Reapertura de un caso cerrado en Lagunillas

8 Jul

De los cuatro solares-estercolero felizmente cerrados junto a la plaza de Miguel de los Reyes, uno de ellos ha extraviado la puerta de entrada y corre el riesgo de
volver a las andadas.

Ayer hablábamos de cómo con ingenio, plantas y maquillaje artístico en forma de grafitis, la calle Lagunillas y su entorno se está quitando de encima el estigma de un rincón de Málaga a un tiro de piedra de la plaza de la Merced pero que parecía el plató de La chaqueta metálica, sobre todo hace unos años.

La proliferación de solares abandonados y algún que otro descampado se ha camuflado con arte, nunca mejor dicho, porque hablamos de arte urbano y aunque las deficiencias siguen, los vecinos han querido potenciar el lado bueno del asunto, con resultados esperanzadores a ver si la reactivación económica va rellenando los solares privados, a la espera de una promoción de viviendas.

Ayer mencionamos como uno de los puntos positivos de la mejora de este rincón de la Victoria con personalidad, la construcción hace unos años de los jardines dedicados a Miguel de los Reyes (en realidad es la plaza Miguel de los Reyes). Por la estructura del terreno, una pendiente, predominan los escalones y las plataformas sobre lo verde, concentrado en su mayoría en la parte trasera, gracias a un grupo de pinos (a los urbanita les encanta llamarlo «bosquete»). Aminora la sensación de páramo una hilera derecha de árboles (¿tipuanas?), fuera de los límites de los jardines, aunque durante estos meses de verano es perjudicial para la salud pasar mucho tiempo en el área peatonal, a no ser que se quiera freir un huevo en el mismo suelo, experimento que, pese a Murphy, posiblemente acabe con éxito.

Y como a este rincón de Málaga regresa un servidor de forma periódica, lo cierto es que había mejorado bastante desde que fueron cerrados a cal y canto cuatro solares purulentos que en el lateral izquierdo sólo servían de depósito de desechos y, lamentablemente, también de deposiciones.

Pero como la energía nunca se destruye, sólo se transforma, la energía de nuestros homúnculos descarriados nunca hay que despreciarla; por eso, desde hace tiempo falta de su domicilio la puerta que cerraba uno de los solares, el más pegado a un bloque de viviendas.

El resultado, como sabrán, es que aumenta el riesgo de que retorne el estercolero. Y al firmante, que por su trabajo no frecuenta mucho las impolutas ruedas de prensa ni los plenos inmaculados, le dio por entrar en el solar para comprobar que la cochambre tiene expectativas de crecimiento exponencial.

En estos días, nuestro alcalde ha hecho un balance hagiográfico de sus dos últimos años de mandato, y la verdad es que la mayoría del mérito del relanzamiento turístico de Málaga es de Francisco de la Torre, pero mientras una parte del Centro es digna de revista, quedan algunos barrios en esta ciudad necesitados de algo más que de mensajes triunfalistas.

El entorno de Lagunillas es uno de ellos.

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