasi padre de mi amigo Tadeo. Un buen hombre que se ha ido sin hacer ruido, pero armando un escándalo.

De San Lázaro al cielo. Descansa, Eloy.

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